Sevilla y M¨¢laga, las ciudades m¨¢s ruidosas de la comunidad

La guerra empez¨® hace cuatro a?os. Decenas de cajas de cart¨®n son ahora la derruida trinchera que se extiende por el sal¨®n de Macarena y Miguel ?ngel, que sue?an con abandonar la que un d¨ªa fue su casa. Este primer piso situado en el distrito San Pablo-Santa Justa (Sevilla) ya no es un hogar. Todo est¨¢ a medio empaquetar, el polvo cubre los muebles y al mirar por la ventana se ven los 12 veladores que como 12 ca?ones bombardearon el descanso de una familia.

El matrimonio se compr¨® el piso en 2006 con la esperanza de huir de unos vecinos ruidosos. La calma dur¨® s¨®lo cuatro a?os y se derrumb¨® con la apertura de un bar justo debajo de la vivienda. ¡°Cuando vives con este ruido todos los d¨ªas del a?o terminas completamente loco¡±, asegura Macarena, que, aunque lleva tres a?os sin vivir en su casa, sigue tomando ansiol¨ªticos y en menos de una hora de conversaci¨®n se llega a encender cerca de 10 cigarrillos. Como ella, son muchos los afectados por el ruido en la comunidad aut¨®noma que se ven solos en la lucha contra la contaminaci¨®n ac¨²stica y que se quejan de no recibir ayuda de parte de sus respectivos Ayuntamientos.

El buen tiempo de Andaluc¨ªa y el auge de la hosteler¨ªa en los ¨²ltimos a?os han favorecido la proliferaci¨®n de bares y veladores, haciendo que el problema del ruido generado por el ocio se agudice. Y adquiere m¨¢s gravedad a¨²n en zonas costeras como M¨¢laga, Roquetas de Mar, Marbella o Tarifa, donde la hosteler¨ªa y el turismo tienen un peso importante. Sin embargo, es Sevilla la que encabeza la lista de las m¨¢s ruidosas de la comunidad aut¨®noma.

La capital hispalense es la ciudad m¨¢s poblada de Andaluc¨ªa (con casi 700.000 habitantes, seg¨²n datos del Instituto Nacional de Estad¨ªstica de 2014). La densidad de poblaci¨®n es un factor importante en la contaminaci¨®n ac¨²stica. ¡°A m¨¢s concentraci¨®n, m¨¢s movimiento econ¨®mico y m¨¢s ruido. Si a?ades una legislaci¨®n permisiva y el incumplimiento de la normativa, tienes el caos que hay en esta ciudad¡±, explica el abogado Joaqu¨ªn Herrera. No es un problema nuevo, seg¨²n el experto, sino que responde a que por parte de la Administraci¨®n p¨²blica nunca ha habido intenci¨®n de cuidar al vecino. ¡°El esp¨ªritu es abrir el m¨¢ximo de actividades posibles¡±, asegura Herrera.

El velador se ha convertido en los ¨²ltimos a?os en la pesadilla de los afectados por el ruido que generan las actividades de ocio y en Sevilla cobra una dimensi¨®n a¨²n mayor. En las aceras de la capital hispalense resulta dif¨ªcil abrirse paso entre las mesas y sillas que se apretujan en la v¨ªa p¨²blica y la normativa es cada vez m¨¢s permisiva con los veladores. El pasado mes de julio el Ayuntamiento de Sevilla aprob¨® la nueva ordenanza contra el ruido,, tras las m¨²ltiples alegaciones de expertos y asociaciones de vecinos, que pelearon porque el velador fuera considerado como un emisor ac¨²stico ya que en el primer borrador de la normativa no era tenido en cuenta como tal. Finalmente se aprob¨® una ordenanza que proh¨ªbe jugar al domin¨® pero que permite la apertura de bares con m¨²sica cerca de viviendas.

El problema de los veladores se extiende tambi¨¦n a M¨¢laga, segunda ciudad m¨¢s problem¨¢tica en cuesti¨®n de contaminaci¨®n ac¨²stica. ¡°Toda la zona centro es un gran botell¨®n¡±, explica el abogado Francisco Soler, que asegura que por parte del Ayuntamiento no existe control alguno. En Marbella el gobierno municipal convirti¨® la peatonalizaci¨®n de la avenida Miguel Cano en su estandarte y ahora la calle est¨¢ plagada de bares y locales que perturban el descanso de los vecinos. Paloma (nombre falso), una de las afectadas, denunci¨® la situaci¨®n en el Ayuntamiento y tras una reuni¨®n con los responsables municipales la respuesta que obtuvo fue poco esperanzadora. ¡°Me dijeron que era una ego¨ªsta por no pensar en las bocas que alimentaban esos bares¡±, recuerda Paloma.

Este empleo que los Ayuntamientos prometen con la apertura incontrolada de locales es precario y temporal, seg¨²n el catedr¨¢tico de Derecho Administrativo de la Universidad de Sevilla, Jes¨²s Jordano. ¡°Hay otras formas de fomentar la econom¨ªa¡±, a?ade el profesor, que cree que la soluci¨®n se basa en ordenar mejor el espacio urban¨ªstico. Para Jordano, si hay una ciudad en Andaluc¨ªa que est¨¢ siendo menos permisiva con el ruido generado por las actividades de ocio, esa es Granada. ¡°Es un ejemplo de que se podr¨ªan hacer las cosas de una forma distinta y de que se puede tener m¨¢s sensibilidad hacia el derecho de los vecinos¡±, se?ala el catedr¨¢tico. En 2007 la ciudad abri¨® a las afueras un botell¨®dromo con capacidad para 20.000 personas, un espacio donde lo j¨®venes pueden hacer botell¨®n sin molestar.

El resto de ciudades andaluzas no tienen una actividad hostelera tan concentrada, en parte porque el volumen de poblaci¨®n es menor. Sin embargo, la pasividad de los Ayuntamientos es un comportamiento com¨²n en todas las provincias andaluzas que el propio Defensor del Pueblo denuncia. ¡°Conocemos la gravedad de las situaciones que se originan en los entornos en los que funcionan, con una inexplicable impunidad, locales de hosteler¨ªa y ocio que violan los derechos constitucionales a la protecci¨®n de la salud, al descanso, cuando no a la intimidad personal (...) de los residentes a los que les ha tocado vivir cerca de locales que violan las leyes ambientales amparados en una inexplicable pasividad de las autoridades p¨²blicas¡±, afirma en el ¨²ltimo informe de Seguridad, Accesibilidad y Calidad Ambiental.

Despu¨¦s de 4 a?os luchando, la guerra de Macarena y Miguel ?ngel parece estar cerca de su final. El matrimonio se plantea ahora rehacer su vida de nuevo, alquilar una casa y quiz¨¢s abrir un negocio. Quieren probar suerte en el norte de Espa?a, lejos del ruido de Andaluc¨ªa.