Resaca de cemento en La Vega Baja
Decenas de casas nuevas sin ocupar son saqueadas en pueblos de la comarca alicantina
Adosados sin estrenar, bloques de pisos enteros, incluso un hotel spa de cuatro estrellas¡ Decenas de viviendas sin ocupar e inmuebles abandonados a su suerte son saqueados en la comarca de La Vega Baja (Alicante). ¡°Cobre, puertas, hierro¡±, se lo han llevado todo, asegura Mois¨¦s Cruz, miembro de la Plataforma Anticorrupci¨®n Defensa de la Huerta.
La plataforma lleva un a?o fotografiando los restos del ¡°af¨¢n especulativo¡±, cuenta Cruz. Comenz¨® como una peque?a iniciativa de unos ciudadanos que fotografiaban edificios vac¨ªos para concienciar sobre c¨®mo se hab¨ªa especulado con los terrenos de huerta durante el boom inmobiliario. El trabajo va camino de convertirse en un cat¨¢logo del frenes¨ª vivido por la construcci¨®n en el sur de la Comunidad Valenciana y del sinsentido en una comarca donde casas abandonadas y sin estrenar son desvalijadas mientras persisten los desahucios de ciudadanos.
Entrando en Almorad¨ª, un edificio de pisos es pasto de drogadictos y grafiteros. A las puertas de Callosa de Segura, lo que era una ¡°oportunidad ¨²nica¡± de d¨²plex entre los 100.000 y los 200.000 euros no tiene ni ba?os. Ocurre tambi¨¦n en Benferri, donde a bungal¨®s acabados les entra el viento por los techos ya sin cableado. Son viviendas que han quedado en manos de bancos, en algunas hasta dejaron la gr¨²a. Los ejemplos se multiplican en siete municipios, mientras el colectivo lamenta la p¨¦rdida de ¡°la oportunidad de usar estas viviendas en beneficio de la gente sin casa¡±. Muchos no fueron ni estrenados; otros, simplemente abandonados, como el caso del Hotel Spa Villa de Catral, un cuatro estrellas cerrado en 2010 cuyas termas son hoy escombreras.
¡°Son edificios que parecen bombardeados en alguna guerra, productos de planes generales desmesurados¡±, contextualiza Cruz en una comarca cuya capital, Orihuela, tiene m¨¢s de 15.000 casas ilegales.
El sentido com¨²n no ha estado presente en el urbanismo de algunos pueblos vegabajenses. En Orihuela, precisamente, la semana pasada el PP y el partido liberal CLR ¡ªcon mayor¨ªa plenaria¡ª votaron en contra de la exposici¨®n p¨²blica del plan cuando la pretensi¨®n inicial era que estuviera expuesto durante tres meses y no uno, como recomienda la ley, para que participara la mayor parte de la ciudadan¨ªa.
A principios de 2014, la Generalitat no permiti¨® a Almorad¨ª recalificar suelo para 11.000 viviendas en las que acoger a 50.000 habitantes m¨¢s (el pueblo tiene unos 20.000). Por las mismas fechas, el Tribunal Superior anul¨® el plan de San Miguel de Salinas por no falta de evaluaci¨®n ambiental. La idea original era edificar 40.000 viviendas para 100.000 nuevos vecinos que acudir¨ªan a vivir a este pueblo de unos 7.000 habitantes.
La comarca, l¨ªder en venta de casas
Las compras internacionales en La Vega Baja pr¨¢cticamente han situado a la Costa Blanca a la cabeza de toda Espa?a en transacciones de viviendas de segunda mano. Su parque inmobiliario es probablemente el m¨¢s grande de la Comunidad Valenciana, que durante los primeros seis meses de 2014 fue la autonom¨ªa donde m¨¢s pisos de la Sociedad de Gesti¨®n de Activos Procedentes de la reestructuraci¨®n Bancaria (SAREB) se vendieron.
Seg¨²n los datos de la Agencia Notarial de Certificaci¨®n (ANCERT), Torrevieja y Orihuela aparecen como los lugares con m¨¢s ventas de casas de la Comunidad. La Vega Baja es casi una obsesi¨®n para los brit¨¢nicos, que compraron unas 1.200 casas durante el primer semestre de 2014. Durante ese periodo, solo los rusos compraron m¨¢s de 100 al mes en Torrevieja; los suecos, igual.
Sin exceptuar entre extranjeros y espa?oles, de las tres provincias, Alicante es donde m¨¢s viviendas se han vendido, 16.492, por una cuant¨ªa media de 114.632 euros. Le sigue la provincia de Valencia, con 13.098 casas y una cuant¨ªa total media de 102.200 euros. En Castell¨®n se han vendido 3.337 viviendas por una media de 93.164 euros.
Los datos corresponden a todas las escrituras de inmuebles de la Comunidad Valenciana; es decir, todas las viviendas vendidas ya fueran compradas en Madrid, Alicante o Sevilla.
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