El PSOE andaluz respira aliviado tras la decisi¨®n de D¨ªaz de quedarse

Si la renuncia de Susana D¨ªaz a optar a la secretar¨ªa federal pudiera medirse con un espir¨®metro habr¨ªa que concluir que en el PSOE de Andaluc¨ªa la prueba de exhalaci¨®n de aire habr¨ªa alcanzado el nivel m¨¢ximo. De cabo a rabo en todas las terminales socialistas en esta comunidad ¡ªincluida la Administraci¨®n aut¨®noma¡ª se ha acogido con enorme alivio su decisi¨®n de no compaginar la presidencia de la Junta con la carrera por el liderazgo del PSOE.

La posici¨®n muy mayoritaria, casi un¨¢nime, en el Gobierno andaluz, la ejecutiva regional y entre los ocho secretarios generales provinciales era contraria a una operaci¨®n que todos consideraban de ¡°alto riesgo¡± porque nadie garantizaba un congreso de paseo triunfal para D¨ªaz. Pero, sobre todo, porque con ojos andaluces esa decisi¨®n implicaba desestabilizar a la ¨²nica federaci¨®n socialista que se mantiene en pie y a un Gobierno de coalici¨®n de PSOE e Izquierda Unida, a mitad de legislatura.

Este es el resumen de lo que trasladaban este martes numerosos dirigentes socialistas al conocer que D¨ªaz renunciaba a competir para ¡°dar estabilidad¡± y mantener en su sitio a ¡°la columna vertebral¡± del PSOE, es decir, a Andaluc¨ªa. La salida de D¨ªaz hubiera abierto muchas interrogantes en esta comunidad y ninguna de ellas menor. ¡°Tendr¨ªamos un grave problema en Andaluc¨ªa y no est¨¢ claro que su marcha implicara una soluci¨®n para la direcci¨®n federal¡±, sostienen varios dirigentes.

Miembros del Ejecutivo aut¨®nomo, de la ejecutiva regional y dirigentes de las ocho provincias se lanzaron a elogiar la decisi¨®n de D¨ªaz. En el horizonte barruntaban oscuros nubarrones como la convocatoria anticipada de elecciones, la investidura de un nuevo presidente y, sobre todo, el cuestionamiento de la propia credibilidad de la presidenta de la Junta que hab¨ªa negado enf¨¢ticamente tener aspiraciones capitalinas y que hab¨ªa afirmado que su prioridad era Andaluc¨ªa. ¡°Era una aventura con much¨ªsimo riesgo tanto para el PSOE andaluz como para ella porque hubiera debilitado mucho su posici¨®n¡±, aseguran fuentes de su entorno, que afirman que la reflexi¨®n de aspirar a la secretar¨ªa general ¡°por patriotismo de partido¡± no se despej¨® hasta finales de la semana pasada.

Las fuentes consultadas no creen que D¨ªaz, de 39 a?os y que no ha concurrido a unas elecciones como cabeza de cartel, haya perdido ning¨²n tren ante el futuro. ¡°Si tiene que pasar, pasar¨¢; y si no, no pasar¨¢ y no pasa absolutamente nada¡±, ha dicho la socialista en una entrevista en la SER, que fue grabada por las c¨¢maras de Canal Sur, convocadas por la Oficina del Portavoz sobre las siete de la ma?ana.

Hay dirigentes que opinan que con este paso atr¨¢s, D¨ªaz ¡°se quita de encima uno de sus estigmas, el de la ambici¨®n personal, porque ha primado su responsabilidad como presidenta¡±. No eran pocos los cargos del PSOE que apostaban justo por lo contrario y aseguraban que la secretaria general antepondr¨ªa el inter¨¦s particular sobre el colectivo.

Despejada la mayor interrogante, ahora la pregunta es otra: ?Qu¨¦ candidato va a apoyar la federaci¨®n andaluza para la secretar¨ªa federal? La respuesta oficial es que no hay respuesta. ¡°Hay que esperar a ver qui¨¦n nos gusta m¨¢s¡±, dice un dirigente; ¡°no tenemos preferencia porque no sabemos qui¨¦n se va a presentar¡±, apostilla otro. Ahora comenzar¨¢ una etapa de cortejo con los posibles aspirantes, aunque el control de unas elecciones en las que van a participar alrededor de 46.000 militantes en Andaluc¨ªa se antoja complicado. Las experiencias anteriores en las que los dirigentes han dado ¨®rdenes a sus afiliados no han sido muy exitosas. Ocurri¨® cuando Joaqu¨ªn Almunia, el preferido del aparato, perdi¨® frente a Josep Borrell (aunque no en Andaluc¨ªa); y cuando en el 35? Congreso Federal, con apenas un millar de delegados, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero se impuso por nueve votos a Jos¨¦ Bono.

Las fuentes consultadas indicaron que en Andaluc¨ªa no habr¨¢ apoyos a tumba abierta.