Un juicio que se derrumba
La huida del ¨²nico testigo que delat¨® a la banda de Los Pasteleros pone en riesgo el reci¨¦n inaugurado macroproceso por narcotr¨¢fico y blanqueo
Lo que en las ¨²ltimas semanas era un rumor en medios de la investigaci¨®n, se confirm¨® la pasada semana, nada m¨¢s comenzar el juicio: El testigo de cargo que por fin permitir¨ªa encarcelar a la banda arousana de Los Pasteleros, considerada n¨²mero uno en importaci¨®n en la coca¨ªna en Espa?a, se hab¨ªa esfumado. Ninguna valoraci¨®n por el momento ha salido de los responsables policiales que durante a?os han venido pisando los talones a esta poderosa organizaci¨®n, ni tampoco de la Fiscal¨ªa Antidroga de la Audiencia Nacional que est¨¢ intentando reaccionar ante el vuelco que ha dado el caso tras el plante que el lugarteniente arrepentido dio al tribunal.
Esta posibilidad no estaba contemplada en el tramo final de esta importante operaci¨®n policial que comenz¨® a finales de 2008, cuando Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez Tub¨ªo, de 50 a?os, con antecedentes por narcotr¨¢fico y miembro cualificado de la presunta organizaci¨®n, firm¨® su declaraci¨®n ante el juez y el fiscal en la que desvelaba al detalle todo el organigrama de la banda.
Ni se trataba de un grupo de narcotraficantes al uso, ni la operaci¨®n para atacar su potente capacidad de importar coca¨ªna (unas 15 toneladas anuales) sigui¨® las pautas normales. La oportunidad para neutralizar a Los Pasteleros surgi¨® a ra¨ªz de que la Polic¨ªa logr¨® interceptar la salida, el 26 de mayo de 2008, de un pesquero de nombre San Miguel del puerto venezolano de Pampatar, que iba a traer un cargamento de coca¨ªna a Galicia.
El buque parti¨® vac¨ªo y el plan previsto es que alijara 3.429 kilogramos de coca¨ªna de una lanzadera que recoger¨ªa los fardos del agua que previamente habr¨ªa de bombardear un avi¨®n. Luego, el San Miguel continuar¨ªa su ruta hasta transbordar el alijo a una planeadora que le aprovisionar¨ªa de combustible.
Queda el delito fiscal
El esperado juicio contra Los Pasteleros tiene ya poco recorrido. Adem¨¢s de los tripulantes del San Miguel, el piloto Francisco Ca?¨®n, de A Illa de Arousa, que iba en la planeadora con Fern¨¢ndez Tub¨ªo, y el de la lanzadera Mario Fabrizi, se llevar¨ªan la peor parte al ser detenidos con la droga a bordo del barco. Tub¨ªo ya contaba con antecedentes por narcotr¨¢fico y pese al atenuante de colaboraci¨®n, la fiscal¨ªa ten¨ªa pruebas contundentes contra ¨¦l y le ped¨ªa una condena de 12 a?os, como hombre cualificado en el grupo y que hab¨ªa viajado a Venezuela para organizar este env¨ªo.
Una elevada condena si se compara con la solicitada para los considerados jefes de la organizaci¨®n: ?scar Rial y Jos¨¦ Constante Pi?eiro B¨²a, Costi?as, un hist¨®rico y puente con el c¨¢rtel colombiano con el que operaban. En un escal¨®n inferior considera el fiscal a Jos¨¦ Andr¨¦s B¨®veda Ozores, Charly, y a Francisco Pad¨ªn Gonz¨¢lez, el Pardillo que junto con el Pastelero no tienen antecedentes penales y ninguno pidi¨® un acuerdo de conformidad con la fiscal¨ªa.
La baza m¨¢s importante que le queda al proceso es la acusaci¨®n por blanqueo de dinero,cuatro a?os m¨¢s de c¨¢rcel para cada uno, pero si no se prueba el narcotr¨¢fico podr¨ªa quedar reducida a un delito fiscal. La investigaci¨®n patrimonial se extiende a familiares y socios de la c¨²pula del grupo cuyas propiedades y negocios est¨¢n embargados.
En todo caso tendr¨¢n que justificar los movimientos de dinero detectados por Hacienda. El Pastelero ¡°utiliz¨® negocios y empresas l¨ªcitas de su esposa para enmascarar las ganancias obtenidas en anteriores operaciones de tr¨¢fico de drogas similares a la relatada¡±, dice el fiscal. Arousa Chocolat, SL, es una de ellas y est¨¢ a nombre de su esposa tambi¨¦n procesada. Los ingresos en efectivo ¡°son dispares y sin criterio temporal¡±, como los 100.000 euros de dos d¨¦cimos de loter¨ªa del sorteo de Navidad de 2006, d¨¢ndose la circunstancia que uno de ellos es de la fracci¨®n primera de la serie 165 y otro de la fracci¨®n cuarta de la serie 157, ambos vendidos en una administraci¨®n de Oviedo.
Costi?as tendr¨ªa que justificar los ingresos en efectivo en empresas con las que supuestamente aparece relacionado: Altman Import Export, C & F Pi?eiro Obras y Promociones, o el Grupo 3 Expansiones y Contratas, adem¨¢s de la compra de patrimonio entre 2004 y 2009. Las multas se impondr¨¢n en funci¨®n de lo que hayan defraudado.
Pero las dificultades de ambas embarcaciones obligaron a retrasar los planes y no ser¨ªa hasta las 4.45 horas del 1 de junio, cerca de las islas Azores, cuando el Servicio de Vigilancia Aduanera abord¨® el barco, que sufr¨ªa una v¨ªa de agua, y de toda la tripulaci¨®n, incluida la planeadora que no pudo regresar a tierra porque no arrancaron los motores.
En esta embarcaci¨®n iba de tripulante el hombre que un a?o despu¨¦s decidi¨® colaborar con la justicia. Sus acusaciones permitieron abrir un enorme sumario contra las catorce personas que integraban la banda de Los Pasteleros. Un auto de 29 de octubre de 2009 decretaba el procesamiento de todas ellas, incluidos los 11 tripulantes venezolanos del San Miguel, y ordenaba embargos por valor de 500 millones de euros para cubrir las responsabilidades civiles de los acusados. Sin embargo ninguno fue detenido.
Un a?o despu¨¦s, la fiscal¨ªa present¨® su escrito de acusaci¨®n por narcotr¨¢fico y blanqueo de dinero, solicitando condenas de hasta 14 a?os para los principales cabecillas y multas millonarias que superan los 6.000 millones. La sorprendente rapidez con que actu¨® la maquinaria judicial en este proceso culmin¨® con el se?alamiento del juicio en tiempo r¨¦cord, si se compara con el retraso que arrastran otras causas anteriores.
Una semana antes del juicio, el arrepentido que viv¨ªa permanentemente con protecci¨®n policial y hac¨ªa su vida normal en su pueblo de Escarabote (Boiro) no se present¨® al juicio ni tampoco lo hicieron los 11 tripulantes venezolanos del pesquero. En su ausencia, el testigo se dirigi¨® al tribunal a trav¨¦s de una carta que firm¨® ante notario y que ley¨® su abogado, en la que declar¨® que todas las confesiones que hizo eran mentiras, producto de chismorreos de la c¨¢rcel, con las que solo pretend¨ªa librarse de la prisi¨®n.
Por si esto fuera poco, el abogado sorprend¨ªa al tribunal con la lectura de otra carta que su cliente dirig¨ªa a ?scar Rial Iglesias, El Pastelero, de 39 a?os, hombre clave del proceso, presunto financiero del grupo y sin antecedentes penales. El ya exarrepentido le pidi¨® perd¨®n por haberle se?alado como su jefe y los problemas que le hab¨ªa causado.
Ante este escenario inesperado, al tribunal no le qued¨® otra salida que ordenar la b¨²squeda y captura de Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez Tub¨ªo y de los marineros ausentes, y suspender la vista, que en principio podr¨ªa reanudarse el 28 de octubre. En medios judiciales ya admiten que son m¨ªnimas las expectativas de que el juicio se celebre conforme a lo previsto, despu¨¦s de que el ¨²nico testigo de cargo contra la c¨²pula de la organizaci¨®n haya renunciado a serlo.
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