Horchata para estar en casa

1. Aeropuerto de Madrid-Barajas. En los ¨²ltimos a?os y por motivos de trabajo se ha convertido forzosamente en uno de mis lugares preferidos de Madrid. Me encanta ponerme los cascos y relajarme en uno de los bancos del pasillo del puente a¨¦reo Madrid-Barcelona. Es tal el cari?o que le he cogido que incluso visito el aeropuerto cuando necesito desconectar.

2. El mercado de la Cebada. Cuando viv¨ªa en La Latina, este sitio era un punto de encuentro con mis amigos. Qued¨¢bamos para hacer la compra y luego ¨ªbamos con todas las bolsas a tomar el aperitivo a cualquier bar. A las cinco de la tarde se nos pod¨ªa ver con un gin-tonic en la mano y con las bolsas bajo la silla. Si era carne o pescado le ped¨ªamos al camarero que nos las guardara en el frigor¨ªfico.

3. La F¨¢brica de Horchata. Es de los pocos sitios de la capital en los que un valenciano puede sentirse como en casa (gastron¨®micamente hablando). Cuando empieza el buen tiempo voy al barrio de Tetu¨¢n a llevarme un par de litros (Villaamil, 44).

4. La plaza de la Paja. Conoc¨ª Madrid de la mano de Pablo Carbonell, mi compa?ero en Caiga Quien Caiga. Cuando fuimos a La Latina me dijo: ¡°Ah¨ª est¨¢ la Masturbation Square¡±. Los domingos en esta plaza me reconciliaron con la ciudad porque descubr¨ª que Madrid era m¨¢s que cemento y atascos.

5. Cafeter¨ªa Lorena. Este caf¨¦ bar de toda la vida era mi oficina particular. All¨ª me estudiaba los guiones y celebraba mis reuniones. No ten¨ªa nada en especial, pero me encantaba tomarme el pincho de tortilla mientras trabajaba. Al lado pod¨ªa tener a la se?ora del barrio reci¨¦n salida de la peluquer¨ªa tom¨¢ndose un caf¨¦ con leche servido por el camarero de toda la vida (plaza de la Cebada, 3).

6. Del Diego. Siempre me ha fascinado la parte de atr¨¢s de las principales calles de una ciudad. Y la de la Gran V¨ªa me sigue sorprendiendo. En una de aquellas incursiones descubr¨ª esta cocteler¨ªa. Un gin-tonic Del Diego es como un plato de lentejas de tu madre: imposible olvidar su sabor (Reina, 12).

7. Cines Ideal. Un domingo por la tarde sin cine es como un tesorero sin cuentas en Suiza [bromea]. Lo mejor de estos cines es que puedes ver las pel¨ªculas en versi¨®n original y hay t¨ªtulos independientes (Doctor Cortezo, 6).

8. El Rastro. Un planazo de domingo es ver las tiendas de muebles antiguos de la zona de la Ribera de Curtidores para acabar degustando una raci¨®n de gambas a la plancha en el bar La Paloma (Toledo, 85). Tambi¨¦n suelo ir con mi hijo para intercambiar cromos de animales en las inmediaciones de la Ronda de Toledo.

9. La calle de la Encarnaci¨®n. Me encanta viajar mientras callejeo por cualquier urbe. Y en Madrid esta sensaci¨®n la tengo cuando camino por esta angosta v¨ªa que me recuerda a Par¨ªs.

10. F¨ªgaro Caf¨¦. Es un bar de copas que he descubierto ¨²ltimamente y que tiene todas las papeletas para convertirse en uno de mis lugares favoritos. Es de los sitios en los que no paras de preguntarle al dj cu¨¢l es la canci¨®n que acaba de sonar. Lo recomiendo para ir en plan tranquilo despu¨¦s de cenar (Amnist¨ªa, 5).