Decenas de empresas acumulan meses sin pagar a sus trabajadores

Al drama de no tener empleo ¡ª251.918 gallegos al cierre de 2014¡ª hay que sumarle otro casi tan doloroso: los que trabajan sin cobrar. Miles de asalariados de todo tipo de empresas gallegas se enfrentan al final de cada mes al dilema de si ver¨¢n su n¨®mina ingresada, toda o en parte. Los ¨²ltimos a?os han generalizado los impagos o atrasos y se cuentan por decenas las compa?¨ªas que adeudan m¨¢s de tres sueldos a sus plantillas, mientras las extras o se han esfumado o son aplazadas. ¡°Lo que empez¨® siendo una pr¨¢ctica menor al inicio de la crisis hoy es una t¨®nica generalizada y continuada¡±, denuncia Lois Neto, secretario de Organizaci¨®n de la CIG en Lugo. Las empresas, sospecha este sindicato, usan la masa salarial para obtener liquidez porque el pago de los proveedores se ha ido m¨¢s all¨¢ de los 90 d¨ªas.

?La CIG est¨¢ tratando de hacer inventario de las firmas que adeudan dinero a sus empleados, pero no tiene una cifra cerrada, entre otras cosas, porque son muchos los que callan por por verg¨¹enza. ¡°Son miles, pero es una suma imposible porque donde no tenemos representantes ya ni lo sabemos y otras veces, nos enteramos de rebote¡±, explica Xan Xos¨¦ Bouzas, responsable de Industria de la CIG, una federaci¨®n que agrupa a 40.000 trabajadores. La central, la primera en iniciar una campa?a para denunciar atrasos e impagos que dejan a los asalariados en ¡°absoluta indefensi¨®n¡±, calcula que solo en la provincia de Lugo hay m¨¢s de un millar de afectados. Enumera, a bote pronto, una veintena de empresas, desde peque?as constructoras a grandes cadenas hoteleras: Construcciones Mon, Aluminios Jucarma, EdiMeira, Ingemarga, Cefovial, Mafrilemos, Palacio de Sober o el grupo Pazos, que gestiona piscinas p¨²blicas.

Fausto Ojeda es uno de los siete empleados que quedan en Panader¨ªa Majufer, y que suman ¡°cuatro meses de atrasos m¨¢s la extra¡±. Cuenta que la panificadora de Pena da Mula (Lugo) funcionaba ¡°de maravilla¡± hasta que cambi¨® de manos. En 2013, ya asumieron un recorte de plantilla del 50% e hicieron ¡°muchas horas de m¨¢s sin cobrar¡±. ¡°Ahora vemos que no ha servido de nada y estamos cabread¨ªsimos. Esto es una patada en el culo¡±, dice Ojeda.

Los 22 empleados del Hotel Jorge I de Lugo hab¨ªan convocado una huelga hoy para reclamar sus n¨®minas, pero la direcci¨®n opt¨® por cerrarlo temporalmente, explica Iv¨¢n, uno de ellos. Los atrasos comenzaron hace ahora un a?o, cuando el establecimiento cambi¨® de due?os. El retraso pronto deriv¨® en impago. ¡°Al que m¨¢s le deben, va por los seis meses, y al que menos, tres¡±, se lamenta. Explica que hay compa?eros al borde del desahucio y parejas con hijos que han tenido que regresar con sus padres. La mayor¨ªa ¡ªsalvo dos¡ª han solicitado la rescisi¨®n de sus contratos, hartos de trabajar sin cobrar.

¡°Estamos lejos del final de una crisis que ha servido para normalizar la precariedad¡±, apunta Marcos Conde, secretario comarcal de la CIG en Pontevedra, que se refiere al caso de Enmacosa, una consultor¨ªa de ingenier¨ªa radicada en Sanxenxo que se declar¨® en concurso de acreedores y que adeuda unos seis meses de sueldo a una plantilla que rondaba los 200 empleados en sus buenos tiempos.

Las empresas que han hecho de los atrasos e impagos algo frecuente en los ¨²ltimos dos a?os, cuando muchas firmas medianas de la construcci¨®n o la industria ya hab¨ªan echado la reja, suelen ser microcompa?¨ªas del sector servicios, pero tambi¨¦n ocurre en grandes contratas de la Administraci¨®n. Ganan los concurso p¨²blicos con ofertas a la baja, el Estado desembolsa cantidades millonarias, pero las firmas que gestionan el servicio atrancan los pagos a sus trabajadores. En este caso est¨¢n unas 75 limpiadoras en Galicia de Cleanet, una empresa que tiene asignadas tareas en el Arsenal Militar de Ferrol, la Brilat de Figueirido (Pontevedra) y la Escuela Naval de Mar¨ªn. La compa?¨ªa catalana se llev¨® el concurso de Defensa por 12 millones de euros en 2013, pero las 54 empleadas ferrolanas, en huelga desde el 27 de octubre, cobraron su ¨²ltimo sueldo en agosto, aunque el Ministerio s¨ª pag¨® puntualmente a la contrata.

Algo similar les ocurre a los trabajadores de Linorsa, con 700 empleados en Galicia. Limpian, por ejemplo, en la sede del Parlamento gallego, la Delegaci¨®n del Gobierno en Galicia, docenas de colegios y juzgados, las oficinas del Sergas, el aeropuerto de Alvedro, la estaci¨®n de autobuses y el rectorado de la Universidad de A Coru?a, y varios edificios p¨²blicos m¨¢s en Pontevedra y Vigo. Son varias las administraciones e instituciones que han amenazado a Linorsa con rescindirle sus contratos ¡ªo han dado pasos en esa direcci¨®n¡ª por los impagos reiterados que arrastran desde junio.

Los ¨²ltimos en salir a la calle para reivindicar sus empleos y salarios pendientes, con una protesta el pasado viernes en la Alameda compostelana, fueron los 95 empleados despedidos de Regaki, la Rede Galega de Kioscos, con 37 puntos de venta repartidos por la comunidad y que depende de Cogami, una entidad sin ¨¢nimo de lucro, con cuantiosas subvenciones de la Xunta, para la integraci¨®n laboral de las personas con discapacidad. Los trabajadores llevan dos meses sin cobrar, explica Carminha Naveira, delegada sindical, que cuenta el caso de mujeres que han tenido que dejar su vivienda para compartir piso. A la discapacidad muchos le suman enfermedades cr¨®nicas que tratan con f¨¢rmacos caros y que dependen de un sueldo que normalmente no pasa de 620 euros mensuales, dice Naveira, que arremete contra un concurso de acreedores que considera ¡°fraudulento¡± y contra los directivos del grupo Galega de Econom¨ªa Social por su gesti¨®n.