Cambia, todo cambia
Los grandes partidos se apresuran a cambiar, pero lo hacen tarde, como de costumbre
Cuanto est¨¢n cambiando los tiempos en tan poco tiempo. Y qu¨¦ dif¨ªcil va a ser que los ciudadanos acepten que los de siempre van a cambiarlo todo para que nada cambie. De repente, todo se ha hecho m¨¢s antiguo. El Rey se hizo viejo, los grandes partidos pol¨ªticos se volvieron arcaicos y la Constituci¨®n empez¨® a dar se?ales de senectud. Tambi¨¦n la Transici¨®n se hizo vieja, como viejos son ya sus protagonistas. Han envejecido los antiguos partidos y son anticuados los discursos. Hasta La Roja, ese equipo de j¨®venes talentos, tambi¨¦n entr¨® en decrepitud.
Todo se ha vuelto a?ejo. Se dir¨ªa que de pronto, pero no es verdad. Hace mucho tiempo que se empez¨® a vislumbrar que este pa¨ªs ten¨ªa dificultades para seguir respirando. Es un problema de oxigenaci¨®n que afecta al Tribunal de Cuentas, al Supremo y al Constitucional. Al Consejo General del Poder Judicial, a los sindicatos y a los empresarios. Al Senado y las Diputaciones. A las formas. Y al fondo.
De repente, pareciera que volvimos en Espa?a a la Edad Media. Con sus reyes y sus pr¨ªncipes; con la abdicaci¨®n y el relevo en la corona. Con sus prebendas y sus t¨ªtulos hereditarios. Y a cambiar r¨¢pido, pero con pocos cambios. La Casa Real busca un nuevo tiempo para un tiempo que ya no es el de antes. Y todo lo nuevo, suena ya a perecedero: los besamanos, los fajines, las coronas y las diademas de brillantes. Tambi¨¦n las colas, las reverencias, las inclinaciones y las listas de invitados. Todo se ha vuelto anticuado, en lo superficial, y tambi¨¦n en lo profundo.
Los grandes partidos se apresuran a cambiar, pero lo hacen tarde y de forma perezosa. Como de costumbre. No se dan cuenta de que se acab¨® el feudalismo de los barones, de los militantes tratados como vasallos o de los ama?os entre los cabecillas de los distintos reinos de taifa. Otra vez en el PSOE ¡ªsiguen sin aprender¡ª reclamando lealtades inquebrantables y fidelidad ante la cat¨¢strofe. Se acabaron los apoyos incondicionales. Se va Rubalcaba. Y se est¨¢n despidiendo la mayor¨ªa de dirigentes de su generaci¨®n, aunque algunos todav¨ªa no lo saben y se resisten. Los socialistas tendr¨¢n que cambiarlo casi todo, porque est¨¢ cambiando el rumbo de sus militantes y es general la huida de votantes.
Y el silencio en el PP, que apenas cambia en ¨¦poca de cambios. Un partido adormecido por la quietud de su l¨ªder. Y agarrado al clavo ardiendo de unos brotes verdes que nadie ve; a una mejora del empleo que no es empleo; y a un silencio vergonzante ante las investigaciones que afectan a la financiaci¨®n del partido que lo sustenta. Rajoy parece un viejo l¨ªder adormecido y gastado. Listo para ser cambiado.
Desde hace tiempo est¨¢n cambiando los ciudadanos. Est¨¢ siendo un cambio lento pero cada d¨ªa m¨¢s perceptible. El hedor ante la corrupci¨®n es insoportable. Como lo es la mediocridad. Y como lo es la indiferencia ante el sinvergonzoner¨ªo. Cerca de seis millones de parados y dos millones de ni?os en situaci¨®n de pobreza son mucha gente harta de estar harta. Se les acab¨® el cr¨¦dito y no hay m¨¢s opci¨®n que cambiarlo casi todo. Esto no ha hecho m¨¢s que empezar. Como cantaba Mercedes Sosa, todos estos cambios son ya de ayer y volver¨¢n a tener que cambiar ma?ana. Al tiempo.
@jmatencia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.