?Puede seguir Juncker en la presidencia de la UE?

Esta es la pregunta que nos hemos hecho algunos y espero que tambi¨¦n se la hayan hecho los parlamentarios europeos a partir de la noticia del fraude y elusi¨®n fiscal que de manera continuada ¨C dos d¨¦cadas- ha practicado el actual presidente de la UE mientras era presidente de Luxemburgo; un pa¨ªs considerado un aut¨¦ntico para¨ªso fiscal que ha jugado sucio para hacerse con los beneficios generados por 384 multinacionales en los otros 24 pa¨ªses de la UE que han suscrito convenios de esta naturaleza. No consuela que s¨®lo 4 pa¨ªses de la Uni¨®n est¨¦n exentos de estas pr¨¢cticas.

Que este se?or haya sido el candidato de los populares, de la derecha europea, para presidir la UE demuestra dos cosas: una que el Presidente de la UE y la mayor¨ªa est¨¢ al servicio de los intereses de las grandes corporaciones y dos, que la socialdemocracia que ha pactado con ella, est¨¢ casi desaparecida . Que una vez conocido el esc¨¢ndalo siga siendo presidente de la UE resulta descorazonador, pues pone en una crisis de gran profundidad la credibilidad del proyecto europeo y abona el terreno para el escepticismo, la desafecci¨®n, los populismos y la antipol¨ªtica. Que los socialistas europeos no hayan presentado una moci¨®n de censura una vez conocidos los hechos resulta igual de descorazonador pues da lugar a interpretaciones de todo tipo, ninguna positiva. Que los socialistas espa?oles en Europa, no hayan seguido por la estela de la coherencia y tras su negativa a apoyar a Juncker se limiten a decir que ¡°no podemos ir de la mano de los ultras y los euroesc¨¦pticos¡± no es lo propio de quienes creemos en el papel medular de la socialdemocracia europea en la defensa del estado del bienestar. ?Aqu¨ª tiene una nueva oportunidad Pedro S¨¢nchez!

Da la sensaci¨®n que se ha jugado con los tiempos; no en vano, se ha conocido el esc¨¢ndalo en toda su dimensi¨®n cuando ya se ha cerrado la negociaci¨®n y la votaci¨®n de la composici¨®n de la comisi¨®n de la UE y de sus instituciones. Uno es consciente de la complejidad de la situaci¨®n y de lo que cuesta lograr acuerdos, pero uno debe valorar si este proyecto no est¨¢ herido de muerte si el legislativo europeo constata que no es capaz de realizar su labor de control y que las cosas siguen como si aqu¨ª no hubiera pasado nada. Hay que recordar que no ha sido el legislativo europeo sino un consorcio de periodistas de investigaci¨®n quien ha levantado los casos de fraude y elusi¨®n fiscal; si ante esta constataci¨®n los grupos, que han quedado en evidencia, no fulminan de manera inmediata al m¨¢ximo responsable, abren una investigaci¨®n, depuran responsabilidades e impiden que esto siga sucediendo en otros pa¨ªses de la UE con la colaboraci¨®n y asesoramiento de empresas de consultor¨ªa y asesor¨ªa que se comportan como si fueran empresas dedicadas al crimen organizado, se habr¨¢n convertido en c¨®mplices por acci¨®n u omisi¨®n.

La secuelas m¨¢s dram¨¢ticas de la crisis, el paro, paro juvenil, desahucios, falta de perspectiva, pobreza, desigualdad¡­etc¡­no se pueden abordar con garant¨ªas con un fraude fiscal anual estimado en Europa de un bill¨®n de euros.

La UE precisa abrir una crisis en su presidencia para salir reforzada

No soy partidario de apoyar la moci¨®n de censura presentada por euroesc¨¦pticos y ultranacionalistas, pero tampoco nos debemos escudar en que tras las elecciones de mayo y con lo que ha costado ¡°negociar y acordar¡± el nuevo gobierno de la UE podamos conformarnos con hacer un acto de fe de que se va a investigar y de que se crear¨¢ un comit¨¦ para la coordinaci¨®n y armonizaci¨®n fiscal futura presidido por un socialdem¨®cratas franc¨¦s. No es suficiente. Precisamente en la defensa de una nueva pol¨ªtica fiscal coordinada y armonizada para el conjunto de la Uni¨®n que acabe con las pr¨¢cticas de fraude y elusi¨®n generalizada reside la base potencial sobre la que dise?ar otra pol¨ªtica diferente a la actual. Una pol¨ªtica como la actual m¨¢s preocupada en la estabilidad que en el crecimiento, dispuesta a rescatar los bancos a pesar de sus malas pr¨¢cticas, que se ensa?a con los m¨¢s d¨¦biles y empobrece a las clases medias mientras ¡°se compincha¡± con las grandes corporaciones no puede generar sino desafecci¨®n hacia la pol¨ªtica y euroesceptismo.

Que sea JC Juncker el responsable de la ingenier¨ªa fiscal por la cual se pierde un bill¨®n de euros al a?o para la UE que incrementa los beneficios de las grandes corporaciones multinacionales, es un esc¨¢ndalo de una magnitud tan colosal que la cuesti¨®n no se puede dilucidar con la cl¨¢sica constituci¨®n de una comisi¨®n de investigaci¨®n al efecto presidida por una persona que, por mucha buena voluntad que tenga, se debe jer¨¢rquica y funcionalmente a quien la ha nombrado. No se puede pedir a la ciudadan¨ªa europea que crea en la Uni¨®n si la socialdemocracia (191) y el resto de los grupos pol¨ªticos como los liberales europeos, los Verdes (50) no son capaces exigir al grupo mayoritario del PPE ( 221) otro presidente de la UE; se lo deben exigir precisamente para que quienes no creen en el proyecto europeo no tengan el terreno m¨¢s abonado. Para creer en la pol¨ªtica es imprescindible.

Por tanto, si por algo merece la pena abrir una crisis en la UE es porque la gran mayor¨ªa de los grupos que creen en el proyecto europeo se conjura para, respetando la mayor¨ªa obtenida en mayo por el PPE, como m¨ªnimo, se exija la dimisi¨®n de Juncker y que el PPE presente otro candidato a sustituirle, porque el actual no puede seguir en la m¨¢xima representaci¨®n de la Comisi¨®n Europea. La fiscalidad es la manera como se redistribuye la riqueza en la UE; es para un socialdem¨®crata la pol¨ªtica por antonomasia.

Dice el PPE que entre sus prioridades en esta legislatura europea est¨¢ ¡°combatir activamente el fraude fiscal¡± afirman en este mismo documento de sus prioridades ¡°estamos en contra de los para¨ªsos fiscales¡± ; pues bien, precisamente porque el resto de grupos parlamentarios de la UE tambi¨¦n comparten esta prioridad le exigen que se avenga a aceptar la sustituci¨®n de Juncker como paso previo al resto de actuaciones para acabar con estas malas pr¨¢cticas.

Por ello concluyo: la UE precisa abrir una crisis en su presidencia para salir reforzada y poder someter a las grandes corporaciones multinacionales a los criterios de justicia, igualdad y solidaridad fiscal en los que basa su proyecto. Yo me alegrar¨ªa que esto lo liderara el grupo de S&D pues as¨ª avanzar¨ªamos en la recuperaci¨®n de la credibilidad perdida por la socialdemocracia europea; si no lo hace, y es lo que me temo, la decepci¨®n de muchos ciudadanos que hemos votado socialista devendr¨ªa en algo muy dif¨ªcil de recuperar.