Ilya Kaler triunfa en Santiago con la Real Filharmon¨ªa y Zumalave

La Real Filharmon¨ªa de Galicia, dirigida por maximino Zumalave ha obtenido un gran ¨¦xito junto a Ilya Kaler en el concierto de abono celebrado este jueves en el Auditorio de Galicia, en el que el violinista ruso hizo una espl¨¦ndida versi¨®n del Concierto para viol¨ªn de Antonin Dvorak. Tras los acordes orquestales introductorios, de color dvorakiano plenamente logrado, todo el lenguaje del maestro de Praga fue magistralmente traducido a sonido y emociones por Kaler. Su gran virtuosismo t¨¦cnico, siempre al servicio de la partitura, se vio brillantemente acompa?ado por Zumalave y la RFG.

Fueron especialmente rese?ables momentos como el solo en graves acompa?ado por las maderas del Allegro ma non troppo inicial, en la secci¨®n lenta de enlace con el Adagio non troppo y el ambiente alternante entre lirismo y dramatismo en que se desarrolla este. Luego, con el aire danzante del Allegro giocoso, el gran virtuosismo de Kaler, claro heredero expresivo de su maestro Isaak Stern, remat¨® luminosamente la obra de Dvorak. Herencia que tambi¨¦n reson¨® en la Gavotte en rondeau de la Partita n? 3 para viol¨ªn solo de Bach, con que Kaler correspondi¨® a la gran ovaci¨®n del p¨²blico.

Antes, Zumalave hizo una versi¨®n bien honda de Nubes blancas, obra espejo de los sentimientos y emociones de su amigo Xan Via?o en sus ¨²ltimos meses de vida. El sonido denso y de perfecto empaste de las secciones de cuerdas de la Filharmon¨ªa fue veh¨ªculo id¨®neo para la sentida expresi¨®n de dolores y temores por quien estren¨® la obra solo tres meses antes del tr¨¢nsito de Via?o.

Finaliz¨® el concierto con la Sinfon¨ªa n? 40 en sol menor de Mozart que, como Nubes blancas fue dirigida por Zumalave sin partitura, algo que siempre indica una mayor interiorizacci¨®n de la obra. Y hay que reconocer a Zumalave que hizo su propia versi¨®n de esta; con unos tempos r¨¢pidos y un car¨¢cter generalmente m¨¢s ligero de lo que actualmente viene siendo habitual, exhibiendo el virtuosismo orquestal de la RFG con un sonido fresco y terso. Se pudo a?orar, no obstante, una mayor tensi¨®n expresiva; sobre todo en el Andate, en el Trio, que el director compostelano atac¨® con pr¨¢cticamente el mismo tempo empleado en el Minueto, y en el Allegro assai final. Obtuvo una notable ovaci¨®n por parte del auditorio