Empotrados con los malos
El Museo del Esp¨ªa lleva a San Sebasti¨¢n de los Reyes una exposici¨®n monogr¨¢fica sobre los servicios de inteligencia y periodistas infiltrados
Parece un argumento de pel¨ªcula o de novela negra, pero es cierto: los periodistas y esp¨ªas infiltrados son reales y han jugado un papel destacado a lo largo de la historia. El Museo del Esp¨ªa, creado por iniciativa privada, lleva hasta San Sebasti¨¢n de los Reyes objetos y documentos de algunos destacados exponentes de ambos colectivos. Las vitrinas del centro Claudio Rodr¨ªguez exhiben aparatos como mecheros-c¨¢mara, grapadoras que son pistolas o un paquete de cigarrillos utilizado para hacer fotograf¨ªas.
La exposici¨®n Infiltrados: Esp¨ªas, servicios secretos y periodismo encubierto es la segunda que organiza El Museo del Esp¨ªa. La primera estuvo en octubre en Pozuelo de Alarc¨®n y mostr¨® c¨®mo funcionan los servicios secretos de todo el mundo. Ahora ha centrado su segunda muestra en aquellos grupos de inteligencia o reporteros que se cuelan en organizaciones hasta llegar a su c¨²pula. En algunos casos ¡ªcomo los del GRAPO o ETA¡ª han servido para desarticular comandos terroristas enteros e incluso para detener a la mayor¨ªa de los dirigentes de estas bandas terroristas.
El museo fue ideado por un grupo de personas de la regi¨®n que ten¨ªan ¡°intereses comunes¡± sobre los servicios secretos, seg¨²n recuerda el comisario de la exposici¨®n, David Castillo. A partir de ah¨ª, empezaron a recopilar material de todo tipo. ¡°Despu¨¦s de la primera muestra, se ha producido el efecto llamada y hemos tenido ofertas de mucha gente. No es habitual ver cosas no recopiladas y expuestas hasta ahora. Rara vez se ven enseres o artilugios como los que est¨¢n expuestos en esta ocasi¨®n¡±, a?ade.
La exposici¨®n hace especial referencia a polic¨ªas y guardias civiles que se infiltraron en distintas organizaciones. Destaca la labor del guardia civil Fernando P¨¦rez L¨®pez, que se introdujo en la c¨²pula de GRAPO y permiti¨® descabezar a la banda y detener a sus dos comandos operativos el 18 de julio de 2002. Tambi¨¦n pone el foco en otro hist¨®rico infiltrado: Mikel Lejarza, Lobo, que provoc¨® la detenci¨®n de la c¨²pula de ETA en los a?os setenta. Similar t¨¦cnica utiliz¨® su compa?era, la polic¨ªa Elena Tejeda, a?os m¨¢s tarde, para una misi¨®n similar
La muestra recoge el caso de Nellie Bly, la primera reportera encubierta
Entre los documentos que se pueden ver por primera vez est¨¢n un carn¨¦ de identidad falso utilizado por el esp¨ªa Juan Alberto Perote para realizar servicios de contraespionaje en los pa¨ªses del este de Europa y tres pasaportes falsos del agente del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) David R. Vidal para desmantelar las redes de tr¨¢fico de seres humanos de ?frica a Espa?a. Tambi¨¦n se puede ver la cazadora que el polic¨ªa David Madrid llevaba para investigar el grupo radical y violento Ultra Sur.
Si el mundo policial ha dado grandes esp¨ªas y t¨¦cnicas de investigaci¨®n a veces casi ilegales, el periodismo ha utilizado a lo largo de su historia f¨®rmulas muy parecidas. David Castillo pone como ejemplo a la pionera norteamericana Nellie Bly, reportera del The New York World, dirigido por Joseph Pulitzer, que fue la primera en utilizar una identidad ficticia para infiltrarse, por ejemplo, como enferma mental para ver el trato que recib¨ªan los residentes de la penitenciar¨ªa de la ciudad.
La exposici¨®n ha recopilado piezas ¨²nicas de periodistas encubiertos como la propia Bly, Humpter Thompson, el alem¨¢n G¨¹nter Wallraff o el espa?ol Antonio Salas. ¡°Ya a partir del siglo XXI, se incorpora el uso de la c¨¢mara oculta en la mayor¨ªa de estos reportajes¡±, a?ade el comisario de la muestra.
Entre estas piezas destacan los equipos originales utilizados por servicios secretos como la CIA, con la estaci¨®n clandestina RS-6; las armas utilizadas por Mikel Lejarza en ETA; los equipos de escucha y grabaci¨®n clandestina de los infiltrados en la STASI (¨®rgano de inteligencia de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana) o el KGB ruso, y los revolucionarios equipos de grabaci¨®n oculta digital del CNI o la Guardia Civil. A ello se unen las armas clandestinas de los topos del OSS (el servicio de inteligencia de los Estados Unidos de Am¨¦rica durante la Segunda Guerra Mundial), as¨ª como dioramas, documentos y banderas o disfraces. ¡°El material expuesto en las dos muestras es m¨¢s o menos entre el 20% y el 30% de todo el que ha sido recopilado por el Museo. Esto nos permite hacer exposiciones muy diferentes en funci¨®n de lo que nos pidan los Ayuntamientos¡±, a?ade Castillo. En breve est¨¢ prevista una sobre el papel de la mujer esp¨ªa. ¡°La intenci¨®n es que las exposiciones viajen por toda Espa?a¡±, a?ade.
Infiltrados: Esp¨ªas, servicios secretos y periodismo encubierto. Sala de Exposiciones Claudio Rodr¨ªguez (Avenida de Maximiliano del Tell, s/n). San Sebasti¨¢n de los Reyes. Hasta el 28 de noviembre, de lunes a viernes, de 9.00 a 21.00. Gratuito.
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