¡°Los pol¨ªticos nos invitan a hacer leyes¡±

Al sol, frente al Parlamento de Andaluc¨ªa. Ah¨ª es donde unos cuantos ciudadanos del grupo activista OpenKratio ha querido citarse para contar el proyecto democr¨¢tico en el que andan inmersos desde 2011. ¡°Llegar al Parlamento es el fin ¨²ltimo de este movimiento open (abierto). Que los ciudadanos podamos entrar a formar parte de las decisiones del Gobierno, que la soberan¨ªa sea del pueblo. Para nosotros, ser¨ªa un s¨ªmbolo si la pr¨®xima vez que vengamos, el edificio no tuviese una reja que nos alejara de la puerta¡±, dice F¨¦lix Onta?¨®n, uno de los cofundadores de esta iniciativa, en la que trabajan fundamentalmente por fomentar la transparencia en las instituciones p¨²blicas y mejorar las herramientas de democracia participativa.

Son cerca de 30 personas de muy distintas disciplinas las que colaboran de forma voluntaria por dar claridad a las herramientas democr¨¢ticas, y algunos incluso ni se conocen entre ellos, trabajan de forma virtual y, obviamente, participativa. ¡°Todos los documentos est¨¢n abiertos en la red, as¨ª, el que quiera puede aportar lo que le apetezca¡±, dice Onta?¨®n. Juan Romero, otro de los miembros resume parte del trabajo que desarrollan: ¡°Buscando informaci¨®n en las instituciones p¨²blicas no navegas por Internet, directamente naufragas. El objetivo es que cualquier persona comprenda las herramientas y acceda f¨¢cilmente a esa informaci¨®n, que les pertenece. Por eso desarrollamos programas y trabajamos por la accesibilidad¡±, explica.

Empezaron divulgando los derechos de los ciudadanos al acceso a la informaci¨®n p¨²blica en un congreso, continuaron haciendo proyectos pr¨¢cticos de apertura de datos, despu¨¦s comenzaron a llamarlos para impartir cursos de formaci¨®n, hasta que han resultado ser tambi¨¦n un lobby de presi¨®n y un grupo de ciudadanos al que recurren los pol¨ªticos para solicitarles asesoramiento en la redacci¨®n de leyes e implantaci¨®n de gobierno abierto. ¡°Formamos parte del grupo motor para hacer aportaciones a la Ley de Participaci¨®n Ciudadana de la Junta y estamos, de momento, contentos con el proceso, aunque seguimos cautos y vigilantes hasta ver el texto final¡±, dice Onta?¨®n.

¡°Hemos descubierto con satisfacci¨®n la actitud de algunos pol¨ªticos dispuestos a escucharnos a los ciudadanos y hemos visto que, de alguna forma, nos invitan a colaborar para la redacci¨®n de las leyes¡±, a?ade David Rey, funcionario de la Universidad Pablo de Olavide. ¡°Hay pol¨ªticos que de verdad quieren hacer las cosas de otra manera y no saben c¨®mo. Es esperanzador que cuenten con nosotros¡±, a?ade David Rey.

Desde el consejo de Gobierno de la Junta tambi¨¦n les han pedido audiencia para conocer sus aportaciones a la Ley de Transparencia, que ya incluye algunas de sus propuestas. ¡°Esta semana hemos entregado un informe con 56 recomendaciones para la mejora del anteproyecto, y las hemos redactado en un foro abierto en Internet. Habr¨ªa muchos puntos que modificar para que alcance la plena transparencia, que es lo que buscamos¡±, a?ade Onta?¨®n. ¡°Adem¨¢s, a¨²n no nos han enviado alguna informaci¨®n que hemos solicitado a la Junta para hacer aportaciones mejores¡±, matiza.

¡°No obstante, parece que la Administraci¨®n est¨¢ aprendiendo a utilizar procesos de participaci¨®n¡±, matiza Rey. ¡°Ahora son los pol¨ªticos los que nos piden colaboraci¨®n a nosotros¡±, dice Onta?¨®n. El Ayuntamiento de la localidad sevillana de Casariche se ha puesto en contacto con ellos para pedirles asesoramiento en la gesti¨®n de un gobierno local m¨¢s abierto. ¡°Aqu¨ª en Andaluc¨ªa estamos muy bien posicionados en estrategias de apertura de ¨¢mbito local. Ya hemos participado en congresos internacionales para dar formaci¨®n en este aspecto¡±, a?ade Rey, quien promueve tambi¨¦n un portal de datos abiertos de su Universidad.

Pablo Mart¨ªn encabeza otra de las acciones de OpenKratio: el proyecto Colibr¨ª, que sirve de base a programadores para ordenar la informaci¨®n del Congreso. Mart¨ªn es el creador tambi¨¦n de la etiqueta de Twitter #weneedmorehackers (necesitamos m¨¢s hackers). ¡°En el buen sentido de la palabra¡±, aclara. ¡°Que todo el que pueda hacer algo por el bien com¨²n y est¨¦ a su alcance, que lo haga¡±, explica.

La preparaci¨®n de la ciudadan¨ªa para participar en estos procesos es otra de las cuestiones pendientes. ¡°La desafecci¨®n a la pol¨ªtica y la crisis provocan que la gente sea m¨¢s proclive a participar, pero habr¨ªa que dise?ar estrategias educativas para ense?ar a las personas a colaborar, a que la ciudadan¨ªa se implique¡±, reflexiona Rey. Por su parte, Juan Romero cita la acepci¨®n de idiota en la cultura cl¨¢sica. ¡°Se dice de aquel que no se ocupa de los asuntos p¨²blicos y solo le interesa el ¨¢mbito privado¡±, recuerda como algo que debe quedar en el pasado. ¡°Puede que la gente no est¨¦ bien preparada, pero s¨ª quiere participar. Y poco a poco est¨¢ tomando conciencia de su poder, del coste de las acciones y de su responsabilidad p¨²blica¡±, dice.

OpenKratio est¨¢ demostrando con sus proyectos como la implicaci¨®n de los ciudadanos beneficia a todos. ¡°Ya tenemos terminado el proyecto nacional Adopta una playa, que se ha hecho de forma colaborativa con datos p¨²blicos pero muy dif¨ªciles de encontrar, no sabemos si lo hacen as¨ª queriendo...¡± se pregunta Onta?o. ¡°Con este proyecto, los ciudadanos pueden conocer el estado de cualquier playa y denunciar, por ejemplo, si pone que es accesible a personas con movilidad reducida y despu¨¦s no est¨¢ habilitada¡± a?ade. ¡°Queremos que todos nos convirtamos en auditores de sal¨®n¡±, concluye Rey. Romero se despide dando una peculiar tarjeta de visita. Su contacto est¨¢ impreso en tinta negra sobre acetato. Un material transparente.