Miedo y p¨¢nico
Da la impresi¨®n de que el PP no busca la verdad, pol¨ªtica y judicial, sino machacar al adversario
Hay datos que marcan la diferencia, por utilizar la manida frase de los futboleros cuando hablan de los goles de Messi o Cristiano. ?Pues vamos a los datos!
?El 25 de marzo, el presidente Gri?¨¢n contest¨® 13 preguntas en una rueda de prensa. De ellas, 12 eran sobre los ERE. Ese mismo d¨ªa, Cospedal anul¨® por quinta vez consecutiva la rueda de prensa habitual de los lunes, para no enfrentarse a preguntas sobre B¨¢rcenas. Rajoy lleva tres meses sin hablar con la prensa en Espa?a.
Conscientes de que su electorado les ser¨¢ fiel, roben lo que roben y callen lo que callen, los populares eluden las explicaciones ante la opini¨®n p¨²blica. Los socialistas, sin embargo, saben que sus simpatizantes est¨¢n hasta el gorro de que sus centenarias siglas se vean salpicadas por las fechor¨ªas de cocain¨®manos y borrachos de tres al cuarto. Y les exigen que den la cara.
Ayer, Rajoy areng¨® a puerta cerrada a 600 altos cargos del partido, deprimidos por el caso B¨¢rcenas y las fotos de Feij¨®o con el narco Dorado. Como es habitual, el presidente se parapet¨® tras una pantalla de plasma para eludir explicaciones. Ayer, tambi¨¦n, Gri?¨¢n acudi¨® por propia voluntad al Parlamento andaluz a explicar de nuevo el alcance del caso de los ERE.
Rajoy ha rechazado todas las peticiones de comparecencia en el Congreso para hablar de B¨¢rcenas, a quien ¨¦l nombr¨® tesorero. Gri?¨¢n, adem¨¢s de la comparecencia de ayer, ha contestado en doce ocasiones preguntas sobre los ERE en el Parlamento y ha declarado durante horas en una comisi¨®n de investigaci¨®n.
Pero estos datos, tan elocuentes, no sirven de nada cuando el acusador ha redactado ya la sentencia. Para el PP, lo de ayer fue un parip¨¦. Porque Gri?¨¢n no se declar¨® m¨¢ximo responsable del fraude de los ERE. Y no se van a conformar con menos.
Por eso no apoyaron en la comisi¨®n de investigaci¨®n del pasado a?o la resoluci¨®n de IU que fijaba la responsabilidad pol¨ªtica en los dos exconsejeros de Empleo Jos¨¦ Antonio Viera y Antonio Fern¨¢ndez. El PP quiere el m¨¢ximo trofeo: la cabeza de Gri?¨¢n, sabedores de que eso provocar¨ªa el estallido del Gobierno de coalici¨®n PSOE-IU. Su ¨²nica esperanza de llegar al poder.
Por ello, tambi¨¦n se?alan a Diego Valderas, vicepresidente de la Junta y l¨ªder de IU, como ¡°encubridor¡± de los ERE y de haberse vendido al PSOE ¡°por cuatro despachos, cuatro sillones y cinco coches oficiales¡±, en palabras del n¨²mero dos del PP, Jos¨¦ Luis Sanz.
Curioso personaje Sanz. Un economista de 45 a?os que solo ha trabajado en el PP, desde que a los 22 a?os entr¨® en el equipo de Javier Arenas. Ahora, sabedor de que quien lo design¨® a dedo secretario general, Juan Ignacio Zoido, no llega al pr¨®ximo curso, est¨¢ dando codazos (?o ser¨¢n coces?) para colocarse en primera l¨ªnea sucesoria.
Zoido acus¨® a Gri?¨¢n de ser ¡°el cajero¡± de los ERE y lo emplaz¨® a que se explicara en el Congreso. El presidente andaluz acept¨® dar esas explicaciones en el Parlamento aut¨®nomo, donde corresponde. El d¨ªa que Gri?¨¢n hizo ese anuncio, Sanz dice que vio ¡°a un presidente de la Junta cuya cara transmit¨ªa miedo y p¨¢nico¡±.
Un buen amigo, pol¨ªtico en activo, coment¨® esa revanchista frase de Sanz: ¡°Ya no se trata de acusar sin fundamento, es necesario tambi¨¦n que el acusado sufra¡±.
Porque, cuando Sanz utiliza ese lenguaje belicista, hablando de un Gri?¨¢n acorralado, prisionero de sus mentiras, escondido y c¨®mplice, uno piensa en que esta es una derecha que no argumenta con datos, con hechos, sino con odios y venganzas. Una derecha que no escucha, insulta. Que no dialoga, reprime. Que sentencia antes de juzgar.
Da la impresi¨®n de que el PP no busca la verdad, pol¨ªtica y judicial, en tan repugnante caso de corrupci¨®n, sino machacar al adversario. Haci¨¦ndolo sufrir, adem¨¢s. S¨ª, una derecha que infunde miedo y p¨¢nico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.