Yo a Pujol le hablo de usted
Antes de empezar la sesi¨®n de este lunes dec¨ªan por los pasillos del Parlament que ya s¨®lo les falta comparecer a Bel¨¦n Esteban y al Yoyas. Mientras les llega el turno, la repetici¨®n de las cosas, de los acontecimientos y hasta de los comparecientes se acumula semana tras semana como la grasa en las jorobas de un camello del Gobi, por poner otro paraje agobiante. El caso es que la comisi¨®n oscila del espect¨¢culo al latazo, y as¨ª no hay manera de sacar nada en claro, que es a lo que parece que est¨¢ predestinada por sus predestinadores. El despredestinador que la despredestine buen despredestinador ser¨¢.
Tambi¨¦n antes de empezar la sesi¨®n de este lunes, los diputados se han puesto en pie para guardar un minuto de silencio como muestra de dolor por la muerte del profesor asesinado en su instituto y por la muerte de los m¨¢s de setecientos inmigrantes ahogados en el Mediterr¨¢neo. ?ltimamente, no hay sesi¨®n o pleno que no empiece de esta manera, es decir, marcada por el dolor. La vida es un lugar injusto, pero el mundo no tiene por qu¨¦ serlo de esa manera, y para eso est¨¢n la pol¨ªtica y los parlamentos.
Se han repetido hoy una ausencia y una comparecencia, cada cual muy significativa a su manera. Por segunda vez, ha pasado de comparecer Manuel V¨¢zquez, no el creador de la familia Cebolleta, que en la gloria de los dibujantes est¨¦, sino el comisario en jefe de la Unidad de Delincuencia Econ¨®mica y Fiscal de la polic¨ªa nacional. A lo mejor es que no viene porque la unidad tiene siglas (Udef) como de universidad a distancia y por eso siempre le queda lejos. El presidente de la comisi¨®n, David Fern¨¢ndez, ha expuesto ante los reunidos en la sala de Grupos que hasta aqu¨ª hemos llegado con lo de no comparecer, y que, por primera vez en lo que llevamos de historia con este asunto, se pedir¨¢ a la Mesa del Parlament que se lleve a alguien a fiscal¨ªa. A David Fern¨¢ndez lo est¨¢n sacando cada vez m¨¢s de sus casillas asamblearias. Se pone rojo (de cara, de lo otro ya viene), se le endurece la voz y con ella la sintaxis, amenaza cada vez con mayor frecuencia con suspender las sesiones, y la semana pasada lo hizo por unos minutos tras un encontronazo con el portavoz del Partido Popular. Hoy ha vuelto a suspenderla moment¨¢neamente para llevarse a capilla a Joan Anton S¨¢nchez Carret¨¦, que por segunda vez comparec¨ªa en esta comisi¨®n contra la corrupci¨®n. En la primera ocasi¨®n (hace ahora un mes), S¨¢nchez Carret¨¦ (que, desde 1983, es el asesor fiscal de Jordi Pujol, y a¨²n hoy sigue si¨¦ndolo) se neg¨® a declarar, arm¨® un esc¨¢ndalo may¨²sculo desafiando a los portavoces parlamentarios (vamos, que les vacil¨® todo lo que pudo) y se march¨® sin abrir la boca. Tampoco este lunes ha accedido S¨¢nchez Carret¨¦ a soltar prenda, ahora empleando lo que el diputado ecosocialista Marc Vidal ha llamado ¡°hacer un J¨²nior¡±. Es decir, explicar muchas cosas que al final no sirven para nada. El agarr¨®n lo han tenido David Fern¨¢ndez y S¨¢nchez Carret¨¦ cuando el asesor fiscal pretend¨ªa responder, a una pregunta del portavoz republicano Sergi Sabri¨¤, leyendo seguidos cuatro articulazos, aparecidos en sendas publicaciones, sobre doctrina legal, obra de ¡°los catedr¨¢ticos m¨¢s significativos del Derecho Tributario del Estado espa?ol¡±. Ya se hac¨ªa interminable la lectura del primero, y la sala empezaba a cabecear, y distra¨ªa el sopor hojeando ap¨¢ticamente (eso, para no escucharle), las fotocopias de los mismos que se hab¨ªan repartido entre los presentes, cuando el presidente de la comisi¨®n le dijo en lenguaje jur¨ªdico que no diese m¨¢s la chapa, y que si ya estaba repartida esa documentaci¨®n no era necesario leerla al dedillo, que bastaba con explicar su sentido general.
Como buen l¨ªder mao¨ªsta de los a?os de la gasolina con plomo, S¨¢nchez Carret¨¦ sabe reventar una asamblea y mucho m¨¢s una pac¨ªfica comisi¨®n de investigaci¨®n, y esto es lo que ha conseguido, de una manera delirante, en la sesi¨®n de hoy. Le ha bastado provocar un tira y afloja, en que, a modo de principal argumento, S¨¢nchez Carret¨¦ expon¨ªa que era una l¨¢stima no leerlo todo con el trabajo que le hab¨ªa dado prepararlo. Ha sido entonces cuando el presidente David Fern¨¢ndez no ha podido m¨¢s y se ha llevado a Carret¨¦ al rinc¨®n de pensar. Durante la ausencia de ambos, el resto de los diputados ha formado un corrillo como de reuni¨®n de vecinos de escalera, y han continuado discutiendo entre ellos sobre la actitud del compareciente. S¨®lo le parec¨ªa bien este proceder al diputado del grupo popular, Santi Rodr¨ªguez, que dec¨ªa que Carret¨¦ ten¨ªa derecho a leer tanto como considerase adecuado. Est¨¢ visto, que para los conservadores y los neoliberales lo de la libertad de expresi¨®n es m¨¢s una cuesti¨®n de cantidad que de calidad. Cuando al final se desvaneci¨® el corro de los diputados y se fragment¨® en otras subconversaciones como un fractal, uno de ellos exclam¨® en voz alta: ¡°?Es para levantarse e irse!¡±, y acto seguido se sent¨® en su sitio y se qued¨® esperando como un delantero del Bar?a, es decir estoico, a la vuelta del presidente y del declarante.
De corrupci¨®n en general, en esta sesi¨®n se ha hablado poco. Con ¨¦sta ya van veinte sesiones, de modo que da la sensaci¨®n de que poco m¨¢s se le puede sacar al asunto. Acaso, cuando en el mes de junio llegue la hora de las resoluciones, se concluya que la corrupci¨®n (en este caso, la corrupci¨®n pol¨ªtica), es un espejo del alma social.
(Postdata. A Joan Anton S¨¢nchez Carret¨¦ le llam¨¦ equivocadamente en la cr¨®nica de su comparecencia anterior ¡°camarada Lobato¡±. Ahora me he enterado de que tal era el sobrenombre del secretario general del PTE, Eladio Garc¨ªa Castro. El alias que utilizaba Carret¨¦, como secretario del partido en Catalu?a, era G. Marin¨¦, aunque sus compa?eros se refer¨ªan a ¨¦l de una manera m¨¢s descriptiva en lo tocante a su peso en la tierra, no en el partido. Esto est¨¢ contado en el libro Pan, trabajo y libertad. Historia del Partido del Trabajo de Espa?a, ed. El Viejo Topo. La historia, seg¨²n los autores, es que Carret¨¦ fue expulsado del PTE porque ¡°se consider¨® que trataba de poner el Partido en Catalu?a al servicio de sus intereses personales, para su proyecci¨®n personal y profesional¡±. M¨¢s tarde, a ra¨ªz de su militancia en la Assemblea de Catalunya, constituy¨® junto a Xirinacs el Bloc d'Esquerra d'Alliberament Nacional, BEAN. Cuando se le pregunta a S¨¢nchez Carret¨¦ en los pasillos del Parlament c¨®mo, procediendo del PTE, fue a contactar con Jordi Pujol, pone precisamente como pretexto la pertenencia de ambos a la Assemblea de Catalunya. Cuenta que sucedi¨® en los d¨ªas de la comisi¨®n de los nueve, enero del 77, de la que Pujol formaba parte. A Carret¨¦ le toc¨® pedirle, ambos ten¨ªan en com¨²n ser catalanes, que negociara o que intercediera ante el ministro del Interior por la oleada de detenciones que estaban sufriendo los militantes del PTE. Y as¨ª surgi¨® el amor. ¡°Est¨¢bamos todos en el mismo barco¡±, detalla. ?Y este pobre cronista, que se cre¨ªa que entonces estaban en el mismo r¨ªo, pero en distintos barcos! La literatura es la metaf¨ªsica de los ingenuos. Uno hubiera pensado, por ejemplo, que la relaci¨®n con Pujol nac¨ªa de algo m¨¢s profundo, de lo verdadera y hondamente humano, es decir, del dinero. Me imaginaba a Carret¨¦ como a otros tantos pol¨ªticos que han utilizado el patriotismo como pretexto para medrar. Por ejemplo, el PI de ?ngel Colom y Pilar Rahola, que, al igual que los Beatles acaban pidiendo un poco de ayuda a sus amigos, y le solicitan auxilio econ¨®mico a Millet en el Palau de la M¨²sica. A S¨¢nchez Carret¨¦ lo ve¨ªa, s¨ª, de igual manera. Pidi¨¦ndole audiencia a Pujol, ya de presidente de la Generalitat, para solventar las deudas electorales de sus formaciones patri¨®ticas acumuladas cuando todo empezaba y todo era ilusi¨®n. Pero ser¨¢n las palabras del propio S¨¢nchez Carret¨¦, primero palad¨ªn de los trabajadores, luego libertador nacional, luego asesor fiscal de Jordi Pujol durante tres d¨¦cadas ¡°sin haber sido nunca de Converg¨¨ncia¡±, luego figurante en la lista Falciani y condenado en dos ocasiones por delito fiscal, ser¨¢n sus palabras de este lunes, en el limbo del arranque de unas escaleras junto a la puerta de la sala de Grupos, las que plasmen el tr¨¢gico destino de la pol¨ªtica catalana, las que contengan la ¨²nica relaci¨®n posible entre quien manda y quienes les hacen los recados: ¡°Yo a Pujol le hablo de usted¡±).
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