Ojo con 2016

Es indudable que la econom¨ªa espa?ola se ha recuperado, pero lo hace con menor fuerza de lo que se dice y bas¨¢ndose en motores que impedir¨¢n que siga as¨ª durante mucho tiempo.

Se exagera la recuperaci¨®n al medirla con un PIB que tiene trampa. Este indicador se calcula multiplicando la cantidad total de bienes producidos por los precios, pero no por los de cada a?o sino los de un a?o fijo, llamado a?o base. El que se toma ahora es 2010 y como desde entonces los precios han bajado, resulta que el PIB actual medido a precios de ese a?o aparece con un valor mayor del que realmente tiene si se mide con los precios de hoy d¨ªa.

La prueba de su debilidad es que la recuperaci¨®n apenas lleva creaci¨®n efectiva de empleo. No aumentan las horas trabajadas, baja la masa salarial y se siguen destruyendo puestos de trabajo: 114.300 de enero a marzo. Adem¨¢s, por cada incremento de un euro respecto a 2013 en el PIB de 2014 la deuda aument¨® en m¨¢s de siete, algo materialmente insostenible.

La recuperaci¨®n se basa en la ayuda del Banco Central Europeo, en la ca¨ªda de los precios del petr¨®leo, en la mano mucho m¨¢s abierta del gobierno en materia de gasto p¨²blico y en la difusi¨®n de expectativas favorables buscando que se autocumplan. Pero hay mucho de ciclo pol¨ªtico en eso, es decir, alegr¨ªa preelectoral que genera el mayor d¨¦ficit de la zona euro y quinto del mundo. Y no aumenta solo la deuda p¨²blica. Incluso el presidente del BBVA dice que "estamos viendo ya los comienzos de una expansi¨®n del cr¨¦dito indebida".

De los dos motores que pueden hacer que funcione una econom¨ªa (los beneficios impulsando la inversi¨®n y el empleo) o los salarios (aumentando la demanda, las ventas, el beneficio y el empleo) se ha puesto en marcha el primero pero la mayor¨ªa de los estudios cient¨ªficos indican que en Espa?a es el que tienen mucha menor potencia.

Sin un cambio profundo de pol¨ªticas en Europa y en Espa?a, en 2016 (pasadas las elecciones) la econom¨ªa se vendr¨¢ abajo, aunque culpar¨¢n de ello al cambio en la situaci¨®n pol¨ªtica y a los partidos emergentes.

El nuevo Gobierno andaluz (que deber¨ªa formarse cuanto antes) ha de ser prevenido y no dejarse llevar por quienes hasta ahora se han equivocado siempre en sus predicciones. Ser¨ªa desastroso que act¨²e como si cabalg¨¢ramos a lomos de una recuperaci¨®n cierta e imparable. Hay que protegerse frente a un nuevo latigazo de crisis, de efectos quiz¨¢ peores, reforzando el mercado interno y el ingreso end¨®geno apropi¨¢ndonos de m¨¢s valor a?adido, y con un plan de protecci¨®n social que garantice el empleo y no se limite a dar ayudas sin contraprestaci¨®n productiva.