El drama de una ayuda envenenada
Ainhoa Manterola se queda sin piso y entrega la custodia de sus hijas al no poder afrontar la devoluci¨®n de la deuda contraida por los errores de Lanbide
Ainhoa Manterola (Getaria, 1977) jam¨¢s se hubiera imaginado que a los treinta y tantos iba a tener que regresar al hogar de sus padres peor que con las manos vac¨ªas. Despu¨¦s de trabajar durante m¨¢s de quince a?os, unos como aut¨®noma con su propio puesto en el mercado de Zarautz, y otros por cuenta ajena, en una empresa de limpieza, cargando camiones, de camarera, o limpiando anchoas, entre otras ocupaciones, se ha visto obligada a volver a la misma cama en la que hace 25 a?os so?aba con escapar un d¨ªa para formar su propia familia. En unos d¨ªas se instalar¨¢ en la direcci¨®n de sus padres, al no poder afrontar los pagos y perder su vivienda de alquiler.
Pero lo m¨¢s doloroso es que regresa sin sus dos hijas, que ha tenido que entregar a su ex marido despu¨¦s de cederle la custodia que ten¨ªa ella. Un futuro muy complicado que se agrava, si es posible, por el hecho de que tiene una deuda viva y otra en ciernes que apenas si puede devolver. Lo curioso es que no se trata de una deuda bancaria. No es un cr¨¦dito solicitado para un proyecto que finalmente resulta fallido. No. La deuda es involuntaria, no sabe muy bien el concepto por el que se la imputan y la tiene abierta con el organismo que el Parlamento vasco dise?¨® para evitar la pobreza en Euskadi y devolver unas condiciones dignas a quienes las perd¨ªan por la crisis u otros motivos: Lanbide. ¡°Sinceramente jam¨¢s pens¨¦ en que esto era posible, que le podr¨ªa pasar a alguien y menos a m¨ª¡±, explica Manterola en una cafeter¨ªa de Zarautz, junto al mercado en el que tuvo un puesto y en compa?¨ªa de Vicky Molina, la portavoz de la Asociaci¨®n de Afectados por Lanbide y Jimena, otra afectada.
Una vez agotados sus
A Ainhoa le reclaman 1.629 euros a raz¨®n de 265 que detraen mensualmente de los 641 que le corresponde de RGI, ¡ªal margen de la pensi¨®n compensatoria que le ingresaba su ex marido¡ª. ¡°Esto es una pesadilla¡±, dice. ¡°Yo no he ocultado nada, no he defraudado. Les llev¨¦ la sentencia, las condiciones, todos los extractos bancarios, y c¨®mo me hab¨ªa devorado el importe de una EPSV que ten¨ªa de hac¨ªa quince a?os y que pude rescatar¡±. Sin embargo, nadie le ha explicado todav¨ªa de donde sale ni la deuda de los 1.629 euros ¡°ni la que me dicen que me van a empezar a cobrar a partir de ahora. No explican nada...¡±. En 2011 la crisis le dio un hachazo despu¨¦s de acosarla desde que en 2007 el desemple¨® se desboc¨®. Los problemas se acumularon en su vida personal y como suele pasar en estos casos, la miseria empieza vaciando la cuenta bancaria y termina por marchitar la vida familiar y los sue?os.
Ese mismo a?o de 2011 se divorci¨® de su compa?ero a?adiendo problemas a la ya dif¨ªcil tarea de sacar adelante a su familia, pero con la esperanza de ganar estabilidad emocional para el futuro. Pero no logr¨® m¨¢s ingresos y una vez agotados sus recursos, tuvo que pedir la RGI. Lo que no entraba en sus planes es que tres a?os despu¨¦s, Lanbide le reclamara una deuda y le apercibiera de una segunda. ¡°No olvidar¨¦ jam¨¢s las Navidades de 2014, nunca olvidar¨¦ el momento de llegar a la conclusi¨®n de que lo perd¨ªa todo. De que las ayudas que iban a permitirme sacar la ESO y despu¨¦s seguir con una diplomatura o una licenciatura y volver a empezar de cero si hac¨ªa falta, se iban a convertir en una pesadilla por erroes de gesti¨®n de Lanbide¡±. Pese a todo, lo peor fue constatar que si no pod¨ªa hacer frente al alquiler tampoco podr¨ªa tener la custodia de sus hijas.
Manterola se expresa en euskera, su idioma materno ante los funcionarios y empleados de Lanbide. ¡°Me hab¨¦is jodido los Reyes de mis hijas¡±, les dijo en la ventanilla, sin importarle que tambi¨¦n se le hab¨ªan ¡°jodido a ella¡±. La Asociaci¨®n de Afectados por Lanbide solicit¨® la pasada semana una reuni¨®n urgente con el consejero de Empleo y Pol¨ªticas Sociales, ?ngel To?a, habida cuenta de que tras su comparecencia parlamentaria, su propuesta de una cuota social para devolver la deuda de 30 en 30 euros, no ha tenido efecto. Los legisladores han previsto mecanismos para reducir y reordenar las deudas de las empresas a trav¨¦s de procesos a trav¨¦s de quitas en los procesos concursales. Para las familias tambi¨¦n es posible, pero no viable. No hay quita posible en las personas f¨ªsicas ¡°Les dije en Lanbide que iba a casa de mis padres a vivir y les pregunt¨¦ qu¨¦ pasa si no puedo pagar la deuda¡±, recuerda Ainhoa. ¡°Me dijeron que lo buscar¨ªan en las cuentas de mis padres¡±, dice indignada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.