Un rinc¨®n de la samba en Madrid
El Bloco do Baliza importa las esencias del Carnaval de R¨ªo a tierras espa?olas
Una de las canciones brasile?as m¨¢s famosas dice que la samba es como un "hechizo¡±. Una vez en contacto con el ritmo, uno est¨¢ enganchado. Es lo que le pas¨® al madrile?o Guillermo D¨ªaz, director del Bloco do Baliza, la escuela de samba que quiere traer el Carnaval de R¨ªo de Janeiro a las calles de Madrid.
Hace 12 a?os, D¨ªaz reuni¨® a seis amigos interesados en aprender a tocar percusi¨®n brasile?a. Ese peque?o grupo, que empez¨® en un espacio de 9 metros cuadrados se ha convertido en una agrupaci¨®n de 140 miembros, entre m¨²sicos y bailarinas, que ensaya en un gran cobertizo en Alcobendas. Los blocos son los grupos que tocan en la calle en el carnaval. ¡°Baliza¡±, hace referencia al barrio madrile?o de El Pilar, donde el Bloco naci¨®. La m¨²sica, obviamente, no se queda entre las paredes de la actual sede de Alcobendas. Los miembros del Bloco do Baliza act¨²an alrededor de 20 veces al a?o, entre conciertos y pasacalles por toda Espa?a. ¡°Somos los ¨²nicos de todo el pa¨ªs que hacen samba tipo R¨ªo de Janeiro. Aportamos esa nota de color un que no suele haber en los carnavales aqu¨ª¡±, afirma.
Para participar no es necesario tener ning¨²n conocimiento musical previo. Seg¨²n D¨ªaz, el 99% de la gente que se apunta a las clases no sabe nada cuando llega. Eso no es un problema, ya que la intenci¨®n es formar a m¨²sicos. A lo largo de la semana, los profesores del Bloco se van moviendo para impartir los talleres. Las clases se ofrecen en institutos, centros culturales y escuelas de m¨²sica de Alcobendas y San Sebasti¨¢n de los Reyes. El primer contacto con la percusi¨®n se da en peque?os grupos de estudiantes, pero los ensayos son en grupo, en la sede del Bloco. Mientras se llega al nivel necesario, puede ir a la calle a tocar. ¡°En general, tocamos sambas de escuelas de R¨ªo de a?os anteriores, pero tambi¨¦n tenemos nuestro propio repertorio¡±, cuenta el director del Bloco, que se?ala que viaj¨® muchas veces a Brasil para conocer de cerca la gran fiesta del pa¨ªs.
El trabajo da mucha alegr¨ªa, pero D¨ªaz aclara que no es nada f¨¢cil vivir de la samba. M¨²sico de formaci¨®n, el director estudi¨® guitarra cl¨¢sica y tuvo su primer contacto con la percusi¨®n brasile?a en Londres. Para ¨¦l, en Inglaterra hay mucho m¨¢s acceso a ese tipo de cultura que en Espa?a, donde tiene que esforzarse para mantener la escuela y lograr presentaciones con frecuencia. Aunque tiene la intenci¨®n de ser como los grandes grupos de samba de R¨ªo, la idea todav¨ªa no tiene el mismo peso en la cultura madrile?a. Como el Ayuntamiento ofrece apoyo log¨ªstico, pero no econ¨®mico, los miembros han de pagar una cuota para mantener el Bloco do Baliza en funcionamiento. ¡°Aqu¨ª en Espa?a no conozco a nadie que est¨¦ dispuesto a subvencionarnos¡±, lamenta D¨ªaz.
No hay ning¨²n brasile?o en el grupo, pero llega gente de todo el mundo para aprender: japoneses, norteamericanos o ingleses. El ensayo transcurre con la seriedad necesaria en toda bater¨ªa de escuela de samba, mientras las bailarinas danzan delante del espejo seg¨²n las indicaciones de la profesora. Son las diez de la noche y nadie parece estar cansado. En el descanso, una percusionista se r¨ªe y dice ¡°Para los o¨ªdos de alguien de R¨ªo seguro tenemos que ensayar m¨¢s¡±.
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