La pira funeraria de Ruth y Jos¨¦
El ¨²ltimo auto del juez Rodr¨ªguez Lainz describe c¨®mo Bret¨®n hizo desaparecer a sus hijos
Concienzudamente, Jos¨¦ Bret¨®n prepar¨® una pira funeraria para incinerar a Ruth y Jos¨¦, sus dos hijos de seis y dos a?os. ¡°Posiblemente tapando partes con escombros, planchas y una mesa met¨¢lica como tapadera para provocar el mayor calor posible gracias a la refracci¨®n (efecto horno) y adem¨¢s hacer menos visible su propia existencia¡±. El ¨²ltimo auto del juez instructor Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Lainz describe de manera minuciosa c¨®mo Bret¨®n pudo incinerar a sus hijos. El c¨²mulo de nuevas pruebas le hicieron cambiar ayer la acusaci¨®n que pesaba contra Bret¨®n. Lainz ya no le acusa de la desaparici¨®n forzosa de sus hijos, sino de su doble asesinato.
Ruth y Jos¨¦ desaparecieron el 8 de octubre mientras se encontraban en compa?¨ªa de su padre. Los tres pasaban juntos el fin de semana, despu¨¦s de que el 15 de septiembre la madre de los peque?os, Ruth Ortiz, le pidiese a Bret¨®n el divorcio. El m¨®vil principal que el juez y la polic¨ªa barajan es la venganza que Bret¨®n buscaba contra su esposa: asesinar y hacer desaparecer a sus hijos. El acusado, por el contrario, siempre ha defendido que perdi¨® a los dos hermanos mientras paseaban los tres por un parque de C¨®rdoba.
Los agentes y el propio Rodr¨ªguez Lainz descartaron casi desde el primer momento que los ni?os se hubiesen extraviado en esa zona verde. Las pesquisas ya se centraron la primera noche en la parcela de seis hect¨¢reas que los padres de Bret¨®n poseen en el pol¨ªgono de Las Quemadillas. El imputado reconoce que pas¨® all¨ª m¨¢s de tres horas con sus hijos el d¨ªa en que se perdieron. Y mientras ellos ¡°dorm¨ªan¡± todo ese tiempo, ¨¦l prend¨ªa una hoguera para quemar pertenencias de su mujer.
¡°Nadie con un m¨ªnimo de raciocinio podr¨ªa negar que si unos cad¨¢veres de ni?os de aproximadamente dos y seis a?os son encontrados en la hoguera que reconoce el encartado que prendi¨® durante el tiempo que estuvo en la parcela, estos solamente podr¨ªan corresponderse con los cad¨¢veres de los dos ni?os desaparecidos¡±, destaca de forma clara el juez. ¡°Relacionando evidentemente este hecho con la intervenci¨®n directa en su muerte (¡) toda vez que durante ese tiempo solamente el padre fue la ¨²nica persona que estuvo con sus hijos¡±, contin¨²a.
Y para enterrar de forma categ¨®rica la coartada que Bret¨®n ha tratado de construir estos meses, Rodr¨ªguez Lainz zanja: ¡°Pensar en que alguien llegara a conocer que Jos¨¦ [Bret¨®n] hab¨ªa prendido una hoguera y que lo siguiera hasta el parque Cruz Conde para, en un ¨²nico descuido, secuestrarlos, matarlos, llevar sus cad¨¢veres hasta la parcela y luego quemarlos en la hoguera prendida por Jos¨¦, para echarle la culpa de su muerte, y ello de forma tal que casi llega a hacerlos desaparecer al convertirlos casi en su totalidad en ceniza, no alcanza ni el nivel de simple fantas¨ªa¡±.
En su auto, el togado describe su hip¨®tesis de c¨®mo pudieron ocurrir los hechos. Tras asesinar a sus hijos ¡°lo m¨¢s probablemente al llegar a la parcela¡± pero sin que se pueda todav¨ªa ¡°establecer la forma en que hubiera cometido tan atroz hecho¡±, prendi¨® una hoguera para hacer desaparecer todo rastro de los cuerpos. Al abrigo de los muros de la finca, que le ocultaban del exterior, Bret¨®n ¡°prepara una pira sobre fondo de le?a de olivo en forma m¨¢s o menos rectangular, sobre el que coloca los cuerpos de los dos menores¡±, destacando el juez que ese hecho est¨¢ ¡°demostrado emp¨ªricamente¡±.
¡°Los cuerpos estar¨ªan posiblemente cubiertos por una s¨¢bana o cortinas de las que no se encontraron en los registros; muy probablemente Jos¨¦ verter¨ªa importantes cantidades de gas oil sobre los cuerpos o sobre la le?a, con miras a conseguir que la hoguera alcanzara elevad¨ªsimas temperaturas durante un prolongado espacio de tiempo¡±, desgrana el juez. Con respecto al combustible, est¨¢ comprobado que Bret¨®n compr¨® 140 litros de gas¨®leo d¨ªas antes de que Ruth y Jos¨¦ desapareciesen. Pero la polic¨ªa no encontr¨®, en un principio, rastro de acelerantes en la combusti¨®n.
¡°Sobre la pira, Jos¨¦ colocar¨ªa la estructura met¨¢lica de mesa de forma rectangular que se encontr¨® junto a la hoguera en el primer registro (¡). La mesa servir¨ªa de parapeto, sobre el que posiblemente descansar¨ªa una especie de plancha o mont¨ªculos que hicieran concentrar a¨²n m¨¢s el calor, actuando de forma de horno¡±. Ese horno tambi¨¦n habr¨ªa disipado el humo en los primeros momentos.
Tras comprobar que la incineraci¨®n hab¨ªa avanzado, el juez sostiene que Bret¨®n retir¨® la mesa y los parapetos, dejando que la llama se avivara. Eso habr¨ªa ocurrido hacia las 17.15, momento en el que el Plan Infoca contra incendios, de la Junta de Andaluc¨ªa, detect¨® la columna de humo. Asimismo, varios vecinos declararon haber percibido olor a basura quemada y, m¨¢s tarde, a carne quemada.
Los rescoldos de esa hoguera siempre obsesionaron a la polic¨ªa. M¨¢s todav¨ªa cuando se encontraron restos ¨®seos. Pero un primer informe de la polic¨ªa los catalog¨® como huesos de animal, desbaratando la principal l¨ªnea de investigaci¨®n: que Bret¨®n inciner¨® all¨ª a los dos hermanos. Diez meses despu¨¦s, nuevos informes han constatado que los huesos eran de ni?os. Un error que ha retrasado la investigaci¨®n casi un a?o y que, meses despu¨¦s, la ha llevado al mismo punto de partida, aunque con unos mimbres mucho m¨¢s firmes.
El juez opina sobre este hecho en el auto, reclamando una reflexi¨®n sobre lo ocurrido, pero reconociendo el buen trabajo policial. ¡°Hacer autocr¨ªtica de las consecuencias que se derivan del err¨¢tico dictamen pericial, no nos llevar¨ªa sino a empa?ar la realidad de que se ha dado la paradoja de que esta ha sido una de las m¨¢s complejas, pero a la vez completas y magistralmente ejecutadas por la Polic¨ªa Judicial, actuaciones de investigaci¨®n en los anales de la investigaci¨®n criminal en Espa?a¡±, escribe Rodr¨ªguez Lainz.
Y tras subrayar que por su parte ¡°no se har¨¢ pronunciamiento alguno que trate de buscar f¨¢ciles responsabilidades ajenas o excusas¡±, el juez afirma que ¡°es preferible reflexionar y abrir un debate serio a nivel de protocolos de actuaci¨®n para que algo tan dram¨¢tico y doloroso como lo acontecido no vuelva a suceder¡±.
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