Harto de que le pidan explicaciones

Mario Fern¨¢ndez (Bilbao, 1943) no estaba dispuesto a dar m¨¢s explicaciones. Convencido, como casi siempre, de que le asist¨ªa la raz¨®n al dise?ar c¨®mo deb¨ªa afrontar Kutxabank su futuro inmediato a pesar de su fortaleza financiera, empezaba a exasperarse, no obstante, con los requerimientos cada vez m¨¢s frecuentes que le transmit¨ªa el PNV para que recondujera su hoja de ruta tan personal.

M¨¢s de una vez al mes, Fern¨¢ndez ven¨ªa explicando en Sabin Etxea, la sede central del PNV, el arquetipo ideado para el apuntalamiento de Kutxabank en el nuevo marco de la regulaci¨®n bancaria. El EBB se sent¨ªa muy preocupado por la orientaci¨®n privatizadora que subyac¨ªa en el cat¨®n del entonces presidente de la entidad financiera. En las reuniones se hablaban dos lenguajes cada vez m¨¢s diferentes Algunos dirigentes y hasta el propio diputado general de Bizkaia, Jos¨¦ Luis Bilbao, alertaron de la imperiosa necesidad de proteger la Obra Social y de blindar la esencia vasca del primer banco de Euskadi. Pero nada comparable a la bofetada que supuso para Fern¨¢ndez el reciente desafecto del lehendakari Urkullu hacia sus posiciones.

Para entonces, sin embargo, Fern¨¢ndez ya detectaba un ambiente donde "no se le bailaba el agua". Y el presidente de Kutxabank, a quien nadie cuestiona dentro y fuera del banco su acendrada profesionalidad, no est¨¢ acostumbrado a verse contrariado. De ah¨ª su incomodidad cuando le¨ªa con demasiada asiduidad cr¨ªticas a la supuesta privatizaci¨®n que ideaba sin que, a su vez, encontrara voces autorizadas que las combatieran.

Tampoco entendi¨® la apuesta del PNV por Xabier Sagredo para sustituirle en la presidencia de BBK una vez que en 2012 se alcanz¨® la fusi¨®n fr¨ªa de las tres cajas vascas. Desde luego, Sagredo no era el candidato profesional de Fern¨¢ndez, pero s¨ª el de Andoni Ortuzar y Joseba Aurrekoetxea, las dos personas con m¨¢s capacidad de decisi¨®n en este tema. En realidad, se repet¨ªa el procedimiento utilizado cuando la direcci¨®n nacionalista apost¨® por Mario Fern¨¢ndez en 2009 como relevo del veterano Xabier de Irala.

Fern¨¢ndez ya detectaba un ambiente donde "no se le bailaba el agua"

La brecha, por tanto, se iba agrandando con el paso del tiempo. El presidente de Kutxabank, elegido en su d¨ªa en medio de un un¨¢nime reconocimiento a su valia que el PNV siempre subray¨® para justificar una elecci¨®n sin reproches econ¨®micos ni pol¨ªticos, ve¨ªa que se dilu¨ªa, en p¨²blico y en privado, el idilio con quienes le propusieron.

Con su perspicacia, entre sus h¨¢bitos del cigarrillo y la coca-cola de los que sigue sin desprenderse, Fern¨¢ndez asum¨ªa que el PNV se sent¨ªa mucho m¨¢s c¨®modo con Sagredo, un economista de la absoluta confianza del partido en el que milita y que siempre ha respondido en anteriores cometidos profesionales a las expectativas que se le supon¨ªan.

Ahora, en su despedida, Mario Fern¨¢ndez se llevaba el reconocimiento un¨¢nime de su gesti¨®n y de una manera especial en el sector financiero espa?ol, pero le acompa?a la sensaci¨®n agridulce de que su apuesta m¨¢s determinante en el colof¨®n de su carrera no ha tenido la acogida a la que estaba acostumbrado incluso cuando se posicionaba sobre temas tan variopintos como el mapa del tiempo en ETB o la apuesta por Josu Urrutia como presidente del Athletic.

Este afiliado al PNV en 1980, vicelehendakari con Carlos Garaikoetxea y que terci¨® por Eusko Alkartasuna en la fratricida escisi¨®n nacionalista de 1986, retras¨® hasta el a?o 2000 su vuelta a los or¨ªgenes, defendiendo la legimitidad del plan Ibarretxe. Por el medio, dos matrimonios y una fren¨¦tica carrera en el ¨¢mbito privado como socio del bufete de Ur¨ªa y Men¨¦ndez y responsabilidades en el BBVA, donde la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n solicit¨® su imputaci¨®n en el caso de las cuentas secretas de la entidad, pero el juez Baltasar Garz¨®n no lo admiti¨®.