Notas contra el dolor de cuerpo y alma
Profesores de una escuela de Ja¨¦n usan la musicoterapia para mitigar el sufrimiento de los pacientes durante las sesiones de quimioterapia
Suena el tema Imagine de John Lennon en el Hospital de D¨ªa de Oncolog¨ªa de Ja¨¦n. Una veintena de pacientes escuchan los acordes de guitarra, piano y percusi¨®n a cargo de Natalia Garrido, Carmen Mart¨ªnez o Cristina Garc¨ªa y alivian as¨ª brevemente sus dolencias. La sesi¨®n de quimioterapia resulta, sin duda, mucho m¨¢s reconfortante.
Una decena de profesores de la Escuela de M¨²sica Maestro Cebri¨¢n de la capital jiennense protagonizan una experiencia pionera en las unidades de oncolog¨ªa de los hospitales espa?oles: la musicoterapia ambiental para enfermos de c¨¢ncer. Durante un d¨ªa a la semana, estos profesionales de la m¨²sica van rotando y pasean tocando con sus instrumentos por el hospital, primero por las habitaciones de la planta de oncolog¨ªa con sesiones individualizadas donde los musicoterapeutas buscan la participaci¨®n activa de los pacientes y, m¨¢s tarde, por el hospital de d¨ªa, donde hacen m¨¢s llevaderas las duras sesiones de quimioterapia.
¡°Que algo tan hermoso y tan m¨¢gico como es la m¨²sica pueda aportar cosas beneficiosas para una persona que est¨¢ sufriendo es algo que no tiene palabras; para m¨ª es un sue?o con el que me levanto todos los d¨ªas¡±. Natalia Garrido no oculta una cierta pasi¨®n cuando habla de un proyecto fraguado por ella misma y que hoy ya es una realidad. Esta musicoterapeuta formada en la Universidad Aut¨®noma de Madrid no dud¨® en presentar esta iniciativa al hospital de Ja¨¦n en cuanto lleg¨® de Estados Unidos, donde trabaj¨® en este campo.
¡°Usamos la m¨²sica como medio para conseguir objetivos terap¨¦uticos con los pacientes como puede ser mejorar el manejo del dolor y aumentar su calidad de vida¡±, indica Garrido. Y todo, a?ade esta musicoterapeuta, a trav¨¦s de una disciplina que se presenta como ¡°una terapia complementaria en el ¨¢mbito hospitalario y que se compagina con el tratamiento m¨¦dico tradicional¡±. Todos los que participan en este programa tuvieron que realizar un curso de formaci¨®n para conocer mejor el entorno y las necesidades de los pacientes.
El bolero y el c¨¢ncer
Son muchas las experiencias que ha compartido la musicoterapeuta Natalia Garrido en oncolog¨ªa. Recuerda el caso de una paciente con un pron¨®stico severo cuyos hijos gastaban todas sus energ¨ªas en su cuidado sin invertir tiempo en rescatar lo que les vinculaba a ella. ¡°Les pregunt¨¦ si se acordaban de alguna canci¨®n que tuvieran identificada con su madre. El hijo mayor record¨® un bolero, empez¨® a cantarlo y su madre se levant¨® de la cama y les dijo que bailaran. Fue un momento necesario entre ellos, y durante un rato, el c¨¢ncer no fue el protagonista, que por desgracia, lo es normalmente¡±, reflexiona.
Pedro S¨¢nchez Rovira, jefe de la Unidad de Oncolog¨ªa del complejo hospitalario de Ja¨¦n, acogi¨® de inmediato el proyecto. ¡°La musicoterapia ayuda a mitigar la carga de estr¨¦s emocional que soportan estos pacientes. Claro que nos ayuda, porque permite que el enfermo se sienta m¨¢s c¨®modo, mejora su calidad de vida y hace que las sesiones de quimioterapia sean m¨¢s relajadas¡±, explica el doctor. Prueba de la aceptaci¨®n que tiene este programa, a?ade S¨¢nchez Rovira, es que muchos pacientes piden hacer coincidir sus sesiones terap¨¦uticas con la presencia de los m¨²sicos.
Y as¨ª es como, semana a semana, estos int¨¦rpretes y musicoterapeutas jiennenses intentan aportar su granito de arena en la lucha contra el c¨¢ncer. Lo hacen con temas de m¨²sica cl¨¢sica, pop espa?ol, rock internacional y bandas sonoras de pel¨ªculas que, en muchas ocasiones, demandan los mismos pacientes. ¡°Intentamos que sean piezas suaves y relajadas para que resulten una experiencia agradable y beneficiosa a los pacientes, y la verdad es que a cambio recibimos mucho afecto y agradecimiento¡±, se?ala Cristina Garc¨ªa de la Torre, que es la directora de la Escuela Maestro Cebri¨¢n, un centro de larga tradici¨®n musical en la capital jiennense de donde salen los profesores involucrados en esta iniciativa. Es el caso, por ejemplo, de la pianista Carmen Mart¨ªnez, que define as¨ª su experiencia: ¡°La mejor recompensa es ver la cara de satisfacci¨®n de los pacientes¡±.
La musicoterapeuta Natalia Garrido sostiene que con esta forma de hacer uso de las notas ¡°los pacientes pueden evadirse de la enfermedad y se puede trabajar el v¨ªnculo entre familiares y enfermos que a veces est¨¢ muy desgastado debido al proceso tan duro que es el tratamiento del c¨¢ncer¡±. Por eso destaca el trabajo que se hace en las habitaciones, donde los pacientes pueden tocar instrumentos o cantar temas significativos para ellos, y todo con t¨¦cnicas espec¨ªficas de relajaci¨®n con m¨²sica que son muy efectivas en situaciones de trauma.
El programa de musicoterapia en el hospital de Ja¨¦n es posible este a?o gracias a la financiaci¨®n de la junta provincial de la Asociaci¨®n Espa?ola Contra el C¨¢ncer (AECC), que tambi¨¦n cont¨® con estos m¨²sicos en unas recientes jornadas sobre autocuidados del paciente y est¨¦tica oncol¨®gica.
Adem¨¢s, en colaboraci¨®n con otra musicoterapeuta, Lorena Cuenca ¡ªque se encarga tambi¨¦n de programar repertorios¡ª se est¨¢ aprovechando esta iniciativa para realizar una investigaci¨®n donde comparar si la participaci¨®n en sesiones de musicoterapia ambiental, durante la administraci¨®n del tratamiento con quimioterapia, aporta diferencias significativas en el estado an¨ªmico, efectos secundarios y calidad de vida en enfermos de c¨¢ncer, frente a un grupo control que no recibe dichas sesiones.
¡°La m¨²sica en vivo no solamente transforma el entorno ac¨²stico en el que se encuentra el enfermo y el equipo sanitario, sino que sus cualidades terap¨¦uticas y su uso intencionado influyen en la experiencia que el enfermo est¨¢ teniendo en el momento de recibir el tratamiento con quimioterapia¡±, apunta Sergio Garrido, psicoonc¨®logo de la AECC.
Los promotores de este programa de musicoterapia ambiental piensan ahora en extender la iniciativa a la unidad de neonatolog¨ªa y a la de cuidados intensivos de prematuros. Hasta la llegada de estos m¨²sicos, las ¨²nicas experiencias similares en el complejo hospitalario de Ja¨¦n fueron las visitas de m¨²sicos de Francia a su Unidad del Dolor y Cuidados Paliativos del centro Doctor Sagaz y a los ni?os del materno-infantil, donde interpretaron peque?as composiciones con instrumentos musicales elaboradas con elementos naturales como madera, cocos o caracolas.
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