Xunta y gobierno de Rianxo se acusan de dejar sin amparo a un vecino enfermo
La Polic¨ªa Local se encontr¨® varias noches al hombre tirado en la calle. "La Xunta est¨¢ lejos¡±, dice la concejala del municipio Un juzgado ha retirado la tutela al Gobierno gallego
Desde que en septiembre un juzgado de Padr¨®n retir¨® la tutela de un hombre de 54 a?os a la Funga (la fundaci¨®n dependiente de Benestar creada para responsabilizarse de los adultos incapacitados y desamparados), el propio afectado, con su escu¨¢lida pensi¨®n, y el Ayuntamiento de Rianxo est¨¢n cubriendo los gastos derivados de su ingreso en una residencia. Pero la concejala de Asuntos Sociais, Adelina Ces, advierte de que el consistorio no tiene dinero para esto. Defiende que es la Xunta la que, mientras no se resuelve por la v¨ªa judicial la denuncia por un delito de abandono que present¨® contra la Funga la propia Polic¨ªa Local de Rianxo, debe costear la plaza que da cobijo a J. Benestar, por la parte que le toca, da explicaciones en sentido contrario.
Los agentes se hab¨ªan encontrado varias veces tirado en la calle, en un estado penoso, desorientado, desnutrido, borracho, muy sucio e incapaz de volver a casa a este rianxeiro. Y al menos en dos ocasiones, seg¨²n explican en el Ayuntamiento, se inform¨® a la Funga, que desde marzo de 2013 deb¨ªa velar, pero supuestamente no lo hac¨ªa, por el bienestar de este se?or incapacitado, e incapaz de atender a las cuestiones m¨¢s elementales y cotidianas de su vida. El juzgado ha confiado temporalmente la tutela a la Administraci¨®n local, la misma que ¨²ltimamente, seg¨²n Ces, alertaba a la Xunta del peligro que supondr¨ªa abandonar al enfermo por m¨¢s tiempo, sobre todo cuando llegase el fr¨ªo del invierno.
En el Ayuntamiento dicen que J. no se alimentaba y gastaba esa parte estipulada de su pensi¨®n que la Funga le permit¨ªa sacar del banco ¨²nicamente en alcohol y tabaco, sin que nadie vigilase que no fuese as¨ª. Lo ¨²nico que hac¨ªa la fundaci¨®n, seg¨²n explican, era ejercer el control sobre la cuenta bancaria de este marinero retirado limitando el acceso a su dinero. Un hombre que conoci¨® una vida como la de la mayor¨ªa, que estuvo casado y tuvo hijos, que lleg¨® a tener buenos ingresos econ¨®micos porque trabaj¨® ¡°en las plataformas¡±, recuerdan sus vecinos, termin¨® malamente retirado, con lesiones, una peque?a pensi¨®n de invalidez y un grado de alcoholismo que ha derivado en otras enfermedades.
La edil nacionalista comenta que en su departamento est¨¢n ¡°a la espera de que Benestar d¨¦ la orden de libranza¡± (algo que, seg¨²n ellos, se comprometieron a solucionar en diciembre) y pague la parte de la residencia que el vecino no alcanza a cubrir. Durante estos meses, el hombre ha tenido tiempo de cambiar de centro. Primero ingres¨® precipitadamente donde hab¨ªa hueco, en uno privado de Noia, y ahora, seg¨²n el Ayuntamiento, ha conseguido sitio en otro con plazas que dependen de la Xunta.
Pero Benestar da una versi¨®n radicalmente distinta de los hechos. La Funga ya no tiene la tutela, ¡°se entera de lo que va pasando por la prensa local¡±, porque ¡°ahora la responsabilidad es del Ayuntamiento¡±, y por tanto ¡°los gastos tampoco corresponden a Benestar¡±. A Rianxo no le toca cobrar nada del dinero que ha puesto en la residencia privada, explican desde la conseller¨ªa de Beatriz Mato, y ¡°tampoco ha habido ninguna solicitud en este sentido¡±. Lo que se est¨¢ tramitando ahora, pero con los plazos y los tiempos que debe esperar cualquier ciudadano, es el abono por la Ley de Dependencia del dinero que le falta cada mes al ¡°extutelado¡± para poder hacer frente al precio de su nueva plaza. Algo que todav¨ªa puede tardar.
¡°De este caso de abandono llev¨¢bamos tiempo avisando, intentando que la Funga cumpliese con su obligaci¨®n. Nosotros nos preguntamos c¨®mo hace el seguimiento de los adultos que tutela¡±, comenta Ces. ¡°Porque los que est¨¢n en residencias son atendidos, pero los que siguen en sus casas porque supuestamente a¨²n se valen por s¨ª mismos, ?qu¨¦? ?Les hacen visitas? ?Con qu¨¦ frecuencia?¡±. La concejala plantea la paradoja de que quien tiene los medios, la Xunta, ¡°est¨¢ lejos¡±; mientras que los servicios sociales de los municipios, sin potestad ni recursos, ¡°son los que ponen los ojos y el coraz¨®n: aqu¨ª, la gente en apuros son vecinos m¨ªos, amigos, hijos de conocidos. Yo los siento como cercanos que son¡±.
Cuando, a la espera de que se celebre el juicio, se retiraron los poderes a la Fundaci¨®n Galega para a Tutela de Persoas Adultas, el Ayuntamiento solo localiz¨® para J. la residencia privada. Ahora ha logrado otra en Vilagarc¨ªa. ¡°Pero Benestar no hizo nada, le conseguimos la plaza nosotros¡±, reivindica Ces. ¡°Fueron las t¨¦cnicas municipales quienes lo intentaron en varios sitios hasta encontrarla¡±. J. pone sus ingresos (ahora bajo la vigilancia del Ayuntamiento) y el resto se espera que llegue alg¨²n d¨ªa.
Seg¨²n comentan en los servicios sociales ¡°est¨¢ contento, aunque no puede beber ni gota de alcohol, porque ya le dejan fumar unos pocos cigarrillos al d¨ªa¡±. El siguiente paso en su recuperaci¨®n lo dar¨¢ cuando le empiecen a dejar ir a tomar un caf¨¦ a un bar, aunque sea acompa?ado. ?l, explican, aguarda eso como un ni?o la noche de Reyes. Cuando llegue el d¨ªa, en la cafeter¨ªa tendr¨¢ que seguir manteni¨¦ndose lejos de la bebida.
La familia tambi¨¦n se desentendi¨®
Inmersa ahora en el proceso judicial, la Funga se defiende explicando por escrito a este diario que ¡°no es cierto que hubiese dejaci¨®n de funciones¡± ni que ¡°la situaci¨®n social y sanitaria¡± del vecino de Rianxo ¡°hubiese empeorado¡± desde que la fundaci¨®n acept¨® el cargo de tutora. Al contrario, ¡°la Funga llev¨® a cabo todas las actuaciones posibles para mejorarla¡±, ¡°incluso antes de asumir la tutela¡±. Desde hace 16 a?os, ¡°constan registradas diversas intervenciones y asistencias tanto de los servicios sanitarios como de los cuerpos de seguridad, donde se deja constancia de las malas condiciones en las que viv¨ªa esta persona¡±, por eso la fiscal¨ªa, alertada desde el hospital, inicia en 2011 un proceso que desemboca un a?o despu¨¦s en el nombramiento de un familiar como tutor de J. Pero este pariente se neg¨®, por eso se nombr¨® a la Funga, que asumi¨® la tutela efectiva en marzo de 2013. De ah¨ª, hasta septiembre, que fue denunciada, asegura que ¡°realiz¨® todas las actuaciones posibles para atajar¡± la ¡°complicada¡± problem¨¢tica del caso. ¡°No parece justo exigirnos que revirtamos en cinco meses una situaci¨®n en la que trabajaron autoridades, familia, servicios sociales y sanitarios muchos a?os y no lo consiguieron¡±, concluye.
La fundaci¨®n critica que la Polic¨ªa Local ¡°cambiase el protocolo de actuaci¨®n¡±, enviando el atestado al juzgado cuando la Funga se convirti¨® en tutora. ¡°En las numerosas intervenciones realizadas a lo largo de los a?os, se limitaron a remitirlo al departamento de servicios sociales de Rianxo y a la alcald¨ªa¡±. ¡°En todos estos a?os¡±, la soluci¨®n urgente que ped¨ªan los agentes municipales ¡°no fue adoptada por el Ayuntamiento¡±.
El gr¨¢fico de barras de los adultos que atiende de alguna manera la Funga, desde 1997, es una monta?a que sube en picado sin desmayo alguno, y empina todav¨ªa m¨¢s en los tres ¨²ltimos a?os. El envejecimiento de la poblaci¨®n, el desarraigo familiar, el repunte de las enfermedades mentales diagnosticadas y la crisis han disparado las cifras. Las tutelas propiamente dichas eran, a 31 de diciembre, 1.358, pero a esto hay que sumar otros servicios, como las defensas judiciales o la administraci¨®n de bienes, hasta llegar a los 2.322 gallegos que estaban siendo oficialmente amparados por la entidad a finales de a?o. Los nuevos casos se presentan a un ritmo de 35 o m¨¢s al mes, y la conseller¨ªa prev¨¦ que esta tendencia se siga acentuando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Alcoholismo
- Dependencia
- Ley Dependencia
- Servicios sociales
- Rianxo
- Discapacidad
- Xunta Galicia
- Adicciones
- Legislaci¨®n espa?ola
- Pol¨ªtica social
- Provincia A Coru?a
- Galicia
- Espa?a
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Enfermedades
- Medicina
- Legislaci¨®n
- Salud
- Justicia
- Administraci¨®n p¨²blica
- Consumo alcohol
- Problemas sociales
- Sociedad