El hogar de la actriz
Nos lleva por los espacios en los que se mueve desde ni?a: mercados del Madrid m¨¢s popular
1. Plaza de Santa Ana. Forma parte de mi historia familiar y personal. Mi abuela fue portera del n¨²mero 13 y crio all¨ª a sus hijos. Para m¨ª es un lugar sagrado. Yo tambi¨¦n me fui a vivir all¨ª cuando me independic¨¦ y el teatro Espa?ol ha sido mi segunda casa, donde he aprendido much¨ªsimo y donde se me trat¨® siempre con especial cari?o.
2. Carbones 13. Un bar de amigos, donde he pasado horas de charlas, encuentros, despedidas, fiestas. Un lugar acogedor y del cual siempre cuesta irse (Manuel Fern¨¢ndez y Gonz¨¢lez, 13).
3. Matadero. Me encanta para acudir a ver teatro. Tuve la suerte de actuar all¨ª con Incrementum y me gusta por su arquitectura, su polivalencia, su amplitud, porque se arriesga con las propuestas. Te encuentras a amigos y se pueden pasar noches agradables en su maravilloso patio al aire libre. Y me consta que se utiliza con fines sociales, porque en sus salas se hacen talleres art¨ªsticos para gente discapacitada.
4. Plaza de Oriente. Para evadirme. Amo el mar, soy marina desde que nac¨ª y cuando lo echo de menos vengo aqu¨ª a ver la puesta de sol y el mar de Madrid como yo lo llamo. El infinito. He pasado muchas ma?anas y tardes paseando por este lugar. Por eso he decidido venir a vivir aqu¨ª.
5. Estudio internacional del actor Juan Carlos Corazza. All¨ª me form¨¦ durante cinco a?os. Fue el hogar de la actriz que llevo dentro. Tuve los mejores maestros y aprend¨ª a amar este trabajo. Crec¨ª como persona y como profesional. Y donde siempre volver¨¦ para seguir aprendiendo (Colomer, 7).
La vida en un escenario
Hija del director, productor y guionista Antonio Isasi-Isasmendi y de la actriz Marisa Paredes, Mar¨ªa Isasi (Madrid, 1975) naci¨® en los escenarios. Ha trabajado en cine con Agust¨ª Villaronga, Jim Jarmusch o Jaime Chavarri, en televisi¨®n y teatro
6. Mysore House Ashtanga Yoga. Lugar muy especial donde el trato es inigualable, donde el cari?o por el trabajo bien hecho, el respeto hacia uno y el amor por el bienestar se respira en el ambiente; eso sin olvidar la profesionalidad y delicadeza en el trato exclusivo de sus maestros (Santa Engracia, 70).
7. Estaci¨®n de Atocha. Cada vez que entro en ella recuerdo tantos y tantos viajes, tantas despedidas, bienvenidas¡ Por motivos de estudios, cuando iba y ven¨ªa a la Facultad de Bellas Artes en Cuenca, de gira teatral o por motivos personales... ?evoca tantas emociones!
8. Mercado de Ant¨®n Mart¨ªn. Soy de mercado. Como mi abuela, mi madre [Marisa Paredes] y todas las mujeres de mi familia. Pero de los mercados de toda la vida. Donde miras la mercanc¨ªa a la cara y hablas directamente con el que te lo vende, que casi siempre acaba haci¨¦ndose amigo; por eso vuelves. Aqu¨ª he comprado durante 12 a?os y desgraciadamente es de los pocos que quedan con sus puestos de toda la vida. Tambi¨¦n han sido muy importantes en mi vida Barcel¨®, o el de Augusto Figueroa, donde iba de peque?a con mi abuela a que me ense?ara el arte de hacer la compra.
9. Sala Kubik Fabrik. All¨ª se gest¨® Incrementum. Una sala acogedora donde creci¨® la funci¨®n y donde nos trataron divinamente. Un espacio teatral nuevo y con muchas posibilidades levantado a pulso por Fernando S¨¢nchez Cabezudo y que ya recoge los frutos gracias al acierto de su programaci¨®n (Primitiva Ga?¨¢n, 5).
10. Puerta del Sol. Para cualquiera que haya vivido el 15-M, as¨ª como tantas otras manifestaciones memorables es y ser¨¢ un lugar emblem¨¢tico donde defender nuestros derechos y libertades.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.