Y de postre, austeridad
Los grandes discursos parlamentarios de Feij¨®o suenan como la intervenci¨®n de un consejero delegado rindiendo cuentas ante su junta de accionistas
De aperitivo, un par de medidas para contener el d¨¦ficit. De primer plato, un ambicioso plan que ponga coto al d¨¦ficit. Como raci¨®n principal, un esfuerzo coordinado de todas las administraciones con el objetivo de seguir controlando el d¨¦ficit. Y de postre, un dulce canto a las bondades de reducir el d¨¦ficit. Tres a?os y medio despu¨¦s, el men¨² de Feij¨®o sigue invariable. Si se borrasen las alusiones lit¨²rgicas al nombre de Galicia, los elogios a la nobleza y laboriosidad de sus gentes o las frases desganadas para no apagar del todo la llama declinante del galleguismo popular, los grandes discursos parlamentarios de Feij¨®o suenan como la intervenci¨®n de un consejero delegado rindiendo cuentas ante su junta de accionistas. Fraga, un hombre de otra ¨¦poca, usaba frases grandilocuentes, porque en su mentalidad la pol¨ªtica no se pod¨ªa entender sin un toque de ¨¦pica. Ahora vivimos tiempos antipol¨ªticos. Y la ¨²nica ¨¦pica que cabe esperar de Feij¨®o es la del contable que se queda en la oficina hasta la madrugada para cuadrar mejor los balances.
?As¨ª que ya sabemos cu¨¢l es la novedad para el segundo mandato de Feij¨®o: que se redoblar¨¢ la lucha contra el d¨¦ficit. Puede parecer muy prosaico, pero el jefe del Gobierno gallego est¨¢ dispuesto a coronar una haza?a. Ya no se conforma con cumplir objetivos a?o a a?o. Ahora aspira a lograr antes que nadie el cielo dorado del d¨¦ficit cero, un camino en el que Galicia, seg¨²n destac¨® ayer su presidente, ha logrado el aplauso y hasta la envidia de Espa?a entera.
En la campa?a electoral, Feij¨®o ofrec¨ªa a los gallegos una nueva ilusi¨®n. Sobrepasado el desierto de los recortes, promet¨ªa cuatro a?os m¨¢s solaz¨¢ndonos en el oasis del crecimiento econ¨®mico. Con el aval de las urnas en el bolsillo, ayer no tuvo m¨¢s remedio que rebajar las expectativas sobre el brillante futuro que se vislumbraba como premio para la comunidad m¨¢s cumplidora y eficaz en el manejo de la tijera presupuestaria. El crecimiento descender¨¢ sobre nosotros en este nuevo mandato del PP, s¨ª, pero debemos ser pacientes y esperar a la segunda mitad de la legislatura. Lo que es tanto como reconocer que nos esperan otros dos a?os de recesi¨®n y astron¨®micas cifras de paro. Para ir tirando hasta entonces, Feij¨®o anunci¨® con solemnidad la creaci¨®n de un Fondo para el Crecimiento. Era la medida m¨¢s esperada de su discurso, a la vista de lo insinuado en campa?a. Y a pesar de que el presidente olvid¨® decirnos con cu¨¢ntos recursos estar¨¢ dotado ese fondo, que nadie se alarme. Seguro que no comprometer¨¢ el objetivo de d¨¦ficit.
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