Mar impone nuevas normas que bloquean la venta de almeja de Carril

Tras el acuerdo con la flota del pulpo, a la Conseller¨ªa do Mar se le ha abierto otro frente. La orden del 27 de julio de 2012 que regula las tallas m¨ªnimas de moluscos ha puesto en jaque a la Agrupaci¨®n de Parquistas de Carril (Vilagarc¨ªa de Arousa). El texto impone por primera vez a este colectivo, integrado por 300 mariscadores, l¨ªmites de tama?o para poder vender el producto, unos requisitos que mantienen bloqueada la producci¨®n. ¡°Esta normativa est¨¢ asfixiando nuestra econom¨ªa, todav¨ªa m¨¢s, en plena crisis econ¨®mica y de precios, pero los pol¨ªticos ni nos escuchan ni buscan soluciones por el bien de todos¡±, afirma el presidente de los productores, Jos¨¦ Luis Villanueva, quien junto al patr¨®n de la cofrad¨ªa ha remitido un documento a la conseller¨ªa que a¨²n no ha obtenido respuesta. ¡°No podemos esperar de brazos cruzados mientras muere el poco marisco que hay en los viveros¡±, a?ade.

Inspectores de la Xunta ya obligaron a retirar y devolver a los parques cientos de kilos de almeja babosa al no cumplir con la talla m¨ªnima de 38 mil¨ªmetros que exige ahora Mar. Estas intervenciones podr¨ªan derivar en importantes sanciones econ¨®micas para la cofrad¨ªa como responsable de la lonja y del marisco que vende. Adem¨¢s, parquistas y cofrad¨ªa han acelerado las reuniones para intentar salvar la Festa da Ameixa que se celebra en Carril desde hace 20 a?os y que debido a la falta de almeja babosa de talla reglamentaria est¨¢ en el aire. Mientras esperan una mediaci¨®n del alcalde de Vilagarc¨ªa, Tom¨¢s Fole, la suspensi¨®n de la cita, afirman, supondr¨ªa otro quebranto a su econom¨ªa. ¡°Esto es un castigo gratuito y no entendemos el motivo pero tenemos claro que intentamos el di¨¢logo y no queremos enfrentamientos porque la fiesta la organizamos para promocionar la almeja de Carril¡±, dice Villanueva.

Mientras no haya respuesta de Mar, los parquistas se encuentran atrapados por las tallas impuestas. Tan solo el 10% de la almeja de los parques pasar¨ªa los controles legales porque no todo el bivalvo crece del mismo modo ni al mismo ritmo. Informes biol¨®gicos admiten que hay almeja babosa que nunca alcanzar¨¢ la talla comercial que exige la Xunta y que acabar¨¢ muriendo en los parques. ¡°Ella tiene su ritmo biol¨®gico que no es el de la conseller¨ªa¡±, a?ade el presidente.

La medida afecta de lleno a la Cofrad¨ªa Santiago de Carril, en cuya lonja venden los parquistas los bivalvos y que supone anualmente un volumen de negocio de 12 millones de euros. La agrupaci¨®n ya interpuso un contencioso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia para anular la normativa pero el fallo no se conocer¨¢ hasta septiembre, seg¨²n fuentes judiciales. Los asesores jur¨ªdicos de la agrupaci¨®n entienden que la aplicaci¨®n de la orden, en lo que respecta a los parquistas, quedar¨ªa en suspenso al ser recurrida, seg¨²n jurisprudencia del Tribunal Constitucional que han invocado ante la Sala. La interpretaci¨®n de este ¨²ltimo tribunal permite a los parquistas vender sus productos, debidamente documentados, a otros clientes autorizados como alternativa a la venta en lonja, pero no lo est¨¢n haciendo ante las amenazas de medidas coercitivas que ha lanzado el secretario general del Mar, Juan Maneiro.

Otro conflicto es el desatado tras el anuncio de Mar de reformar el Real Decreto 158/91 que regula los derechos de las concesiones administrativas de este colectivo desde hace 22 a?os. La reforma, que se perfila en un borrador, es para los productores ¡°absolutamente innecesaria e introduce una gran incertidumbre econ¨®mica para el futuro de su actividad¡±. La agrupaci¨®n viene reclamando la legalizaci¨®n de algunas concesiones que llevan a?os operando en precario. Los parquistas de Carril no han estado representados en el Consello Galego de Pesca y los trabajos de reordenaci¨®n se han dise?ado sin que pudieran ser escuchados.

Los parques de cultivo de Carril representan un caso singular, m¨¢s localizado y menos conocido en la actividad marisquera gallega, diferente al marisqueo libre o a pie o a la acuicultura industrial. Se basa en el cultivo intensivo de bancos artificiales de arena divididos en parcelas adjudicadas bajo concesi¨®n administrativa a familias que llevan m¨¢s de 200 a?os explot¨¢ndolas.