La crisis cambi¨® a Mor Sylla de alba?il a ¡®mantero¡¯

Mor Sylla era uno de los 1.700 senegaleses que viven en Salou (Tarragona). El ¨²nico familiar que ten¨ªa en Espa?a era su hermano, Ibrahima Sylla, que reside tambi¨¦n en la ciudad tarraconense. Los dos gozaban de un permiso de residencia. En Senegal, Mor deja dos viudas y una hija. Con 50 a?os, hac¨ªa unos 15 que hab¨ªa llegado a Espa?a y llevaba siete en la capital de la Costa Dorada. Hab¨ªa hecho otros trabajos, como de pe¨®n en una empresa de construcci¨®n, pero la crisis lo dej¨® desempleado y termin¨® dedic¨¢ndose a la venta ilegal. Necesitaba dinero para enviarlo a su pa¨ªs y poder mantener su familia. Su hermano, con m¨¢s suerte, trabaja en un restaurante del parque tem¨¢tico Port Aventura. De diferente manera, los dos viv¨ªan del turismo. ¡°Nunca hab¨ªa vendido droga¡±, asegura su hermano para dejarlo claro a todo el mundo.

Tanto Ibrahima como otros compatriotas y conocidos de Mor no le hac¨ªan ning¨²n reproche. Era buena persona y siempre que pod¨ªa ayudaba otros compa?eros cuando no pod¨ªan pagar la mercanc¨ªa que les vend¨ªan para poder malvivir con el top manta por los pueblos de la costa de Tarragona. Viv¨ªa con cuatro personas m¨¢s, compartiendo habitaci¨®n, en un peque?o apartamento de playa lleno de cosas. ¡°No ten¨ªa miedo de la polic¨ªa ni de nadie, no ten¨ªa enemigos¡±, aseguraba este mi¨¦rcoles su hermano mucho m¨¢s tranquilo que el d¨ªa de su muerte. Hab¨ªa sido detenido otras veces por la polic¨ªa tambi¨¦n por vender de manera ilegal pero sus compatriotas lo ten¨ªan por un hombre de di¨¢logo.

Hab¨ªa intercedido entre grupos de j¨®venes manteros y la Gu¨¤rdia Urbana cuando hab¨ªa redadas y situaciones tensas con la polic¨ªa. Todo el mundo lo recuerda y todo el mundo lo conoc¨ªa. Hab¨ªa gente que le deb¨ªa dinero pero ¨¦l no ten¨ªa prisa por cobrar, sab¨ªa lo mal que lo pasa una persona de Senegal viviendo por las calles de Salou. No era extremadamente religioso pero s¨ª que ejerc¨ªa de l¨ªder entre parte de la comunidad senegalesa de la ciudad. Los compa?eros de su hermano niegan que fuera el jefe del grupo de distribuci¨®n que los Mossos quer¨ªan desarticular la madrugada del d¨ªa 11 de agosto cuando con un ariete rompieron la puerta de su cada y fat¨ªdicamente se precipit¨® desde un balc¨®n y muri¨®. ¡°Mov¨ªa productos y nos ayudaba, era muy generoso¡±, afirma un hombre que dice haber vivido algunos meses con el hermano de Ibrahima.

El duelo necesita descanso y reposo. El martes, Ibrahima, a¨²n con l¨¢grimas en los ojos, cre¨ªa que la polic¨ªa hab¨ªa matado voluntariamente a su hermano ¡°para acabar con el top manta¡±. La impotencia recorr¨ªa los sentimientos de un hombre que acababa de quedar solo en un pa¨ªs extra?o y, quiz¨¢s visto con sus ojos, incluso hostil a la gente como ¨¦l. Ayer lo ve¨ªa con m¨¢s serenidad. Estaba convencido de que, conociendo como conoc¨ªa su hermano, nunca se hubiera tirado al vac¨ªo, pero aceptaba ¡°una ca¨ªda por una mala actuaci¨®n de los Mossos¡±. Por eso ha presentado una denuncia contra la polic¨ªa catalana.

Pero ahora tiene otro frente abierto: que el juez termine las diligencias periciales y forenses para poder iniciar los tr¨¢mites para repatriar el cuerpo de su hermano hacia Senegal para ser enterrado. Es consciente de que ser¨¢ largo pero tiene ganas de volver a su pa¨ªs con el cuerpo de Mor. Por Internet la noticia tambi¨¦n ha corrido como la p¨®lvora y su familia ya est¨¢ informada. Son muchos los medios internacionales, la mayor¨ªa franc¨®fonos, que se hacen eco de la muerte de Mor Sylla. Un amigo de Ibrahim muestra algunas noticias publicadas desde su m¨®vil, y critica que los medios espa?oles no apunten directamente a la polic¨ªa. ¡°Asumimos que si no hubiese habido la acci¨®n policial esa persona estar¨ªa viva¡±, asumi¨® ayer el jefe de los Mossos, Josep Llu¨ªs Trapero, que a pesar de eso defendi¨® la intervenci¨®n de los agentes.?