El juez cree que Alfonso Basterra ¡°particip¨® en la asfixia¡± de Asunta

El padre de Asunta, Alfonso Basterra, no solo ¡°adquiri¨® y particip¨® en la suministraci¨®n de lorazepam¡± a la ni?a ¡°para anular su voluntad y as¨ª facilitar su asesinato¡±. Seg¨²n defiende el juez Jos¨¦ Antonio V¨¢zquez Ta¨ªn en el auto con el que pone fin a la instrucci¨®n del caso, el periodista ¡°presuntamente particip¨® tambi¨¦n en la inmovilizaci¨®n con cuerdas y asfixia mec¨¢nica de la menor¡±, colaborando en todo momento en los pormenores del asesinato con su exmujer y madre de la v¨ªctima, la abogada Rosario Porto.

Basterra, defiende el juez instructor, estuvo presente en los preparativos, supuestamente tambi¨¦n en el instante de la muerte en la casa de Teo, e ¡°igualmente en el intento de confundir a la polic¨ªa, indicando que la menor hab¨ªa permanecido en casa, cuando en realidad ¨¦l la llev¨® al veh¨ªculo conducido por Rosario¡±. El Mercedes verde oscuro fue grabado pocos minutos despu¨¦s pasando por la llamada rotonda de Galuresa, donde se enfila la salida de Santiago camino del lugar de A P¨®boa (Teo). All¨ª se enclava, a seis kil¨®metros de la ciudad, el gran chal¨¦ que hered¨® Porto al morir sus padres. Ninguna c¨¢mara grab¨® la imagen de Basterra a esas horas, pero el imputado tuvo mala suerte, porque fue visto (y saludado) con Asunta por dos testigos que sal¨ªan de una tienda ubicada junto a la puerta del garaje donde guardaba el coche su exesposa. El tiquet de caja que entregaron en el comercio a los j¨®venes, conocidos de la ni?a asesinada, indica el momento exacto. Eran las 18.18. Rosario Porto hab¨ªa sido grabada entrando en el aparcamiento a las 18.12, y el Mercedes cruz¨® la rotonda, muy pr¨®xima a la zona de Santiago donde viv¨ªa la familia, a las 18.22.

Antes de optar por negarse a declarar, Basterra, seg¨²n el magistrado, trat¨® de sembrar confusi¨®n entre los investigadores aportando determinadas explicaciones relativas, por ejemplo, a c¨®mo pod¨ªan haberse hallado fragmentos de la cuerda naranja que usaban los jardineros en la habitaci¨®n donde supuestamente muri¨® la ni?a. Esos cabos sueltos dentro de una papelera, similares a los que se usaron para atar de pies y manos a la cr¨ªa, constituyeron la primera pista, el elemento que hizo saltar las alarmas entre los guardias civiles que registraron el chal¨¦ la primera noche. En el auto con el que cierra el caso y da a las partes un plazo de cinco d¨ªas para pronunciarse y presentar sus escritos de calificaci¨®n, Ta¨ªn apenas se refiere a Rosario Porto y se concentra en Basterra, hacia el que dirigi¨® la investigaci¨®n en los ¨²ltimos meses. El titular de Instrucci¨®n n¨²mero 2, que dejar¨¢ definitivamente este juzgado a primeros de septiembre, deniega en su escrito una larga serie de pruebas que solicitaron ocho meses despu¨¦s de abrirse el caso los abogados defensores de los padres de Asunta, recluidos en la c¨¢rcel de Teixeiro, porque las considera abusivas e innecesarias, y ve tras ellas un claro prop¨®sito ¡°dilatorio¡±. ¡°Estamos en una causa con presos¡±, dice, ¡°en la que la agilidad y diligencia han de imperar por encima de todo¡±: ¡°Ahora ha de procurarse un juicio cuanto antes a personas que llevan meses en prisi¨®n¡±.