El gale¨®n perdido de la Invencible
Un equipo de buceo apoyado por la Armada halla restos que podr¨ªan ser de 'La Ragazzona' Se trata de un gran nav¨ªo de la flota de Felipe II que encall¨® en la r¨ªa de Ferrol en 1588
Era el mayor buque de la Gran Armada o Armada Invencible. ¡°Mal llamada invencible¡±, corrigen r¨¢pidamente los historiadores. Lo que no hundieron los ca?ones ingleses en el Canal de la Mancha lo logr¨® un temporal galaico en cuesti¨®n de horas. El 8 de diciembre de 1588, tras fracasar la campa?a militar en Inglaterra, La Ragazzona, sigui¨® la estela de la malograda flota del rey Felipe II y se fue a pique en la bocana de la r¨ªa de Ferrol cuando iba hacia A Coru?a para ser reparada. Toda la artiller¨ªa del mejor gale¨®n del monarca espa?ol no sirvi¨® de nada contra una galerna de invierno que dej¨® al nav¨ªo sin rumbo a merced de vientos huracanados. Sin velas ni ancla, el esqueleto de madera de La Ragazzona se resquebraj¨® batiendo contra las rocas del cabo Priori?o y el buque naufrag¨® en la historia.
El fantasma de este gigante hundido resucit¨® esta semana de la mano de David Fern¨¢ndez Abella. Este investigador de la Facultad de Historia de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) lidera un equipo de arque¨®logos ¡ªArqueopat¡ª que se ha pasado la semana buceando en las aguas fr¨ªas de la r¨ªa (13 grados) de Ferrol en busca de los restos de un gale¨®n que ha dormido 425 a?os en el lecho marino sin que nadie lo hubiera buscado antes. A tiro de piedra de la zona del naufragio se construy¨® un gran y multimillonario puerto exterior y ni siquiera entonces se mencion¨® la posibilidad de que estuviera cerca o de que los dragados y obras acabasen por enterrarlo.
¡°Fue completamente ignorado¡±, dice Abella. Destaca que es el primer proyecto serio ¡°modesto y autofinanciado¡± que busca los rastros de un pecio que un buceador local ya avist¨® en 1990 en la ensenada de Cari?o, en la misma esquina noroeste de Galicia.
Dos equipos de siete buceadores se han turnado durante toda la semana para peinar el fondo marino de la r¨ªa
La expedici¨®n arranc¨® este pasado lunes con el apoyo de Argos S. L., una empresa gallega de arqueolog¨ªa subacu¨¢tica, y de la Unidad de Buceo de la Armada, que desde la base naval de A Gra?a (Ferrol) presta apoyo log¨ªstico con buzos, botellas y embarcaciones. Tras tres d¨ªas consecutivos de inmersiones, los buceadores dieron con los restos met¨¢licos de varios ca?ones de hierro de gran tama?o ¡ªunos dos metros de largo¡ª y ya aventuran que pertenecieron a La Ragazzona.
Abella quiere ser cauto y no da nada por sentado hasta que se corrobore ¡°al 100%¡±, por m¨¦todos cient¨ªficos, que esas piezas pertenecieron al gale¨®n. Pero la intuici¨®n ya le dice que s¨ª, que todo cuadra. Los fragmentos f¨¦rreos reposaban sobre la arena a profundidades ¡°de siete a 12 metros¡± en una zona tupida de algas de complican la visibilidad de los investigadores, que han ido acotando unas zonas y descartando otras.
Dos equipos de siete buceadores se han turnado durante toda esta semana para peinar el fondo marino de una r¨ªa muy rica en bivalvos con inmersiones de 60 a 90 minutos desde primera hora de la ma?ana hasta las cinco de la tarde.
Los arque¨®logos se han centrado en buscar trozos de cer¨¢mica o madera que les permitan datar m¨¢s r¨¢pido y con mayor precisi¨®n la ¨¦poca del pecio para compararla con otros restos naufragados de la Armada Invencible que fueron dejando su estela por toda la costa oeste de Irlanda cimentando su leyenda negra.
¡°Tenemos la esperanza de poder aportar m¨¢s datos pero hemos logrado otro objetivo importante: el hallazgo de un naufragio que ser¨¢ un punto de inter¨¦s arqueol¨®gico en la r¨ªa catalogado por Patrimonio de la Xunta de Galicia¡±, resume el primer investigador de esta expedici¨®n, que se empez¨® a gestar en 2008 y se fue aplazando por falta de fondos.
La Ragazzona, algo as¨ª como ¡°mujerona¡± en italiano, fue un gale¨®n de la Rep¨²blica de Venecia que Felipe II alquil¨® para engordar su famosa flota y lanzarla contra Inglaterra. El gale¨®n, con 36 metros de eslora (largo), era el buque insignia de la escuadra del Levante, que sumaba nueve naves a las ¨®rdenes de Mart¨ªn de Bertendona, el heredero de una larga estirpe de marinos vascos. El buque, con 30 ca?ones y 300 marinos, sali¨® muy tocado de los combates navales y regres¨® a Espa?a tras circunnavegar Gran Breta?a e Irlanda, capeando temporal tras temporal en un periplo aciago hasta recalar en la r¨ªa de Muros (A Coru?a) en octubre de 1588.
Felipe II orden¨® que fuera reparado en A Coru?a pero una s¨²bita tempestad del oeste le tronz¨® el ¨²ltimo amarre que le quedaba, y lo arrastr¨® hasta empotrarlo contra la costa ferrolana donde naufrag¨® el 8 de diciembre de aquel a?o.
La Ragazzona ha dormido en silencio cuatro siglos y un cuarto en la r¨ªa ferrolana. Sus ca?ones y los marinos que sobrevivieron, cuenta Fern¨¢ndez Abella, fueron ¡°fundamentales¡± para defender, cinco meses despu¨¦s, A Coru?a del ataque del pirata ingl¨¦s Francis Drake, en mayo del 1589, en la batalla que aup¨® a Mar¨ªa Pita como hero¨ªna de la ciudad por su coraje y resistencia.
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