La noche m¨¢s larga del hospital Cl¨ªnico

¡°?Hago falta?¡±. El m¨®vil de Carmen Varela, coordinadora de Urgencias del hospital Cl¨ªnico de Santiago, herv¨ªa. Al otro lado, m¨¦dicos de su centro, y del resto de Galicia, llamaban sin cesar para ofrecerse a atender a los heridos del accidente ferroviario. ¡°No me daba tiempo de contestarles a todos. Al final, muchos vinieron directamente, sin esperar una respuesta¡±, explica. El Complejo Hospitalario Universitario de Santiago (CHUS) es un centro de referencia (de tercer nivel, en jerga sanitaria), preparado para atender emergencias m¨²ltiples y con quir¨®fanos suficientes para, por ejemplo, hacerse cargo de un choque en carretera o un accidente laboral con varias v¨ªctimas. Pero lo que se encontr¨® la noche del 24 de julio era otra cosa. Decenas de heridos, muchos de gravedad, con todo tipo de fracturas y contusiones, se acumulaban en las v¨ªas junto a la aldea de Angrois, a las afueras de Santiago.

¡°Nada te prepara para algo as¨ª¡±, dice Varela. ¡°Puede haber protocolos, sesiones de formaci¨®n con los equipos de emergencias que atendieron el 11-M en Madrid, pero experiencia en esto no tiene nadie¡±. Asegura que est¨¢ muy orgullosa por c¨®mo el hospital manej¨® la situaci¨®n. En lo personal, ¡°algo as¨ª te afecta¡±, dice. ¡°Pero estamos muy contentos de lo bien que sali¨® todo¡±, apostilla. Al contrario de lo que sucedi¨® con los medios de comunicaci¨®n, que poco a poco fueron recibiendo datos que confirmaban la envergadura del accidente, la llamada que avis¨® a Varela del enorme reto que se le ven¨ªa encima tuvo que ser brutal: ¡°El 061 llam¨® a Cr¨ªticos y dijo que hab¨ªa ocurrido un atentado terrorista. Esa fue la primera informaci¨®n. Nos dijeron que pod¨ªa haber centenares de v¨ªctimas¡±. El hospital se enfrentaba a su noche m¨¢s larga.

¡°Lo primero que hice fue retener al personal, pedirles a todos, que terminaban su turno a las diez, que no se marcharan. Despu¨¦s pusimos en marcha los dispositivos de material para que hubiera de todo en grandes cantidades y despejamos los pasillos¡±, explica Varela. El personal result¨® no ser un problema, como se vio despu¨¦s, cuando en la urgencia aparecieron cirujanos, digest¨®logos, neur¨®logos¡­ todos dispuestos a echar una mano coordinados por los m¨¦dicos de urgencias. Mientras ellos se preparaban, en el lugar del accidente los servicios de emergencias hac¨ªan el triaje: asignaban cartulinas de colores a los heridos en funci¨®n de su gravedad. Empezaron a llegar los ¡°rojos¡±, los que ten¨ªan peligro vital inmediato. ¡°La mayor¨ªa ten¨ªan heridas con fractura debajo. Hubo mucho traumatismo tor¨¢cico, contusiones pulmonares¡­ Lesiones producidas por atrapamiento, sobre todo en brazos y parte superior del cuerpo¡±.

Enseguida empezaron a funcionar los quir¨®fanos. El jefe de servicio de Anestesia y Reanimaci¨®n, Juli¨¢n ?lvarez, explic¨® ayer a EL PA?S que entre las diez y las once de la noche ya hab¨ªa 11 quir¨®fanos operando simult¨¢neamente. Siguieron durante la madrugada y a la ma?ana siguiente. Hacia las seis y media de la tarde, ?lvarez, que apenas hab¨ªa dormido tres horas, anunciaba que acababa de entrar a quir¨®fano el ¨²ltimo herido del accidente al que hab¨ªa que intervenir. M¨¦dicos de todas las especialidades se presentaron en su hospital pese a estar de vacaciones o de descanso tras una guardia. ¡°En pediatr¨ªa ha estado aqu¨ª el cien por cien de la plantilla¡±, dec¨ªa ayer, orgulloso, el jefe de servicio, Jos¨¦ Martin¨®n.

¡°Es la primera vez que vemos esto, y muchos en toda su vida no lo ver¨¢n m¨¢s, afortunadamente¡±, dice la coordinadora de Urgencias. ¡°La gente acab¨® machacada pero con el orgullo de haber solucionado la situaci¨®n¡±. El trabajo est¨¢ ahora en las unidades cuidados intensivos (UCI), donde siguen ingresadas 27 personas, tres de ellas ni?os; en las plantas de hospitalizaci¨®n donde se recuperan los que han salido de peligro y en los quir¨®fanos, donde habr¨¢ que volver a intervenir a alg¨²n paciente.

Ismael hace guardia en la puerta de la unidad de cuidados intensivos infantil. Su hija Luc¨ªa, de 11 a?os, se rompi¨® las dos piernas en el accidente. Viajaba con sus t¨ªos, que tambi¨¦n resultaron heridos, a Santiago a pasar unos d¨ªas de vacaciones. ¡°La operaron ayer y est¨¢ recuper¨¢ndose¡±, cuenta su padre. ¡°No se acuerda de nada¡±, a?ade con alivio. Luc¨ªa es una de los tres ni?os que a¨²n siguen en la UCI pedi¨¢trica.