Los Beatles y el histri¨®n
Gurruchaga llev¨® su desmesura gestual a la duraci¨®n de su espect¨¢culo de homenaje al grupo de Liverpool
Cantar a los Beatles plantea una disyuntiva endiablada: si uno se mantiene fiel a la partitura, siempre ser¨¢ mejor la versi¨®n original; si se opta por la recreaci¨®n libre, es tan factible el hallazgo como el sacrilegio. La Orquesta Mondrag¨®n no podr¨ªa ni plantearse la segunda opci¨®n, as¨ª que se acerca a los de Liverpool de manera muy rutinaria, aportando solo esa m¨¢scara de histri¨®n con la que el Gurruchaga artista disfraza al Javier m¨¢s vulnerable. El personaje inspira ternura, pero tambi¨¦n monoton¨ªa: el donostiarra no ha actualizado espasmos, aspavientos y ojos fuera de ¨®rbita en treinta y tantos a?os.
Convertida la cita de la Sala Arena en un ejercicio de nostalgia para medio millar de entusiastas, Gurruchaga llev¨® su desmesura gestual a la propia duraci¨®n del espect¨¢culo, dos horas largas entre Beatles, cl¨¢sicos demasiado trillados y ¨¦xitos propios que aportan pocos alicientes. Lo que en 1982 pod¨ªa pasar por vitri¨®lico hoy se antoja apolillado. Aunque no tanto como el recurso a la caperucita¡¯exi, despelotada y curvil¨ªnea, tan provocador y refinado como una pel¨ªcula del destape.
Javier es hoy un John Belushi alto, guipuzcoano y ca¨®tico, que se pelea con las letras, chapurrea el ingl¨¦s, reparte pecaminosas manzanas de su bolso y disemina mensajes incongruentes (¡°tengo la chaqueta m¨¢s mojada que el Alcoyano¡±) y hasta patri¨®tico (¡°?que nos den los Juegos Ol¨ªmpicos!¡±). Lo mejor, entre tanto batiburrillo, reencontrarse con el siempre infravalorado Jos¨¦ Mar¨ªa Guzm¨¢n, notable en I saw her standing there¡¯.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.