Se busca el clon m¨¢s resistente

La Escuela Superior de Ingenieros de Montes de Madrid investiga desde hace a?os c¨®mo atajar la grafiosis, que aniquila a los olmos. Tras a?os de testar miles de ¨¢rboles han conseguido seleccionar siete clones de los ejemplares m¨¢s resistentes que han encontrado en el campo.

?El profesor de la Escuela Superior de Ingenieros de Montes de Madrid, Juan Antonio Mart¨ªn, que investiga la plaga, explica que se trata de seleccionar los individuos que aguantan la enfermedad en la naturaleza. ¡°Con ellos realizamos clones y, despu¨¦s, se les inocula el pat¨®geno en parcelas experimentales¡±, explica. De esta forma, se determina la tolerancia de cada ¨¢rbol al hongo. Con los siete que han obtenido hasta el momento, est¨¢n llevando a cabo cruces para obtener hijos, y con las semillas de esta descendencia tratar de incrementar los ejemplares resistentes.

¡°Esperamos aumentar los siete que tenemos hasta el momento y llegar a los 20 en un corto o medio plazo, en unos 10 o 20 a?os¡±, aclara. Se necesitan unos seis a?os para comprobar la resistencia de cada individuo.

A pesar de los esfuerzos, de momento la enfermedad es poco atajable. Entra en el ¨¢rbol a trav¨¦s de un peque?o escarabajo que mide entre tres y siete mil¨ªmetros y que transporta las esporas del hongo en sus patas. Excava una galer¨ªa y realiza la puesta. ¡°La espora germina y produce una obstrucci¨®n en los vasos conductores del ¨¢rbol¡±, aclara Mariano S¨¢nchez, jefe de la Unidad de Horticultura y Conservador del Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid.

La voz de alarma llega cuando se empiezan a secar las ramas superiores. Al final, se produce una trombosis de todo el ¨¢rbol y muere. S¨¢nchez indica que por ese motivo es tan importante cortar los olmos a tiempo para que no se infecten otros y fumigar para acabar con el escarabajo, ¡°el veh¨ªculo¡±, antes de que alcance el ¨¢rbol. En zonas con muchos olmos se puede transmitir a trav¨¦s de las ra¨ªces.

Lo importante para S¨¢nchez es intentar recuperar ¡°nuestras olmedas¡±. ¡°Un lugar de encuentro tradicional en los pueblos, porque un olmo bien cuidado puede llegar a vivir entre 400 y 600 a?os¡±, rememora.