La presencia de la amiga ausente
En ¡®Ver¨®nica¡¯, gran gui?ol psicol¨®gico de Pablo Molinero, cuatro actrices juegan a pulm¨®n con la propensi¨®n al miedo
Miedo de lo inaprensible, de personas a las que un d¨ªa quisimos pero cuyo regreso del m¨¢s all¨¢ nos resulta amenazador. ?Recuerdan La pata de mono, el relato fatalista de W. W. Jacobs del que Salvador Vilaregut, colaborador de la Xirgu, hizo una versi¨®n para el Teatro ?ntimo de Adri¨¤ Gual y Narciso Ib¨¢?ez Serrador una gran adaptaci¨®n televisiva para la serie Historias para no dormir? Ver¨®nica, de Carlos Molinero, es una obra de miedo psicol¨®gico escrita en la estela de aquella, de La monja enterrada en vida, de Jaume Piquet, y de otras adscritas tambi¨¦n al grand guignol, g¨¦nero celeb¨¦rrimo en la primera mitad del siglo XX, parafraseado por Valle-Incl¨¢n en La cabeza del bautista y parodiado cien veces (en la pel¨ªcula Noche de duendes, con Laurel & Hardy, por ejemplo), pero cuasi olvidado hoy.
El argumento de Ver¨®nica tiene la delgadez t¨ªpica del g¨¦nero, pero sus cuatro int¨¦rpretes femeninas consiguen con su sola actitud, cuatro trastos, un tel¨®n (el del sal¨®n de actos del colegio monjil al que sus personajes iban de ni?as) y unos efectos especiales simpl¨ªsimos pero bien administrados, crear zozobra y la sensaci¨®n de que Ver¨®nica, ex compa?era de clase que se suicid¨® 25 a?os atr¨¢s en circunstancias extra?as, anda de nuevo entre ellas con prop¨®sitos poco amigables.Esta tensi¨®n latente se equilibra con una serie de gags distribuidos a lo largo de la primera mitad del espect¨¢culo por Gabriel Olivares, Molinero (sus codirectores) y las actrices, que consiguen con su buen humor vencer las defensas del espectador y mantenerlo distra¨ªdo, para que los sustos venideros le resulten imprevisibles del todo.
El autor pica en los temas recurrentes del g¨¦nero (las perversiones del clero, la verdad ocultada, la angustia insoportable que aboca a la protagonista ausente al suicidio o a la locura¡), se sirve de sus lugares comunes (apariciones, pesadillas reveladoras¡) y lo sazona con una pizca de morbidez, tambi¨¦n caracter¨ªstica, con buenos resultados en l¨ªneas generales, a juzgar por la reacci¨®n de un p¨²blico noct¨ªvago, muy joven en su mayor¨ªa, que va al teatro Maravillas decidido a divertirse y cuyos oportunos gritos de susto refuerzan los efectos sorpresa que Ver¨®nica nos depara.Ana Villa, Silvia de P¨¦, Cecilia Solaguren y Lorena Berd¨²n crean una tensi¨®n sostenida conmovedora, es decir, que neutraliza nuestro ¨¢nimo cr¨ªtico y nos mueve a compartir en todo momento el juego propuesto. Sus eficaces bajadas a platea producen entre un p¨²blico que en su mayor¨ªa conserva la ingenuidad intacta una sensaci¨®n equivalente a la que los ni?os sienten en el tren de la bruja.
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