Juego de tronos en la Gran V¨ªa
La coincidencia estrat¨¦gica de Kutxabank y BBK de procurar ya una mayor eficiencia al banco crea tensiones bajo la inquietante sombra del ¡®caso Cabieces¡¯
Una diagonal separa en plena Gran V¨ªa de Bilbao los dos edificios donde se asiste desde hace m¨¢s de cuatro meses a un aut¨¦ntico Juego de tronos sobre el futuro inmediato de Kutxabank. Pero es una distancia infinitamente corta comparada con el hondo alejamiento estrat¨¦gico al que se ha asistido durante todo un a?o entre Mario Fern¨¢ndez y Xabier Sagredo, los presidentes del banco vasco y de su m¨¢ximo accionista, la BBK, respectivamente.?
Todo un ejercicio plagado de reiteradas situaciones demasiado hilarantes que afloraron primero con la abrupta renuncia de Fern¨¢ndez y, despu¨¦s, con el ins¨®lito estallido del caso Cabieces. Eso s¨ª, nadie con criterio en cada uno de los dos edificios se atreve a asegurar que las sorpresas se hayan acabado. Vaya, que el ventilador se detenga mientras contin¨²an las auditorias internas, se desatan los nervios por el previsible cambio de equipo directivo en Kutxabank y la juez inicia sus primeras pesquisas sobre la petici¨®n de imputaciones.
?Por qu¨¦ se encendi¨® la mecha del pago irregular al pol¨ªtico socialista reci¨¦n llegado Gregorio Villalabeitia al poder?
Asiain nunca cont¨® para Fern¨¢ndez y ahora tampoco entra en los planes
Con el paso de los d¨ªas y pese a la superposici¨®n de versiones muy interesadas, se descarta el exclusivo ¨¢nimo de vendetta del presidente de Kutxabank sobre su antecesor, aunque su falta de tacto en la resoluci¨®n de la ¡°irregularidad¡± le acabe se?alando con el dedo y aliente, de paso, las sospechas de Fern¨¢ndez y el malestar de empresarios y pol¨ªticos afectados por los da?os colaterales. ¡°A Villalabetia le ponen en un brete cuando le cuentan lo del pago y como cree que es una trampa para comprometerle reci¨¦n llegado corta por lo sano¡±, resumen personas pr¨®ximas a los principales protagonistas que son, fundamentalmente, Fernando L¨®pez de Eguilaz, director de Recursos Humanos, e Ignacio S¨¢nchez Asiain, director general de Negocio del banco vasco. Seg¨²n las versiones m¨¢s coincidentes, ambos entienden que Villalabeitia debe ser informado del pago ordenado por Fern¨¢ndez en favor de Cabieces y que ¨¦ste recibe no todos los meses desde marzo de 2012. Eguilaz hab¨ªa sido una persona fiel al anterior presidente y en su c¨ªrculo m¨¢s ¨ªntimo cunde la sensaci¨®n de que ¡°no le qued¨® otro remedio que desvelar el pago¡±.
S¨¢nchez Asiain, en cambio, nunca goz¨® de la confianza de Fern¨¢ndez. Le ocurre lo mismo ahora con el nuevo patr¨®n. Curiosamente los tres han formado parte de la familia del BBV y es ah¨ª donde algunos directivos de segundo rango creen que anidan las diferencias y los recelos.
Xabier de Irala acept¨® una alta recomendaci¨®n en Madrid para incorporar a S¨¢nchez Asiain como mano derecha. La enfermedad de Irala y su relevo por Fern¨¢ndez trastocaron los planes. El nuevo presidente ¡°entretuvo¡± a Asiain con algunos cometidos, pero nunca le confi¨® el aut¨¦ntico mando. El negocio nunca se ha impuesto a la solvencia bajo el mandato de Fern¨¢ndez. Adem¨¢s, el presidente no se recataba en cuestionar las capacidades del directivo, recordando con cierta iron¨ªa sus pasos poco firmes en su aprendizaje por el BBVA. Por si fuera poco, cuando Asiain se incomod¨® por su situaci¨®n, Fern¨¢ndez atribuy¨® al PNV el freno a su ascenso. El EBB nunca ha recibido una propuesta sobre el futuro profesional sobre Asiain. Y, desde luego, tampoco es previsible que Villalabeitia lo haga ahora, adem¨¢s sin consultar.
Ocurre que el negocio de Kutxabank no da los ratios de eficiencia m¨ªnimamente aceptables y en la nueva etapa se va procurar voltear la situaci¨®n. As¨ª las cosas, Asiain tendr¨ªa los d¨ªas contados para seguir al frente del negocio gener¨¢ndose una tensa situaci¨®n de expectativa en su entorno, de donde podr¨ªan filtrarse inc¨®modas situaciones para el nuevo orden jer¨¢rquico. El sueldo de Villalabeitia es todo un aviso a navegantes.
En cambio, con el nuevo presidente Sagredo no se sentir¨¢ marginado para defender sus planteamientos bancarios aunque ambos permanezcan en edificios diferentes. El presidente de BBK, muy afectado personalmente por los impactos medi¨¢ticos que le atribuyen una intermediaci¨®n decisiva en esta guerra interna pero que niegan sus m¨¢s pr¨®ximos, activar¨¢, por fin, su hoja de ruta que jam¨¢s pudo aplicar con Fern¨¢ndez. Quedar¨¢n atr¨¢s los vac¨ªos sufridos en silencio pero rodeado de un pu?ado de fieles, as¨ª como su aislamiento, que comenz¨® el mismo d¨ªa en que se encontr¨® sin despacho ni ordenador reci¨¦n estrenado su cargo.
BBK desea potenciar el tri¨¢ngulo Obra Social, participadas y negocio bancario
Villalabeitia comparte con Sagredo que es insostenible el raqu¨ªtico dato de eficiencia de Kutxabank, maquillado en m¨¢s de un ejercicio por la venta de participadas que resultaron en ocasiones tan dolorosas como ocurri¨® con Enag¨¢s. M¨¢s all¨¢ de las intrigas previas de una convulsa situaci¨®n interna, ambos presidentes comparten la necesidad de procurar en el margen de dos a?os un mayor dividendo que en el caso de BBK le permita engrasar, con una visi¨®n de pa¨ªs, el tri¨¢ngulo conformado por Obra Social, participadas y negocio bancario.
Quienes le conocen aseguran que Sagredo nunca entendi¨® las lecturas personalistas sobre la entrada de inversores que Fern¨¢ndez estren¨® en aquel desayuno que amarg¨® la ma?ana al presidente del EBB, Andoni Ortuzar, at¨®nito al escuchar una apuesta societaria que el PNV jam¨¢s compartir¨¢. Una barrera generacional, distintas cualificaciones profesionales y la falta de empat¨ªa imped¨ªan d¨ªa a d¨ªa la puesta en com¨²n entre las dos entidades.
Ahora, el escenario es otro aunque nazca ensombrecido por el caso Cabieces. Villalabeitia ha relativizado sus efectos en una respuesta que m¨¢s de uno cree temeraria y no deja de sorprender por simple. En el edificio de enfrente se han limitado a observar, sabedores de que les sopla el viento de cara. El Juego de tronos no va con ellos. Solo hablan de c¨®mo mejorar la eficiencia y encima tienen un plan.
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