Menos Europa

Las elecciones de hace dos semanas han provocado aqu¨ª, directa o indirectamente, varios acontecimientos cuyo final a¨²n no hemos visto. A nivel espa?ol estos hechos tienen nombres (Iglesias, Rubalcaba, el Rey¡­), y a nivel catal¨¢n tambi¨¦n (Duran¡­). Se trata de un antes y un despu¨¦s, en el sentido de que crean nuevas situaciones, m¨¢s abiertas y menos predecibles. La fuerza de estos debates ha dejado desgraciadamente en un segundo plano el an¨¢lisis sobre lo que era importante de la votaci¨®n: su influencia en el proceso de construcci¨®n europea.

Es natural que nos preocupen m¨¢s aquellos problemas que tenemos m¨¢s cerca y que nos tocan directamente. Pero pienso que, aunque no sea esta la percepci¨®n, la soluci¨®n de muchos de nuestros problemas depende en gran medida de lo que ocurra en los pr¨®ximos a?os en Europa. Por ello deseo transmitir un sentimiento de preocupaci¨®n alrededor de dos temas: el nombramiento del presidente de la Comisi¨®n, y el resultado de las votaciones en Francia.

1. La Comisi¨®n Europea. En la actuaci¨®n de su presidente, adem¨¢s de sus cualidades personales, que se le suponen, tienen un peso especial tres dimensiones: su ideolog¨ªa (progresista o conservador), su nacionalidad (pa¨ªs grande o peque?o), y su relaci¨®n con los gobiernos de los estados (pertenecer o no al club de los ex primeros ministros). El actual proceso de nombramiento es por ahora algo oscuro. No voy a hacer previsiones. Prefiero expresar lo que pienso haciendo una comparaci¨®n entre dos etapas conocidas: la presidencia de Delors, y la de Durao Barroso. Recordemos que ambos fueron escogidos por los jefes de Gobierno, al margen de la composici¨®n del Parlamento europeo. El primero era de pensamiento progresista, era franc¨¦s, y aunque hab¨ªa sido ministro, no hab¨ªa sido jefe del Gobierno de su pa¨ªs. El segundo era de pensamiento conservador, era portugu¨¦s, y era un ex jefe de Gobierno, el de la foto de las Azores con Bush, Aznar y Blair).

El per¨ªodo de Delors se caracteriz¨® por un gran empuje hacia adelante materializado en dos temas: la decisi¨®n del euro, a la que inicialmente se opon¨ªa Alemania y que acept¨® a cambio de la reunificaci¨®n; y un gran aumento de la solidaridad interterritorial con la aprobaci¨®n de los fondos de cohesi¨®n que pidi¨® Felipe Gonz¨¢lez.

Barroso se ha caracterizado? por las medidas de austeridad que un grupo de pa¨ªses ha impuesto a otro con la complicidad de la Comisi¨®n

El per¨ªodo de Barroso se ha caracterizado sobre todo por las medidas de austeridad que un grupo de pa¨ªses ha impuesto a otro con la complicidad de la Comisi¨®n. Se me dir¨¢ con raz¨®n que este per¨ªodo ha estado influido por un factor externo, la crisis financiera; pero no hay que olvidar que tambi¨¦n en los inicios de los 90 est¨¢bamos en una situaci¨®n de crisis. En un caso se opt¨® por una pol¨ªtica valiente hacia adelante, y en el otro por pol¨ªticas defensivas y hasta depresivas. Y en un caso la Comisi¨®n examinaba los intereses de los pa¨ªses con una visi¨®n de conjunto, mientras en el otro se ha alineado claramente con una parte de los pa¨ªses, obedeciendo a los dictados del Consejo mucho m¨¢s que a los del Parlamento.

Cuando defiendo la necesidad de ¡°m¨¢s Europa¡±, no significa que deseo una mayor transferencia de competencias a la UE. No significa esto, ni solo esto, ni sobre todo esto. Significa que deseo que las grandes decisiones se tomen en el seno de organismos realmente ¡°europeos¡±, por personas que hayan sido escogidas y que deban rendir cuentas a los ciudadanos del conjunto de la Uni¨®n. Que no se decidan en mesas intergubernamentales en las que cada uno est¨¢ representando los intereses de cada pa¨ªs, y solo debe responder ante los ciudadanos de su pa¨ªs. Esto, aunque no lo parezca, es ¡°menos Europa¡±, tal como yo lo entiendo.

Es evidente que me gustar¨ªa un presidente progresista (que cambiara el ritmo de la austeridad), de un pa¨ªs grande (para asegurar su fuerza), que no forme parte del club (para resistir mejor las presiones de sus excolegas), y que se apoye en el Parlamento. El resultado electoral no lo pone f¨¢cil.

2. Francia. La UE es de origen franc¨¦s (Schumann, Monet¡­). Aunque siempre se ha destacado el papel clave del eje franco-alem¨¢n, no hay duda de que al empezar era la propuesta del vencedor al vencido para evitar nuevos enfrentamientos y avanzar juntos. Tampoco hay ninguna duda de que este protagonismo inicial se ha ido diluyendo y ha pasado claramente a los alemanes, lo que ha reforzado la din¨¢mica econ¨®mica beneficiando a todo el conjunto, aunque haya significado una fuerte dependencia hacia este pa¨ªs.

No hay que cerrar los ojos a que se est¨¢ creando un importante problema pol¨ªtico. El primer s¨ªntoma fue el rechazo franc¨¦s al proyecto de Constituci¨®n, rechazo que paraliz¨® durante varios a?os la construcci¨®n y puso en duda la direcci¨®n que se iba a tomar. Se dijo que se deb¨ªa a problemas internos en Francia, pero tal vez no era as¨ª. Que el ganador de las elecciones europeas en Francia haya sido ahora un partido contrario a la UE, y fuertemente xen¨®fobo, pone de manifiesto un malestar social profundo y preocupante. Los franceses tienen un problema, pero hay que entender que Europa tambi¨¦n lo tiene, y debe abordarlo.

Joan Maj¨® es ingeniero y ex ministro