Constantina recupera su castillo por obra y gracia de una anastilosis
Cultura autoriz¨® la reconstrucci¨®n de la torre del Homenaje, una decisi¨®n excepcional en materia de conservaci¨®n de patrimonio
Desde que se aprob¨® la Carta del Restauro de Venecia en 1964, un documento en el que se detallaron los criterios que deben seguirse en la conservaci¨®n y restauraci¨®n del patrimonio art¨ªstico y que ha ido actualiz¨¢ndose hasta llegar a la Carta de Cracovia de 2000, las reconstrucciones arquitect¨®nicas son el peor delito que puede cometerse en este campo. Levantar edificios completos a partir de algunos fragmentos o de meras suposiciones, como lo hicieron en los palacios minoicos de?Knossos o Festos, en Creta, es un pecado imperdonable que ninguna comisi¨®n de patrimonio aprobar¨ªa actualmente. Claro que todas las reglas tienen sus excepciones y Constantina, un peque?o pueblo de la Sierra Norte de Sevilla, ha tenido la suerte de reunir los "motivos excepcionales" para salvar la torre del Homenaje de su castillo medieval, un complejo del siglo XIV convertido en icono del municipio. El conjunto perdi¨® su elemento m¨¢s caracter¨ªstico, la torre, que se desplom¨® completamente en marzo de 2010 a consecuencias de las fuertes lluvias.
Tras un a?o de obras por el m¨¦todo de la anastilosis ¡ªla reconstrucci¨®n de una ruina con sus propios materiales¡ª, el castillo de Constantina ha recuperado su fisonom¨ªa y este mi¨¦rcoles el complejo se abre de nuevo al p¨²blico. "No es una falsificaci¨®n de la torre, es una reconstrucci¨®n con el m¨¦todo de la anastilosis, es decir con sus propios materiales. Se trata de algo totalmente excepcional que, en principio, nos plante¨® dudas legales porque la Ley de Patrimonio Hist¨®rico de Andaluc¨ªa de 2007 dice en uno de sus art¨ªculos: 'Se evitar¨¢n los intentos de reconstrucci¨®n, salvo cuando en su reposici¨®n se utilicen algunas partes originales de los mismos o se cuente con la precisa documentaci¨®n y pueda probarse su autenticidad. Si se a?adiesen partes o materiales indispensables, las adicciones deber¨¢n ser reconocibles y evitar las confusiones mim¨¦ticas", explica Fernando Vilaplana, el arquitecto que ha dirigido el equipo encargado de la reconstrucci¨®n de la Almena, como la llaman los vecinos de Constantina, una torre de 12 metros de altura y 60 metros cuadrados de planta, convertida en s¨ªmbolo patrimonial del pueblo.
Vilaplana, que ha trabajado junto a las tambi¨¦n arquitectas Esperanza Carbajo y Silvia Tabernero, ha conseguido la autorizaci¨®n de la Consejer¨ªa de Cultura tras una argumentaci¨®n te¨®rica basada en la Carta de Cracovia de 2000, redactada despu¨¦s de la guerra de Yugoslavia en la que los monumentos fueron objetivo militar. "La reconstrucci¨®n de partes muy limitadas con un significado arquitect¨®nico puede ser excepcionalmente aceptada a condici¨®n de que esta se base en una documentaci¨®n precisa e indiscutible. Si se necesita, para el adecuado uso del edificio, la incorporaci¨®n de partes espaciales y funcionales m¨¢s extensas, debe reflejarse en ellas el lenguaje de la arquitectura actual. La reconstrucci¨®n de un edificio en su totalidad, destruido por un conflicto armado o por desastres naturales, es solo aceptable si existen motivos sociales o culturales excepcionales que est¨¢n relacionados con la identidad de la comunidad entera¡±, reza el documento internacional en el que se inspiran las leyes nacionales y comunitarias.
"En el caso del castillo de Constantina, la p¨¦rdida estuvo causada por un desastre natural, exist¨ªa una documentaci¨®n exhaustiva anterior realizada en 2006 por las arque¨®logas Mar¨ªa Teresa Henares y Pilar Lafuente y, adem¨¢s de ser un elemento identitario de la comunidad, cont¨¢bamos con grandes trozos de manposter¨ªa, b¨®vedas y algunos otros elementos de cohesi¨®n reconocibles que hemos podido colocarlos otra vez en su lugar con un margen de error de solo cinco cent¨ªmetros", explica Vilaplana que ha usado durante los trabajos gr¨²as de gran tonelaje capaces de mover las piezas de hasta 40 toneladas que se conservaban enteras.
"El castillo se erigi¨® en ¨¦poca cristiana para el control feudal del territorio, aunque tiene elementos musulmanes como un valioso aljibe subterr¨¢neo que recoge el agua de lluvia y la filtra como un impluvio. El problema es que al ser de tapial, se deshace como un azucarillo y necesita una restauraci¨®n urgente", comenta el arquitecto que ha contado tambi¨¦n en los trabajos con el restaurador Carlos N¨²?ez, el especialista en fotogrametr¨ªa ¡ªt¨¦cnica para conocer las dimensiones y posici¨®n de objetos a trav¨¦s de la intersecci¨®n de fotograf¨ªas¡ª Roque Angulo y la arque¨®loga Sara Contreras. El presupuesto de la obra ha sido de 600.000 euros, de los cuales el 75% lo ha aportado el Ministerio de Fomento con cargo al programa del 1% cultura y el resto, el Ayuntamiento de Constantina, con financiaci¨®n de la Diputaci¨®n de Sevilla. Mientras que los honorarios de los t¨¦cnicos los ha abonado la Junta.
El castillo, en el que se dice que pernoctaron los Reyes Cat¨®licos, se levant¨® con materiales muy pobres: argamasa de arcilla y piedra. El lavado de estos materiales por la erosi¨®n a lo largo de los siglos y las lluvias que cayeron continuamente durante casi tres meses a finales de 2009 y principios de 2010 provocaron el derrumbe. Al recinto, declarado Bien de Inter¨¦s Cultural en 1985, solo le quedan en pie cuatro de sus ocho torres originales, colocadas alrededor de una plaza el¨ªptica. Una plaza que sirvi¨® de fort¨ªn a las tropas francesas durante la invasi¨®n napole¨®nica de principios del siglo XIX, y que despu¨¦s de la intervenci¨®n volver¨¢ a ser el alma de Constantina.
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