Desconocidas en la Alhambra

Entre los muros de la a¨²n misteriosa Alhambra de Granada se fraguaron numerosos episodios de intrigas que las nuevas investigaciones van desvelando paulatinamente. Algunos de esos estudios concluyen que muchas de las mujeres de la dinast¨ªa nazar¨ª (desde el siglo XIII al XV) han permanecido relegadas al olvido, debido, entre otras razones, al car¨¢cter masculino de la historiograf¨ªa ¨¢rabe medieval. Ahora, las conspiraciones, rivalidades, influencias y entresijos amorosos en la corte forman parte esencial de una investigaci¨®n que pretende desvelar la vida y personalidad de un grupo de mujeres que tuvo poder en la ¨¦poca y a trav¨¦s de cuyos ojos se cuenta por primera vez esta historia.

¡°En casi 260 a?os de monarqu¨ªa nazar¨ª, lo mismo que hubo hombres hubo mujeres y cada una ten¨ªa su linaje, su importancia. Y algunas jugaron papeles muy significativos¡±, explica Mar¨ªa de Mar Villafranca, directora del Patronato de la Alhambra, que coedita con la Editorial Comares el estudio Las sultanas de la Alhambra. Las grandes desconocidas del reino nazar¨ª de Granada (siglos XIII-XV), de la arabista B¨¢rbara Boloix. Es un an¨¢lisis desde la perspectiva cient¨ªfica que profundiza en la vida y relaciones de estas mujeres, sin olvidar a concubinas e hijas.

De las decenas que hay, y de las que da cuenta un detallado ¨¢rbol geneal¨®gico, su autora destaca a tres con caracteres muy distintos. En primer lugar, a la sultana F¨¢tima, que aunque naci¨® en el siglo XIII, tuvo capital importancia en la vida pol¨ªtica nazar¨ª del XIV; posteriormente destaca a Rim, mujer ileg¨ªtima de Yusuf I. Y, por ¨²ltimo, remarca por su delicadeza a Umm al-Fath, primera mujer de Mohamed IX El Zurdo, ya en el siglo XV.

Sin duda es F¨¢tima, hermana, hija y nieta de reyes, la que alcanz¨® un estatus y un poder que ninguna princesa posterior igual¨®. Por su sangre nazar¨ª, subi¨® al trono su hijo Ismail I, aunque con ello usurpara en ese momento el poder a la rama leg¨ªtima de los nazar¨ªes, y despu¨¦s asumi¨® la regencia de dos nietos. Adem¨¢s, el elogio f¨²nebre que el visir, cronista y secretario de la corte nazar¨ª Ibn al Jatib le dedic¨® durante sus exequias en la Alhambra evidencia la inusual huella que dej¨® F¨¢tima. ¡°Eso fue algo totalmente excepcional para una mujer, ya que era un honor reservado al emir¡±, destaca Boloix.

La dignidad de F¨¢tima contrasta con la avasalladora personalidad de Rim, una de las concubinas de Yusuf I, [hijo de Ismail I], que urdi¨® una conspiraci¨®n para acabar con el reinado de su hijastro, Mohamed V, para que fuera su primog¨¦nito, Ismail II, el que ocupara el trono. Rob¨® el tesoro real y manipul¨® sus relaciones sociales y familiares para tramar el destronamiento. As¨ª, no dud¨®, seg¨²n las fuentes medievales ¨¢rabes y cristianas, en concertar el matrimonio de una de sus hijas con el tambi¨¦n manipulador Mohamed VI, de otra rama paralela a la dinast¨ªa nazar¨ª. Ambos colaboraron en la inesperada toma de la Alhambra y deposici¨®n de Mohamed V, en agosto de 1359.

El caso de Rim no es tan conocido, pero ambos ponen en entredicho la autoridad masculina y reflejan la fortaleza de las mujeres, ya que el sult¨¢n deb¨ªa ser hijo de sult¨¢n pero no ten¨ªa por qu¨¦ ser de la primera mujer o de una leg¨ªtima (hasta cuatro permit¨ªa el Islam frente a un n¨²mero indefinido de concubinas). Hay m¨¢s ejemplos de estas conspiraciones en el seno de la dinast¨ªa nazar¨ª, como pudieron ser los forcejeos entre Aixa y Soraya, esposas de Muley Hac¨¦n, para asegurar cada una la preeminencia de sus respectivos hijos en el trono.

Y aunque la lucha por el poder y los matrimonios concertados fueron comunes, hay casos de relaciones delicadas. En este sentido, destaca en el siglo XV la primera mujer del emir Mohamed IX El Zurdo, Umm al-Fath. De ella dice el cronista Ibn Asim, quien le dedica un sorprendente relato, que era ¡°pura, honesta, bienhechora, ben¨¦fica y limosnera¡±. ¡°Hab¨ªa entre ambos m¨¢s afecto y misericordia de los que suele poner Dios entre dos primos (¡­) ¨¦l ten¨ªa influencia sobre ella y ella sobre ¨¦l, por su sincera armon¨ªa, la perfecta acomodaci¨®n...¡±

Entre otras aportaciones, el estudio revela alianzas matrimoniales de la estirpe nazar¨ª con dinast¨ªas del norte de ?frica y confirma la presencia de esclavas negras en la Alhambra.