Procesado un guardia civil por causar 20 incendios forestales

El titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 5 de Navalcarnero ha dictado auto de procesamiento contra el guardia civil Enrique L. D., de 32 a?os, acusado de haber provocado de manera intencionada 20 incendios forestales entre el 17 de julio y el 1 de agosto de 2013 en Navas del Rey, Chapiner¨ªa y Colmenar del Arroyo, en el suroeste de la regi¨®n. El juez le impone una fianza de 90.000 euros para hacer frente a las posibles responsabilidades pecuniarias. El agente se encuentra en prisi¨®n desde el 2 de agosto de 2013, fecha de su detenci¨®n.

El auto de procesamiento, al que ha tenido acceso EL PA?S, recoge que existen ¡°indicios suficientes¡± para considerar que el guardia civil pudo cometer al menos un delito de incendio con peligro para la vida o la integridad f¨ªsica de las personas, recogido en el art¨ªculo 351 del C¨®digo Penal. Este se produjo en un terreno urbano provocado el 18 de julio de 2013, en el t¨¦rmino municipal de Chapiner¨ªa, a 120 metros de una guarder¨ªa infantil, en cuyo interior penetraron las llamas. Este recinto escolar tuvo que ser evacuado de inmediato ya que se hallaban ni?os de entre cero y tres a?os en su interior. Este delito puede acarrear una condena de entre 10 y 20 a?os de prisi¨®n.

El juez recoge adem¨¢s en su escrito que Enrique L. D. pudo cometer 16 delitos de incendios forestales previstos en art¨ªculo 352 del C¨®digo Penal y que se cometieron entre el 17 de julio y el 1 de agosto. Los municipios afectados fueron Navas del Rey, Chapiner¨ªa, Colmenar del Arroyo y Villanueva de Perales. El C¨®digo recoge una condena de entre uno y cinco a?os de prisi¨®n por cada delito. El auto a?ade tambi¨¦n la posible autor¨ªa de tres delitos de da?os causados mediante incendio tipificados en el art¨ªculo 266.1 del mismo texto legal. En este caso, las condenas oscilan entre uno y tres a?os de c¨¢rcel.

La suma de todos los delitos y de sus condenas hacen que el guardia civil se enfrente a una condena que oscila entre los 29 y los 109 a?os de prisi¨®n, en el peor de los casos. El tribunal que lo juzgue deber¨¢ ver si existe alguna atenuante o alguna agravante que modifique una posible condena. En concreto, los magistrados deber¨¢n valorar si sufre o ha padecido alguna enfermedad mental. Cuando fue detenido, el atestado del Servicio de Protecci¨®n de la Naturaleza (Seprona) iba acompa?ado de un informe m¨¦dico que recog¨ªa un posible cuadro depresivo.

Para esta calificaci¨®n, el juez se ha basado en la declaraci¨®n del propio imputado, en los informes periciales y en los testimonios de los testigos, seg¨²n consta en el auto.

Enrique L. D., que estaba destinado al cuartel de Navas del Rey, trajo en jaque a los bomberos y a la propia Guardia Civil durante los 15 d¨ªas que estuvo, supuestamente, provocando incendios. El primero por el que se ha sido procesado lo cometi¨® a las once de la ma?ana del 17 de julio en una pista forestal de Navas del Rey. El hecho de que hubiera seis focos cuando llegaron los primeros efectivos hizo sospechar de que hab¨ªa sido intencionado. La suerte en aquel entonces es que cerca, en Almorox (Toledo), se hab¨ªan desplegado los medios terrestres y a¨¦reos de la Comunidad de Madrid. La extinci¨®n dur¨® tan solo una hora.

La supuesta actividad pir¨®mana de Enrique L. D. fue en aumento en aquellos d¨ªas de julio. Lleg¨® a intentar provocar en un solo d¨ªa hasta ocho incendios, como ocurri¨® dos d¨ªas despu¨¦s de su primer presunto delito. El 19 de julio acudi¨® a Navas, Colmenar del Arroyo, Chapiner¨ªa y Villanueva de Perales entre las seis y media de la madrugada y las once de la noche.

La Delegaci¨®n del Gobierno en Madrid y la Consejer¨ªa de Presidencia y Justicia pidieron la colaboraci¨®n ciudadana para intentar detener al autor de los incendios, ya que su actuaci¨®n iba en aumento. Se movilizaron a m¨¢s agentes del instituto armado y se desplazaron al lugar helic¨®pteros para su localizaci¨®n. Tambi¨¦n se reforz¨® la presencia de los agentes forestales de la Comunidad de Madrid para vigilar tanto de d¨ªa como de noche los accesos a los bosques.

El arresto se produjo durante el ¨²ltimo incendio del que est¨¢ imputado. Ocurri¨® el 1 de agosto en una zona entre Navas del Rey y Pelayos de la Presa. Una mujer y un bombero le vieron en las proximidades del fuego, que se declar¨® por la tarde. La descripci¨®n del supuesto autor (joven, estatura media y rubio) coincid¨ªan con las de Enrique L. D. Otro detalle es que los siniestros siempre coincid¨ªan con las horas libres del guardia civil. Para ello aprovechaba que conoc¨ªa la zona con bastante detalle.

El bombero y la mujer le identificaron ¡°sin ning¨²n g¨¦nero de dudas¡± a trav¨¦s de una fotograf¨ªa mostrada por los investigadores del Seprona. Estos le detuvieron en el cuartel de Navas del Rey. Cuando le interrogaron, se confes¨® culpable de todos los cargos que le imputaban. Afirm¨® entonces que sufr¨ªa ¡°un impulso irrefrenable de hacer fuego ya desde peque?o¡± y que este se hab¨ªa incrementado en los ¨²ltimos d¨ªas del verano de 2013.

El m¨¦todo que utilizaba para provocar los incendios era ¡°muy rudimentario¡±, seg¨²n la Guardia Civil. Se limitaba a juntar hojas que encontraba en las inmediaciones del lugar del incendio y las prend¨ªa con un mechero o una cerilla. De hecho, los investigadores no vieron preciso ni registrar su vivienda.

Nacido en Melilla, Enrique L. D. estaba soltero y llevaba cuatro a?os en el cuerpo cuando fue detenido. Era el ¨²nico de su familia que pertenec¨ªa en la Guardia Civil. Su primer destino fue en Madrid capital, pero en cuanto pudo pidi¨® el traslado al puesto de Navas del Rey. All¨ª lleg¨® en la Semana Santa de 2012. Sus compa?eros le vieron muy raro en los d¨ªas en los que presuntamente cometi¨® los incendios.