El hombre de las congojas mayores
El sonido del recinto fue malo, yermo y opaco, pero Tweedy, el l¨ªder de Wilco, demostr¨® ser una de las pocas lumbreras actuales
La ocasi¨®n pintaba tan desangelada que Jeff Tweedy y sus chicos renunciaron incluso a uno de sus principios fundamentales: la puntualidad. Hay pocas cosas tan evidentes como la presencia de Wilco entre las bandas m¨¢s excelsas del rock contempor¨¢neo, y entre esas pocas cosas figura que el desolador Palacio de Vistalegre no es un espacio remotamente id¨®neo para un concierto de esta envergadura. El sexteto de Chicago hab¨ªa comparecido la v¨ªspera en el Liceo barcelon¨¦s y ayer se dio de bruces con ese ovni pavoroso de Aluche, un recinto que son¨® yermo, opaco y con reverberaciones durante toda la santa noche. ?C¨®mo demonios pretende que no nos catalanicemos, se?or ministro?
Hasta 19 minutos por encima de las 21.30 hubo que esperar para darle la bienvenida a Tweedy, hombre chaparro, hirsuto, de atuendo anodino y un sombrero que le empeque?ece el rostro y acent¨²a su aspecto afligido. Si no supi¨¦ramos de su cerebro preclaro, le confundir¨ªamos con el inquilino atribulado por culpa de alguna derrama en la comunidad de vecinos. Pero es evidente que el firmante de Ashes of American flags, el tema inaugural en el impredecible repertorio de Wilco, consta en la exigua lista de lumbreras actuales.
Jeff ha superado migra?as, depresiones y dem¨¢s tormentos del cuerpo y el alma, pero sigue escribiendo como si la tribulaci¨®n habitara en ¨¦l. Y ni siquiera los pasajes m¨¢s desaforados difuminan la idea de que nos encontramos ante el genio de las congojas mayores. Art of almost son¨® ¨¢spera, dura; un redundante mantra de catarsis y alucinaciones. At least that's what you said arranca desolada y estalla en rabia pura, una cr¨®nica donde la incomprensi¨®n escuece como un aguij¨®n salvaje. Y A shot in the arm testifica la hecatombe amorosa (¡°quiz¨¢s todo lo que necesite sea un disparo en el brazo¡±) hasta la electrocuci¨®n final. Es tan intensa y escuece tanto que la termin¨® coreando, extasiada, toda la pista.
Lo mejor de Wilco es que maneja h¨¢bilmente un repertorio inmenso, en dimensiones y contenidos, con escalas en todo el rock americano relevante de las cuatro ¨²ltimas d¨¦cadas. Born alone es la canci¨®n por la que ahora mismo matar¨ªa Tom Petty. Hummingbird son¨® tierna como una composici¨®n de Todd Rundgren en los setenta. Hay digresiones campestres tan jugosas como Passenger side, y hasta un pintoresco homenaje a los neoyorquinos Kiss en Heavy metal drummer. Y siempre, siempre nos quedar¨¢ Impossible Germany, mucho m¨¢s mayest¨¢tica que cualquier cumbre del Eurogrupo. Nels Cline toc¨® varios millones de notas en sus 4.27 minutos de solo de guitarra, pero dir¨ªamos que no sobraba ni una maldita semicorchea.
Tras Kamera, una de las rarezas de la noche, Tweedy acept¨® meterse en el berenjenal. ¡°Vaya sitio loco. ?Qu¨¦ tal el sonido?¡±, pregunt¨®, a sabiendas de que recibir¨ªa bufidos desaprobatorios. ?l mismo ejecut¨® un par de acordes para constatar que el eco ¡°no acaba nunca¡±, y se consol¨® con una antigualla, Box full of letters. El tramo final ser¨ªa memorable en cualquier otra circunstancia: Dawned on me, Via Chicago, Jesus etc. Una pena, esta ac¨²stica espa?olizante que nos persigue.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.