Segunda oportunidad para los galgos
Aumentan las adopciones de esta raza de perros, a menudo sometidos a un trato cruel en zonas rurales Entidades como Galgos 112 lideran el proceso
Observar en las calles de las localidades catalanas a vecinos paseando galgos se est¨¢ convirtiendo en una escena de lo m¨¢s habitual. Y es que la adopci¨®n de este tipo de animales est¨¢ en auge, en parte gracias a asociaciones dedicadas a acoger a esta raza de perros y tramitarlos en adopci¨®n. En los municipios urbanos la figura de estos animales sobresale de las dem¨¢s porque los galgos, de aspecto elegante, atl¨¦tico y patas largas, pueden llegar a medir 70 cent¨ªmetros de altura y durante el invierno sus due?os suelen pasearlos ataviados con ropa de abrigo para resguardarlos del fr¨ªo.
Sin embargo, en la mayor¨ªa de ocasiones estos perros llegan a las grandes ciudades tras haber escapado de un pasado cruel: los conductores acostumbran a hallarlos abandonados o heridos en carreteras de toda Espa?a. En especial, en las localizadas en municipios rurales del sur de la pen¨ªnsula, donde los galgos son utilizados para cazar o en competiciones de velocidad.
Poco a poco, el conocimiento de estas pr¨¢cticas desemboca en una mayor concienciaci¨®n social, con lo que los galgos empiezan a dejar de estar enrejados en fincas campestres para convertirse en animales dom¨¦sticos. Es el caso de Rafa Ard¨¦vol y Mari Carmen Escarr¨¦, un matrimonio de Tarragona que adopt¨® dos galgos, llamados Bruma y Barsy. ¡°Son muy sociables, est¨¦ticamente bonitos, limpios y agradecidos, por eso los propietarios poco a poco enfermamos de galguitis y queremos m¨¢s¡±, bromea Ard¨¦vol, de 59 a?os.
Uno de sus ejemplares lleg¨® de Cuenca. Cuando hace dos a?os se empez¨® a interesar por estos animales, busc¨® informaci¨®n sobre ellos en internet. Entonces, encontr¨® en contacto con Galgos 112, una de las asociaciones m¨¢s activas del ramo y fundada en Catalu?a. Hoy Ard¨¦vol es delegado de la entidad en Tarragona. Galgos 112 naci¨® hace cinco a?os y medio y ya ha tramitado unas 1.500 adopciones.
Adem¨¢s, posee una red de casas de acogida en toda la pen¨ªnsula, hechas realidad gracias a un centenar de voluntarios y m¨¢s de 30 delegaciones. Nuria Murl¨¤ tiene 32 a?os y es secretaria de la asociaci¨®n. Explica que en la actualidad se abandonan ¡°muchos perros, pero lo que pasa con los galgos es muy superior a las otras razas¡±.
Los galgos, recuerda Murl¨¤, suelen ser utilizados para cazar liebres. ¡°El perro no solo acompa?a al cazador, sino que es quien localiza, mata y entrega la presa al amo¡±. Hasta que alcanzan 2 o 3 a?os son animales muy r¨¢pidos. Sin embargo, cada criadero de estos perros ¡ªconocido como galguero¡ª puede tener 7 u 8 ejemplares, y cada hembra dar a luz a una docena de cachorros. Por esta raz¨®n los galgueros deciden deshacerse de ellos cuando ya no ¡°les sirven¡±. En ese momento, suele sobrevenirse un destino cruel: ¡°En algunas zonas existe toda una tradici¨®n con rituales para matarlos. Al galgo se le da una muerte m¨¢s lenta o m¨¢s r¨¢pida seg¨²n peor o mejor cazador sea. Sus due?os los cuelgan o los lanzan dentro de pozos. Pueden agonizar durante dos o tres d¨ªas; esto en la Uni¨®n Europea no deber¨ªa pasar¡±, denuncia la secretaria de Galgos 112. En otras ocasiones los galgueros no los matan, pero s¨ª los abandonan. Despu¨¦s, conductores o vecinos se encuentran a los perros lesionados y atropellados en el asfalto.
Ah¨ª es cuando entran en juego asociaciones animalistas como Galgos 112. Los voluntarios de la entidad los acogen y los curan. Adem¨¢s, les tramitan la cartilla veterinaria y, paso a paso, los adiestran. ¡°Han sido maltratados, vienen con mucho miedo, debes acostumbrarlos a entrar en el ascensor o llevarlos por la calle con collares antiescape porque cuando pasan al lado de una moto con el ruido se asustan¡±, asegura Ard¨¦vol. Cuando hay alguna persona interesada en adoptarlos, los voluntarios le visitan con un ejemplar y comprueban que ser¨¢ ¡°un due?o adecuado¡±. Despu¨¦s, les ofrecen el galgo que mejor se adapta su tipo de vida y vivienda. El perro lleva un chip de la asociaci¨®n. Si llega un d¨ªa en el que el propietario ya no puede hacerse cargo de ¨¦l, debe devolverlo obligatoriamente a la asociaci¨®n. Murl¨¤ pide que se cumpla la legislaci¨®n para que esta especie deje de ser maltratada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.