El Club de Campo ampli¨® su vida hasta 2034 sin permiso del Ayuntamiento
La empresa aprob¨® de forma irregular en 2003, justo antes de las elecciones, mantener el uso exclusivo de terrenos p¨²blicos durante nueve a?os m¨¢s
El Club de Campo Villa de Madrid es una empresa municipal que funciona como si no lo fuera, gestionando unos terrenos p¨²blicos para beneficio exclusivo de sus socios. La lista de irregularidades cometidas en los ¨²ltimos a?os es larga, pero quiz¨¢ la m¨¢s ilustrativa de c¨®mo algunos miembros del Ayuntamiento lo han administrado como su cortijo particular sea la que afecta a la naturaleza misma de la empresa.
Seg¨²n el acuerdo del Pleno municipal adoptado en 1991, el club deb¨ªa volver a manos del Ayuntamiento en 2025. Sus instalaciones revertir¨ªan entonces en la ciudad, y podr¨ªan ser usadas por todos los madrile?os. Sin embargo, apenas unos meses antes de las elecciones municipales de 2003, el club decidi¨® por iniciativa propia alargar su concesi¨®n nueve a?os m¨¢s, hasta 2034, sin contar para ello con el refrendo del Pleno municipal, al que correspond¨ªa legalmente la decisi¨®n.
El Club de Campo ocupa 195 hect¨¢reas (el 12%) de la Casa de Campo, un monte de la realeza que fue cedido a la ciudad el 1 de mayor de 1931, apenas dos semanas despu¨¦s de la proclamaci¨®n de la II Rep¨²blica. Los terrenos fueron entregados al Ayuntamiento ¡°para uso y solaz de los madrile?os¡±. Pero la Guerra Civil lo cambi¨® todo: sobre las trincheras se construy¨® un campo de golf; y el r¨¦gimen franquista cedi¨® el uso y disfrute de ese pedazo de la Casa de Campo a una instituci¨®n privada, la Real Sociedad H¨ªpica Espa?ola.
El Consistorio actual se?ala que, en todo caso, el club podr¨ªa seguir harta 2025
Esa concesi¨®n, realizada en 1941, conclu¨ªa en 1954, pero se prorrog¨® 30 a?os m¨¢s, hasta enero de 1984. Ya en democracia, y con un alcalde socialista, Enrique Tierno Galv¨¢n, el Ayuntamiento recuper¨® los terrenos.
Por entonces, el club era escenario de actos de la alta sociedad, y 7.000 de sus 20.000 socios eran militares. La cuota inicial ascend¨ªa a 3.000 euros (por 30.000 se pod¨ªa comprar un piso de 100 metros). Un alto directivo del club afirm¨® que, a partir de entonces, ¡°se har¨ªa lo que los rojos del Ayuntamiento quisieran¡±. Tierno Galv¨¢n replic¨®: ¡°Lo que los rojos quieren es siempre razonable¡±.
Al acabar ese plazo, volver¨¢ a poder ser disfrutado por todos los madrile?os
Lo que los ¡°rojos¡± consideraron finalmente ¡°razonable¡± fue constituir una empresa de mayor¨ªa municipal que se encargara de gestionar esas instalaciones. Calculaban que, cobrando 120 euros al a?o a sus 20.000 abonados, podr¨ªan mantener el club y abrirlo adem¨¢s al resto de madrile?os. El socio ideal para esa empresa parec¨ªa ser la Real Sociedad de H¨ªpica, que aportar¨ªa las instalaciones construidas con su dinero sobre terreno p¨²blico durante el franquismo; ese capital se considerar¨ªa amortizado al final de la concesi¨®n, en 1993. Y as¨ª se hizo finalmente, no sin ciertas vicisitudes.
El Ayuntamiento se qued¨® con el 51% del capital del club, y la Real Sociedad de H¨ªpica con el 49% restante. La decisi¨®n fue refrendada por el Pleno municipal; la empresa fue inscrita en el registro mercantil el 14 de febrero de 1985, con duraci¨®n hasta el 31 de marzo de 1993. Su objeto social era ¡°la explotaci¨®n como servicio p¨²blico¡± del club ¡°para solaz y esparcimiento de los ciudadanos¡±.
Dinero p¨²blico para uso privado
- El Club de Campo tiene un presupuesto de 18,6 millones. Sus ingresos provienen de las cuotas de los socios y de la venta de entradas; no recibe dinero del Ayuntamiento.
- Sin embargo, desde que en 1985, reci¨¦n constituido, el Gobierno municipal invirtiera 600.000 euros para pistas de tenis y p¨¢del, y hoyos de golf, muchas de sus instalaciones se han hecho con dinero p¨²blico.
- En 2006, por ejemplo, recibi¨® dos millones de euros en subvenciones de capital del Ayuntamiento de Madrid. Entre 2007 y 2009, obtuvo 1,5 millones de dinero p¨²blico.
- Los socios pagan 2.000 euros de inscripci¨®n y 700 al a?o. Pueden usar el club a precio simb¨®lico, mientras que al resto de madrile?os la entrada les cuesta 40 euros, y usar la piscina, otros 36.
El 30 de enero de 1991, dos a?os antes de la fecha en la que expiraba la concesi¨®n, el Pleno municipal (con mayor¨ªa del PP y UCD) ampli¨® su plazo hasta el 31 de diciembre de 2025. Pese a que para entonces se deber¨ªa haber dado por amortizada ya la participaci¨®n de la Sociedad de H¨ªpica, se la mantuvo en el accionariado con un 24,5%. El otro 24,5% pas¨® a manos de Patrimonio del Estado.
La concesi¨®n podr¨ªa rescatarse o ponerse en manos de una empresa privada
En el inventario municipal de zonas verdes, el Club de Campo figura en la actualidad como instalaciones y terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Madrid precisamente hasta el 31 de diciembre de 2025.
Sin embargo, en 2003, apenas unos meses antes de que Jos¨¦ Mar¨ªa ?lvarez del Manzano (PP) tuviera que abandonar la alcald¨ªa tras 12 a?os al frente de la ciudad, el Club de Campo decidi¨® por su cuenta y riesgo, y sin el refrendo obligado del Ayuntamiento, postergar su vigencia hasta 2034. Es decir, mantener esos terrenos p¨²blicos para uso exclusivo de sus socios durante nueve a?os m¨¢s.
Lo hizo mediante una junta general extraordinaria celebrada el 25 de marzo de 2003, en la que adem¨¢s aprob¨® varios cambios en sus estatutos que tampoco contaron con el refrendo del Pleno municipal. Se arrog¨®, por ejemplo, el derecho a construir y explotar nuevas instalaciones sobre terrenos de propiedad municipal o auton¨®mica. Todo ello, con la firma de ?lvarez del Manzano, y de los concejales Mercedes de la Merced e Ignacio del R¨ªo (PP), entre otros. Pero a espaldas del Pleno, en el que estaban representados todos los grupos pol¨ªticos, y que era el ¨²nico con potestad para ampliar la concesi¨®n en caso de considerarlo conveniente para los intereses de la ciudad.
Los esc¨¢ndalos en la instituci¨®n han llevado al PP a plantearse su futuro
El Gobierno municipal actual, presidido por Ana Botella (PP), ha dejado en manos de sus servicios jur¨ªdicos la subsanaci¨®n de este ¡°error¡±, pero ha recalcado en cualquier caso que la concesi¨®n llevada a cabo en 1991 s¨ª es legal, por lo que el club sigue teniendo cobertura jur¨ªdica hasta 2025.
La semana pasada, el presidente del club y concejal del distrito de Latina, Jos¨¦ Manuel Berzal (PP), insisti¨® sin embargo ante el Pleno en que la vigencia de la empresa se extiende hasta 2034, y se mostr¨® ¡°muy orgulloso¡± de c¨®mo se hab¨ªa gestionado la instituci¨®n.
Entre las muchas irregularidades desveladas en las ¨²ltimas semanas por EL PA?S, se cuentan: sus edificios (piscina, gimnasio, etc¨¦tera) carecen de licencia de funcionamiento, pero el Ayuntamiento permite pese a ello que siga abierto. El club olvid¨® pagar el Impuesto sobre Bienes Inmuebles y la tasa de basuras hasta este a?o. Y tambi¨¦n hasta este a?o, ha regalado tarjetas VIP de acceso gratuito a familiares de pol¨ªticos, miembros de la jet-set, periodistas y hasta al ex tesorero del PP Luis B¨¢rcenas.
Pese al car¨¢cter mayoritariamente p¨²blico y municipal de la instituci¨®n, los socios del club disfrutan a precio simb¨®lico de unos servicios que para el resto de ciudadanos tienen un coste prohibitivo. El Ayuntamiento se niega a convertirlo en un polideportivo municipal m¨¢s, o a sacar a concurso su gesti¨®n para que lo regente una empresa privada a cambio de un canon. Berzal afirm¨® la semana pasada, cuando UPyD le conmin¨® a ello, que ser¨ªa el PP qui¨¦n decidir¨ªa por su cuenta qu¨¦ hacer.
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