Descubriendo escaleras inesperadas

1. Escalinata entre el Parque de las Vistillas y Ronda de Segovia. Un d¨ªa Google Maps me indic¨® bajar por estas escaleras que no conoc¨ªa. Es de esos sitios de Madrid que no te esperas y de repente te encuentras: hay un gran desnivel, mucha vegetaci¨®n y, en solo dos segundos, comunican dos barrios que no tienen nada que ver: La Latina y una zona muy popular con bares de torreznos.

2. Caf¨¦ Molar. Lo llevan amigos y creo que es un sitio muy bien pensado. Tienen muy buena selecci¨®n de libros y discos y encuentras regalos curiosos. Voy mucho, aunque nunca a trabajar: eso de trabajar en bares es un concepto que no acabo de comprender (Ruda, 19).

3. Cines Verdi. Creo que son los cines m¨¢s c¨®modos y bonitos de la ciudad, con buena programaci¨®n en versi¨®n original. Me encanta que puedas entrar y sentarte en esa cafeter¨ªa con asientos de terciopelo rojo. Tambi¨¦n me gusta lo que suponen: como vivo en La Latina no me quedan demasiado cerca y el viaje andando de ida y vuelta forma parte de la experiencia cin¨¦fila (Bravo Murillo, 28).

4. La Taberna Errante. Me parece fundamental tener un bar guay cerca de casa. Soy experta catadora de ensaladilla rusa y la suya es fenomenal, al igual que las chicas que llevan el local. Hay trasiego pero te sientes como en casa, casi como en Cheers, sobre todo en laborables cuando paran los parroquianos (Carrera de San Francisco, 8).

5. Museo Sorolla. Ni siquiera hace falta entrar al museo: su jard¨ªn parece estar en otro lugar, fuera de Madrid, como en una burbuja. Me gustan los museos que son casas, ver el sitio donde el artista trabajaba, y creo que para un ni?o tambi¨¦n puede ser divertido: est¨¢ a su escala (Paseo del General Mart¨ªnez Campos, 37).

6. El Templo del Susu. No compro casi nunca ropa nueva: o me la hago yo o la compro de segunda mano. Ya hay mucha ropa hecha y hay que reutilizarla. Este es un buen sitio para ello que ya estaba antes del boom del vintage. Tienen precios razonables, buen material y rock de los 70 a todo trapo (Esp¨ªritu Santo, 1).

7. Institut Fran?ais. Tengo que confesar que soy bastante afrancesada as¨ª que frecuento la mediateca del Institut y su cafeter¨ªa. La terraza est¨¢ en un patio interno y es una gozada, lejos de eso que nos gusta tanto a los madrile?os de que nos rocen los coches mientras comes una de bravas (Marqu¨¦s de la Ensenada, 12).

8. Parque de El Capricho. Un gran desconocido que, curiosamente, es el mejor parque que tenemos. Lo descubr¨ª hace poco, porque est¨¢ totalmente retirado del mundo. Llegas ah¨ª y simplemente no te lo crees, estamos acostumbrados a parques m¨¢s controlados, rodeados de asfalto. Puedes perderte y encontrar muchas cosas y leyendas (Paseo de Alameda de Osuna s/n).

9. Plaza de los Carros. De d¨ªa es un sitio normal, pero por la noche es un sitio muy loco. Me recuerda a La noche americanade Truffaut, que trata sobre el rodaje de una pel¨ªcula. Si te sientas en un banco de esta plaza de madrugada tienes esa misma sensaci¨®n de estar asistiendo a un rodaje.

10. Manuel Riesgo. Es una tienda de productos qu¨ªmicos muy curiosa. Su nombre ya tiene gracia, pero conserva todo el rollo antiguo: dentro hay unos tipos con bata que tienen detr¨¢s un mont¨®n de botellitas como de botica y que te pueden aconsejar sobre cualquier cosa. Se forman colas (Desenga?o, 22).