El Sergas ampl¨ªa la privatizaci¨®n de servicios t¨¦cnicos en los hospitales
Contrata el mantenimiento en A Coru?a, para el que ya hab¨ªa 84 empleados p¨²blicos
El hospital p¨²blico de A Coru?a se qued¨® sin calefacci¨®n durante toda una noche, hace dos semanas, cuando fuera ya ca¨ªa la temperatura m¨ªnima por debajo de los diez grados. La realizaci¨®n durante el d¨ªa de una revisi¨®n obligada para comprobar que el centro estaba libre de legionella llev¨® a la empresa privada que se encarga del mantenimiento a parar las calderas. Los t¨¦cnicos, al cumplir su jornada, se marcharon sin encenderlas ni dejar ninguna indicaci¨®n sobre qu¨¦ hacer al personal especializado del Sergas que entr¨® en el turno de noche. Es uno de los muchos ejemplos de las deficiencias provocadas por la privatizaci¨®n paulatina de los servicios de los hospitales p¨²blicos en Galicia y la costosa duplicaci¨®n de puestos de trabajo.
?Un proceso en el que la Xunta ahonda con nuevos contratos para entregar a manos privadas, y pese a contar con personal especializado en su plantilla, m¨¢s ¨¢reas de mantenimiento y conservaci¨®n de los edificios, instalaciones y equipos m¨¦dicos de la sanidad p¨²blica. Es el objetivo del denominado Plan Integral de Eficiencia Energ¨¦tica (PIEE) que llev¨® a finales de agosto a adjudicar a una empresa, a cambio de 28,5 millones de euros, esos servicios en cinco centros del Complejo Hospitalario Universitario de A Coru?a (incluidos sus cuatro hospitales) as¨ª como en el de A Xunqueira de Cee. Un sustancioso contrato por ocho a?os que se llev¨®, entre cinco ofertas, una uni¨®n de empresas formada por Altair Ingenier¨ªa y Giroa. Cuando se haga efectivo, previsiblemente a principios de 2015, dejar¨¢ sin funciones a una treintena de t¨¦cnicos del Sergas. Unos empleados p¨²blicos que se ver¨¢n obligados a marcharse de los centros en los que se ocupan hasta ahora del mantenimiento para concentrarse en el hospital p¨²blico coru?¨¦s, donde ya hay otros 50 trabajadores tambi¨¦n de plantilla especializados en todas esas tareas: electricidad, fontaner¨ªa, carpinter¨ªa...
Esta nueva entrega de servicios a empresas privadas se suma al contrato que en julio de 2013 y por tres a?os se llev¨® Ib¨¦rica de Mantenimiento (Iberman) para hacerse cargo, por 25 millones, de la electromedicina en los hospitales gallegos. Una contrataci¨®n que en a?o y medio acumula una larga lista de denuncias y deficiencias, algunas graves, en todos los centros p¨²blicos. La ausencia de calefacci¨®n toda una noche en el hospital coru?¨¦s es el ¨²ltimo episodio, pero hay m¨¢s. Un electrobistur¨ª lleva semanas fuera de servicio, al igual que varios equipos de endoscopias, en el Gil Casares de Santiago y en el hospital de Lugo, as¨ª como el de telemetr¨ªa en el complejo hospitalario de la capital gallega. M¨¢s de un mes lleva parada la sala de rayos del centro de O Barco (Ourense), el mismo donde la demora en arreglar la ¨²nica incubadora con respirador oblig¨® a las parturientas a realizar largos viajes hasta la capital provincial. Los equipos de radiolog¨ªa y endosc¨®picos del Hospital da Costa lucense dan problemas continuos. Y son innumerables las camas el¨¦ctricas averiadas y fuera de servicio en todos los centros p¨²blicos de Galicia.
Hay denuncias contra la empresa repetidas desde las juntas de personal de todos los hospitales, que rechazan que la privatizaci¨®n suponga ahorro alguno. La adjudicataria no cumple su obligaci¨®n de tener presencia f¨ªsica las 24 horas, como le obliga el contrato; se acumulan los equipos m¨¦dicos con las revisiones caducadas o las reparaciones no se hacen con piezas originales, denuncia personal del Sergas. No solo merma la vida ¨²til de esos aparatos, sino que puede tener consecuencias como la del dializador del hospital de Santiago que la pasada primavera ardi¨® mientras se atend¨ªa un paciente. ¡°Es la descomposici¨®n de la sanidad p¨²blica, el Sergas no puede estar pagando por duplicado el mantenimiento de sus hospitales¡±, denuncian los 84 t¨¦cnicos del complejo coru?¨¦s.
Hay otra ¨¢rea tambi¨¦n pendiente de privatizaci¨®n y que amenaza con dejar sin funci¨®n a 167 trabajadores p¨²blicos que esterilizan el material m¨¦dico en Galicia. Aunque de momento nada se sabe de la contrataci¨®n de ese servicio, anunciado por Sanidade hace casi un a?o en el Diario Oficial de la Uni¨®n Europea por un importe de 160 millones. El proceso parece paralizado despu¨¦s de que advirtieran contra las consecuencias que entra?a no s¨®lo coordinadores de las unidades de esterilizaci¨®n sino tambi¨¦n jefes de Medicina Preventiva.
Un calvario para consolidar una plaza lograda por oposici¨®n
Una huelga de hambre. ¡°No me queda otra¡±, asevera Emilio P¨¦rez Novo. Electricista del Hospital Materno-Infantil de A Coru?a con m¨¢s de una d¨¦cada en el Sergas, sigue de interino sin poder tomar posesi¨®n de su plaza, cuatro a?os despu¨¦s de aprobar la oposici¨®n. Dice que ha llegado al tope de su paciencia. Y que ve en un ayuno de protesta la ¨²nica v¨ªa para reclamar el fin del calvario laboral que sufre desde que logr¨® superar en 2009 los ex¨¢menes para convertirse en personal estatutario fijo del Complejo Hospitalario Universitario de A Coru?a. Otros 16 compa?eros que tambi¨¦n aprobaron aquellas oposiciones en la categor¨ªa de electricista integraron, por el contrario, hace tiempo, la plantilla fija de los hospitales gallegos.
P¨¦rez Novo sigue esperando a que el Sergas cumpla su propia resoluci¨®n de noviembre de 2012 en la que asum¨ªa su error, revocando la decisi¨®n inicial de excluir a este t¨¦cnico del proceso selectivo, y acordaba integrarlo de inmediato en la plantilla del hospital. Pero pasaron dos a?os y ese escrito oficial de la Direcci¨®n de Recursos Humanos del Sergas contin¨²a sin cumplirse.
El electricista desempe?a su trabajo como interino, cubriendo una plaza vacante que podr¨ªa perder en cualquier momento. Est¨¢ en tr¨¢mite una demanda ante el Tribunal Superior de Xustiza. Pero el hombre, que habla de ¡°desaz¨®n marcada¡±, asegura que ya no le queda paciencia para esperar a un fallo judicial. Todo el embrollo comenz¨® cuando la Seguridad Social, tras ganar las oposiciones, le declar¨® incapacitado permanente para trabajar. Tras dos a?os de batalla y de certificados m¨¦dicos que acreditaban lo contrario, esto es, que estaba en perfectas condiciones para desempe?ar su empleo, P¨¦rez Novo logr¨® por sentencia firme su reincorporaci¨®n con todos los derechos a su puesto en el hospital coru?¨¦s. Pero su plaza sigue en el aire.
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