Si ve una cotorra, avise
La Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa convoca a los ciudadanos para elaborar un censo de esta especie invasora. La Administraci¨®n a¨²n no ha tomado ninguna medida para frenar su veloz expansi¨®n
¡°Todo el mundo sabe identificar una cotorra. Es un p¨¢jaro verde, peque?o, que vuela y hace ruido¡±, dice Arantxa Leal, bi¨®loga de la Sociedad Espa?ola de Ornitolog¨ªa (SEO/Birdlife). Entre las miles y miles de cotorras que abundan en Madrid, hay dos clases: la cotorra argentina, que tiene la frente y el pecho gris, y la cotorra Kramer, de plumaje completamente verde. A pesar de que estas dos especies de aves ya fueron catalogadas especie ex¨®tica invasora por el Real Decreto 630 de 2013, la Administraci¨®n no ha tomado a¨²n ninguna decisi¨®n para frenar su expansi¨®n. Como una primera medida de control, la asociaci¨®n SEO ha convocado a los ciudadanos a colaborar en un censo nacional que establezca el n¨²mero de ejemplares.
El Decreto 630 del Ministerio de Agricultura, Alimentaci¨®n y Medio Ambiente hace referencia al Convenio de Naciones Unidas sobre la Diversidad Biol¨®gica, ratificado por Espa?a en 1993, seg¨²n el cual ¡°cada parte contratante, en la medida de sus posibilidades, impedir¨¢ que se introduzcan, controlar¨¢, o erradicar¨¢ las especies ex¨®ticas que amenacen los ecosistemas, los h¨¢bitats¡±.
En el caso de Espa?a, las primeras cotorras fueron detectadas en 1975 en Barcelona. ¡°Se trata de ejemplares que fueron introducidos como animales de compa?¨ªa, como mascotas¡±, explica la bi¨®loga del SEO, y especula con que seguramente estos animales empezaron a ¡°cansar a sus due?os en alg¨²n momento por el bullicio que producen y fueron puestos en libertad¡±. Del cruce de estas aves que posiblemente escaparon de sus jaulas o que sus due?os abandonaron, se desencaden¨® esta invasi¨®n como una avalancha a trav¨¦s de las d¨¦cadas.
¡°Las cotorras son aves que no hablan ni pueden aprender a hablar, y sobre todo son animales muy sociables. Los ruidos que hacen son porque se buscan o se comunican entre s¨ª¡±, comenta Leal.
Esta cualidad de especie ¡°sociable¡± es responsable de que las cotorras argentinas construyan nidos en comunidades comparables con n¨²cleos residenciales, con urbanizaciones humanas de varias casas. Los nidos de las cotorras argentinas contienen hasta 29 pajareras juntas, todas api?adas en una gran masa sobre las copas de los ¨¢rboles. No solo el bullicio que producen decenas de cotorras juntas, sino tambi¨¦n el riesgo de que uno de estos nidos se desplome de las ramas de los ¨¢rboles, es un agravante de esta invasi¨®n en los parques y calles de la ciudad.
Por el contrario, la cotorra Kramer construye sus nidos en los huecos de los ¨¢rboles o en edificios, y no es de car¨¢cter colonizador, como su pariente argentina. El censo organizado por SEO se concentra en marzo a la cotorra argentina y en abril a la cotorra Kramer. Son los meses de cr¨ªa de estas aves.
¡°Las cotorras son animales inteligentes que aprovechan los recursos que tienen al m¨¢ximo. Pueden ser consideradas plagas porque se reproducen muy r¨¢pido¡±, se?ala Leal, y resalta que si se llegaran a desplazar al campo podr¨ªan ¡°arrasar con los cultivos¡±. Como ejemplo de una plaga introducida tambi¨¦n de manera irresponsable, Leal nombra el caracol manzana, originario de Asia, que ¡°ahora en el Delta del Ebro se est¨¢ comiendo el arroz¡±.
Pero las peque?as aves verdes parecen encontrarse mejor en espacios urbanos. Seg¨²n explica la bi¨®loga, en las ciudades hallan alimento f¨¢cil y se adaptan bien al verano y al invierno; en los meses de calor es m¨¢s f¨¢cil para ellas encontrar fuentes de agua, y en los meses fr¨ªos las temperaturas son m¨¢s templadas que en los campos.
El SEO ha hecho el llamamiento a la ciudadan¨ªa a trav¨¦s de su p¨¢gina web. Un documento digital (con datos de audio y fotos de las aves) indica los pasos a seguir para observar las cotorras y sus nidos. Hay una metodolog¨ªa espec¨ªfica para las dos especies. Las instrucciones son f¨¢ciles de seguir. Casi se pueden simplificar en ¡°ir entre las siete y ocho de la noche cerca de un ¨¢rbol y esperar a que lleguen las cotorras¡±, indica la bi¨®loga del SEO. La recopilaci¨®n de los datos se hace por medio de una plantilla que tambi¨¦n proporciona la asociaci¨®n en su p¨¢gina de Internet. Los resultados del censo ser¨¢n recogidos en un informe monogr¨¢fico que ser¨¢ puesto a disposici¨®n de la Administraci¨®n.
¡°El margen de error est¨¢ tambi¨¦n considerado en este censo. Es posible que si tienes que esperar mucho tiempo delante de un ¨¢rbol no puedas ver todos los nidos ni los ejemplares que hay¡±, aclara SEO. La organizaci¨®n, fundada en 1954, es la primera en Espa?a que se ha dedicado a la conservaci¨®n de la naturaleza y la ornitolog¨ªa.
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