La crisis de los 40 sube al escenario de La Villarroel

La vida de Ana, protagonista de la obra teatral Petits Monstres, se ve sacudida por m¨²ltiples crisis: En teor¨ªa es artista conceptual, pero no encuentra trabajo. La mujer cumplir¨¢ 40 a?os y no tiene pareja, ni hijos, ni vida sexual. Est¨¢ en paro y se ve abocada a vivir de nuevo en casa de sus padres. Adem¨¢s, una vez regresa al ¨²nico reducto que le pertenece, la habitaci¨®n de su infancia, descubre que su hermana est¨¢ a punto de separarse, con lo que quiere volver tambi¨¦n a la casa familiar con un objetivo: arrebatarle el dormitorio. En este contexto Ana, que no soporta el mundo que le rodea como tampoco se soporta a s¨ª misma, decide no esconder m¨¢s sus ruinas mentales y ense?arlas al espectador sin complejos.

La comedia se estrenar¨¢ el 4 de marzo en La Villarroel. La autora y directora de la obra, Marilia Samper, explica que el texto tiene mucho de autobiogr¨¢fico. "La generaci¨®n de entre 30 y 40 a?os tenemos una situaci¨®n mucho m¨¢s inestable que la de nuestros padres cuando ten¨ªan esta edad, tanto en lo social como en lo laboral", dice Samper. "Ellos se planteaban cosas m¨¢s sencillas: pagar facturas, tener una casa y una familia. Se sacaban las casta?as del fuego. Hoy mucha gente piensa en so?ar en lugar de vivir con madurez, son casi adolescentes, las relaciones son m¨¢s vol¨¢tiles", relata Samper.

El punto de partida de Petits Monstres es una reuni¨®n familiar. Los padres de Ana, que interpreta la actriz Vanessa Segura, celebran el aniversario. Pero ella, que reh¨²ye de este tipo de fastos, decide esconderse en el desv¨¢n. Una vez all¨ª se encuentra por casualidad con su hermana Marta, encarnada por las actrices Marta Aran y Mireia Piferrer. Marta ha subido al desv¨¢n con su pareja, un hombre vegano y amante del yoga interpretado por David Vert y Jordi And¨²jar. El matrimonio se desmorona y se recluye para abordar una discusi¨®n inc¨®moda: romper su relaci¨®n.

Pero entonces, cuando los tres se topan, a su vez se produce un conflicto mayor, "una batalla entre dos hermanas por ocupar un mismo lugar: la habitaci¨®n de casa de sus padres. Es algo casi grotesco. Una tiene casi 40 a?os, la otra treinta y pico, y no tienen m¨¢s lugar en este mundo que la habitaci¨®n infantil", asegura la dramaturga de origen brasile?o. Tras el estallido del debate, ninguno de los personajes volver¨¢ a ser el mismo.

El choque entre las hermanas se convierte en un viaje para ellas en el que revisitan su infancia, sus sue?os y desmontan la percepci¨®n que cada una tiene de la otra. "Se encuentran y se reencuentran", afirma Samper. Ana no quiere abandonar sus ilusiones aunque constantemente se da de bruces con la realidad. "Se siente desconectada, como un pez fuera del agua", remarca la autora de Petits Monstres.

A la vez, la obra intenta mostrar otro tipo de feminidad: Ana es maleducada, egoc¨¦ntrica, se entromete en todo, tiene una perspectiva diferente de la maternidad y las relaciones, un humor un tanto ¨¢cido, y toma medicamentos recetados por un psiquiatra. "Hoy me he levantado temprano. Son las 11:30" horas, dice el personaje, en bata, en un videoblog que puede visitarse en Youtube. "Una amiga me env¨ªa esta frase: En cada fracaso se encuentra la semilla del ¨¦xito. Y ahora la pregunta es: Las dos mil toneladas de semillas que tengo, ?tardar¨¢n mucho en germinar?", espeta en otro video. "Soy especialista en liarme con t¨ªos in¨²tiles y corro el peligro de terminar enamorada de un actor, o peor, de alguien que haga yoga", explica Ana.

Petits Monstres se representar¨¢ hasta el 29 de marzo en La Villarroel. El germen del montaje se remonta a la iniciativa Apadrina un dramaturg del Festival Grec de 2013. Despu¨¦s la obra, que duraba unos 25 minutos, fue recuperada dentro del ciclo Terrats en Cultura, organizado por la asociaci¨®n Coincid¨¨ncies. La directora de La Villarroel, Tania Brenlle, la descubri¨® en una azotea. Ahora Samper estrena de nuevo Petits Monstres tras alargar la duraci¨®n del montaje y de reescribir el texto por completo.