Un a?o con alma de d¨¦cadas
El Berl¨ªn Caf¨¦ celebra su primer cumplea?os con su nueva piel de cocteler¨ªa, sala de conciertos y espect¨¢culos, pero mantiene su esp¨ªritu originario y garantiza una de las mejores noches de Madrid
Una vez, La Shica ¡ªesa chiquilla de Melilla que tiene el punto punki de Bj?rk y el coraje de Lola Flores sobre el escenario y que lleg¨® hace a?os a Madrid para comerse el mundo y se lo comi¨®¡ª dijo que hab¨ªa un sitio con noche segura en la capital. El sitio al que ¡°ir sola para encontrarte con cualquiera¡±. El lugar para ¡°cuando no se encuentra plan¡±. El refugio de ¡°cualquier m¨²sico o artista¡±. La casa en la que te van a querer aunque la hayas liado. Hablaba del Berl¨ªn Caf¨¦.
?No se refer¨ªa a aquel que hace a?os acogi¨® a la escena m¨¢s canalla y jazzera de la ciudad, con Jerry Gonz¨¢lez, Tete Montoliu, Jorge Pardo y otras aves nocturnas desaparecidas o en peligro de extinci¨®n, a la cabeza. Sino al de hoy. El sitio que hace ya un a?o cambi¨® su piel pero no su alma.
Escaleras arriba, tras esa puerta estrecha del 4 de Jacometrezo, suben cueros con tachuelas, sombreros italianos, gafas de pasta y hasta visones falsos. Una barra de espejo a la derecha y sof¨¢s y sillones de terciopelo rojo a la izquierda. Y, al fondo, el escenario, ni corto ni largo. Este club, descendiente del Josealfredo (Silva, 22) y de sus c¨®cteles, espera hasta altas horas. Y sorprende con una jam sessi¨®n martes y domingos hasta las tres de la ma?ana; o con la m¨²sica electr¨®nica de los instrumentos de Redux Life and djs hasta las cinco un jueves. Y los otros d¨ªas suena a rock, folk, jazz o a un cabar¨¦ descarado. En un a?o, por ah¨ª han pasado todos, las viejas y las nuevas glorias. El propio Jerry con su trompeta y el saxo de Jorge Pardo, pero tambi¨¦n la orquesta de Nacho Mastretta y el flamenco ca?ero de La Shica. Todos, alguna vez, han encontrado all¨ª su sitio.
¡°En poco tiempo hemos logrado que los m¨²sicos sientan este lugar como suyo y que quieran tocar aqu¨ª; y que vengan y se queden y hasta se gasten el sueldo en nuestras copas¡±, dice Ezequiel Brid, uno de los socios argentinos que combina su trabajo en el Josealfredo con el del Berl¨ªn. Porque s¨ª, este club tiene alma de tango pero al rev¨¦s. Lo han puesto en marcha agitadores de la noche porte?os, contando con el buen hacer de los nativos de la regi¨®n y la fauna y la bohemia variopinta que habita o aterriza en esta ciudad.
El primer cumplea?os lo van a celebrar por todo lo alto. M¨¢s de 30 conciertos este mes que condensan lo mejor que ha subido por esas escaleras en los ¨²ltimos 12 meses. El 18 de noviembre ser¨¢ el d¨ªa dedicado a todos esos m¨²sicos que le han dado vida en los ¨²ltimos tiempos: ¡°Intentaremos que vengan todos¡±, comenta Brid. Y el broche de oro lo pondr¨¢ el trompetista brit¨¢nico Matthew Halsall el 30 de noviembre.
El Berl¨ªn Caf¨¦ ha logrado en tiempo r¨¦cord algo que, con una crisis apremiante, parec¨ªa imposible: hacerse un hueco en el circuito de m¨²sica en vivo de la ciudad y darle una oportunidad a sus vapuleadas madrugadas.
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