Batacazo del soberanismo en Europa
El caso Tremosa, ¡ªsu derrota por UPyD y C's en ALDE¡ª revela que el aval de los liberales al ¡°proceso¡± de secesi¨®n era falso
El independentismo de Esquerra iniciar¨¢ bien la nueva singladura del Parlamento Europeo. Su cabeza de lista, Josep Maria Terricabras, ser¨¢ vicepresidente del grupo Verde/EFA (European Free Alliance), el ¨²nico que santifica secesiones. Los republicanos ¡ªveremos si tambi¨¦n el a?ejo socialdem¨®crata aunque compa?ero de viaje Ernest Maragall¡ª van c¨®modos en este partido de pol¨ªtica econ¨®mica radical y alternativa.
Por el contrario, la Converg¨¨ncia (CDC) soberanista ha experimentado un enorme batacazo. El grupo en el que tradicionalmente se ha inscrito, ALDE (Alliance of Liberals and Democrats for Europe) ha aceptado como socios, con su voto en contra, y el del PNV, al gran rival. O sea, a los seis diputados de los dos peque?os partidos nacionalistas (pero nacionalistas espa?olistas), UPyD (cuatro) y Ciutadans (C's, dos).
Este episodio dar¨¢ lugar a equ¨ªvocos graciosos entre nacionalistas de opuesto pelaje identitario, pero de ninguna manera es menor. Porque Converg¨¨ncia y su eurodiputado Ramon Tremosa han jugado con cartas en la bocamanga ante los electores.
Primero aseguraron que impedir¨ªan a UPyD y a C's el acceso al grupo liberal: acabaron fracasando con estr¨¦pito. Luego relativizaron el eventual rev¨¦s, cuando a¨²n no se hab¨ªa consumado, sugiriendo que el ¡°derecho a decidir¡± se impondr¨ªa como doctrina para sus posibles nuevos socios espa?olistas. Y al cabo, al consumarse su derrota, se conforman exhibiendo el espantajo de un ¡°grupo de trabajo¡± (?!), dentro de ALDE, sobre un ¡°autogobierno regional/nacional¡±, de ambiguo t¨ªtulo pero pol¨ªticamente menos que raqu¨ªtico.
Veamos los textos. El comunicado de ALDE por el que se crea ese grupo evoca una menci¨®n de una resoluci¨®n de la Internacional Liberal (27/IV/2014) sobre Catalu?a ¡ªsin recogerla¡ª; y asume expl¨ªcitamente la propuesta del manifiesto del Partido Dem¨®crata Europeo sobre la soberan¨ªa, s¨ª, pero que se refiere a ?la soberan¨ªa europea! Lean: ¡°La cuesti¨®n de la soberan¨ªa es la cuesti¨®n pol¨ªtica ¨²ltima: es el derecho del pueblo de hacerse cargo de su destino, de mejorar su futuro a trav¨¦s de su propia opci¨®n libre, de cambiar lo que parece ser una fatalidad hist¨®rica para crear una real soberan¨ªa europea com¨²n¡±. Apoyo al soberanismo, s¨ª: al soberanismo de la UE, al federalismo europe¨ªsta.
Para m¨¢s inri, el comunicado se acompa?¨® (17 de junio) de una contundente declaraci¨®n escrita, antisecesionista, del presidente del grupo, Guy Verhofstadt. Indica, como la Comisi¨®n, como los socialistas y como los democristianos, que las cuestiones de autogobierno corresponden a los Estados miembros. Y pues, ALDE ¡°no toma posici¨®n en esas cuestiones pues caen fuera del ¨¢rea de competencia de la UE y de su Parlamento¡±. Y luego declara lealtad al Tratado de Lisboa cuando subraya en su art¨ªculo 4.2 que la Uni¨®n ¡°respetar¨¢ las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar su integridad territrorial¡±.
El fiasco de la operaci¨®n de CDC va m¨¢s all¨¢ de su vida interna y de las habilidades de Tremosa. El partido de Artur Mas hab¨ªa presentado a la familia liberal como la que facilitar¨ªa la autodeterminaci¨®nde los catalanes, frente al blindaje de los grandes partidos. Como la que organizar¨ªa el cerco al Gobierno central por su (ciertamente) obtusa cerraz¨®n a celebrar cualquier tipo de consulta. Y como la palanca determinante para garantizar a los catalanes, una vez desgajados de la nefasta Espa?a, su permanencia en la Uni¨®n Europea o, en el peor de los casos, su r¨¢pido reingreso en ella.
El episodio Tremosa revela que todo esto es un cuento chino. ?Ilusionante? Irreal. El soberanismo carece de padrinos. Los seis eurodiputados de Rosa D¨ªez y Albert Rivera le ganan por seis a uno. Y no solo es cuesti¨®n de aplastamiento num¨¦rico, sino, como indican los documentos citados, de principios pol¨ªticos.
El batacazo en Estrasburgo ser¨ªa menos letal si las otras dos l¨ªneas de la estrategia de ¡°internacionalizaci¨®n del conflicto¡± rindiesen a tope. La presencia de Mas en los medios informativos internacionales es considerable, y l¨®gicamente crecer¨¢ si la cuesti¨®n catalana sigue enquistada; pero su interlocuci¨®n con los liderazgos institucionales atraviesa una fase menguante (el ultra Roberto Maroni de la Lega lombarda, alg¨²n lejano gobernador estadounidense). Y a la diplomacia p¨²blica (Diplocat) que con ¨ªmprobo esfuerzo dirige Albert Royo, no le resulta tan f¨¢cil superar algunos techos.
?Qu¨¦ pasar¨¢, en fin, con el bueno de Tremosa, el que entroniz¨® el concepto del ¡°expolio fiscal¡±? Pues tiene tres alternativas. Una es seguir en ALDE, silbar, y retratarse junto a su colega Francisco Sosa Wagner (UPyD), pues los eurodiputados se sientan por orden alfab¨¦tico: cu¨¢ntas chanzas. Otra, apuntarse al grupo encabezado por los euroesc¨¦pticos brit¨¢nicos (European Conservatives and Reformists), tan amigos de la independencia de Escocia y del federalismo europe¨ªsta: cu¨¢nta sorna. Y la tercera, pedir ¨¢rnica a los Verdes de Esquerra: qu¨¦ curioso contemplar al partido business friendly pasarse al flower power descorbatado. Esto es lo que hay.
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