Las ¡®colonas¡¯ de la Casa de Campo

La primera vez que fue mencionada la presencia de cotorras argentinas en la ciudad de Madrid fue en 1985. De moda ef¨ªmera como animales de compa?¨ªa, algunas mascotas alcanzaron la libertad, no se sabe si por fugas involuntarias o la apertura premeditada de sus jaulas por alg¨²n due?o irritado con el car¨¢cter d¨ªscolo y ruidoso de la especie. En 1993 ya se citan nueve nidos en la Casa de Campo, en la zona del lago, que se convirti¨® en el principal n¨²cleo reproductor de las aves.

Desde all¨ª las primeras cotorras conquistadoras se extendieron por otros parques de la capital, como el de San Isidro o el Campo del Moro, empleando la ribera del Manzanares como v¨ªa de expansi¨®n hasta el parque de Tierno Galv¨¢n... As¨ª, hasta colonizar 15 grandes zonas verdes y alcanzar una poblaci¨®n de 1.768 ejemplares, seg¨²n el censo realizado por Paloma Cervantes Escalera, Lourdes del Horno Sempere y Sergio Garc¨ªa Mu?oz en su estudio de final de carrera de Biolog¨ªa de la Universidad Complutense. El n¨²mero de ejemplares en la regi¨®n se desconoce.

Conocidas por su apetito voraz, que sacian con las semillas de los campos de cultivo o de golf dentro de su zona de influencia, as¨ª como por su agresividad con gorriones y palomas, a quienes expulsa a otros lugares, la primera estimaci¨®n de poblaci¨®n de cotorras en la capital data de 1998, con un resultado m¨ªnimo de 123 individuos. Ya en 2000, el censo que se realiz¨® valor¨® la poblaci¨®n en cerca de 1.000 individuos, cifra que aument¨® hasta 1.367 en 2005.

Una de las conclusiones del estudio es que, mientras mirlos, urracas y palomas presentan una distribuci¨®n amplia a lo largo de todo el entorno urbano, las cotorras se dan ¨²nicamente cerca de parques o zonas verdes. Todas, a excepci¨®n del Parque del Retiro, se encuentran circundantes al centro de la ciudad, mayoritariamente en la zona oeste. De los 289 nidos contabilizados ¡ªsuelen alcanzar varios tama?os mayores que el una persona y 50 o m¨¢s kilos de peso¡ª, el 23,88% se encuentran en el Parque del Oeste, superando incluso a la metr¨®polis de la Casa de Campo (17,30%).

Los cedros representan al 90% de los ¨¢rboles escogidos por la especie para nidificar. El 10% de los nidos restantes se reparten entre pl¨¢tanos, pinos, acacias y abetos. ¡°La mayor parte los ¨¢rboles en los que se encontraron nidos cumplen unas caracter¨ªsticas estructurales similares: gran envergadura, cobertura de ramaje y hojas muy tupidas, y ramas anchas y relativamente horizontales al menos en el lugar uni¨®n al tronco¡±, reza el estudio.

Para frenar la que los expertos consideran una plaga potencial, la Comunidad de Madrid permite desde mediados de mes la ¡°captura y muerte de cualquier ejemplar¡± de cotorra argentina o de Kramer, as¨ª como de mapaches. Las ¡°medidas de lucha contra las especies ex¨®ticas invasoras¡± son exclusiva del personal municipal o de las empresas especializadas contratadas para su erradicaci¨®n. Tambi¨¦n tienen permiso los cazadores que se encuentren en un coto: en el caso de que se les cruce por ejemplo un mapache, podr¨¢n abatirlo sin miramientos.

Entre los m¨¦todos empleados no se podr¨¢ utilizar veneno, y la captura con armas de fuego requerir¨¢ la previa autorizaci¨®n de la Consejer¨ªa de Medio Ambiente y Ordenaci¨®n del Territorio. Para facilitar las labores el Gobierno de Ignacio Gonz¨¢lez tambi¨¦n ha agilizado los tr¨¢mites burocr¨¢ticos, concediendo a los 179 municipios de la regi¨®n los permisos necesarios sin esperar a que se los pidan.