Paralizaci¨®n

Entre 2009 y 2011 cristalizaron un par de respuestas ciudadanas ante la crisis democr¨¢tica espa?ola, ¨²nicas en Europa, inesperadas, descomunales, diferentes, relacionables y, por todo ello, sorprendentes. Una fue el derecho a decidir y otra el movimiento de los indignados del 15-M. Te pueden gustar ambas, una m¨¢s que otra, o ninguna. Pero creo que, pasados ya unos a?os desde el inicio de la cosa, las dos son, ni m¨¢s ni menos, lo que he apuntado. La prueba del algod¨®n de que ambas dos son regiones distintas de lo mismo, es que ambas dos est¨¢n paralizadas. Y por lo mismo. ?Qu¨¦ es lo que las ha paralizado?

El derecho a decidir naci¨® en los refer¨¦ndums municipales, iniciados en el de Arenys, bajo la iniciativa de la CUP. En breve, superaron ese marco inicial, y se expandieron por el territorio como iniciativa ciudadana, descentralizada, no sujeta a ning¨²n partido parlamentario. Algo, por otra parte, normal. El concepto autodeterminaci¨®n, un itinerario presente en los programas de los dos grandes partidos de izquierdas en 1977, desapareci¨® del mercado, lo dicho, en 1977.

Sol¨¦ Tura explicaba cuando se le inquer¨ªa sobre el abandono de ese derecho en la redacci¨®n de la Consti'78, que si aceptabas Monarqu¨ªa, rechazabas, en la misma decisi¨®n, autodeterminaci¨®n. Esas consultas, por tanto, supon¨ªan una intensificaci¨®n democr¨¢tica, un torpedo en la l¨ªnea de flotaci¨®n del R¨¦gimen, que en 1978 acept¨® pulpo como animal de compa?¨ªa. Lo que orienta sobre la lejan¨ªa de los partidos en este asunto. Ca¨ªan, como el 15-M, en el pack republicano.

En septiembre de 2012, Mas asume el derecho a decidir. Es decir, el Derecho a Decidir perdi¨® su car¨¢cter ciudadano, para pasar a ser una pol¨ªtica gubernamental. Me atrevo a defender ¡ªy as¨ª me luce el pelo¡ª, contrariamente al grueso de la prensa espa?ola, que afirma que aqu¨ª comienza un proceso de desobediencia (no se ha desobedecido nada; nada), y a la prensa catalana, que afirma que esto es un proceso imparable hacia la creaci¨®n de un nuevo Estado (no se ha producido ning¨²n movimiento efectivo en esa direcci¨®n; ninguno), que la gesti¨®n gubernamental de esa demanda ciudadana coincide con su desactivaci¨®n.

El derecho a decidir ¡ªsinopsis: refer¨¦ndum de autodeterminaci¨®n vinculante y con pregunta clara¡ª, se defendi¨® en el Congreso ya con otra forma ¡ªconsulta no vinculante, con pregunta prolija, que conducir¨ªa a negociaciones intergubernamentales sobre, sic, el tema que decidieran ambos Gobiernos¡ª. Finalmente, la cosa acab¨® en un tipo de consulta con la que sue?an todos los Gobiernos que en el mundo han sido: ni siquiera consultiva, simb¨®lica, interpretable, es decir, instrumentalizable.

S¨ª, en efecto, no ha sido un camino de rosas, y Mas no ha hecho lo que ha querido en todo este tiempo. Pero ha hecho lo fundamental de lo que ha querido: ha aprobado sus presupuestos de austeridad y postdemocracia con el PP ¡ªcuando CiU era autonomista¡ª, y con ERC ¡ªcuando ya era indepe¡ª, y ha seguido vivo a pesar de su pol¨ªtica real, penalizable en otras culturas democr¨¢ticas. Si los objetos son su funci¨®n, el Proc¨¦s gubernamental ha servido para dos funciones: a) adoptar la austeridad con menos fractura social que en otros topos del Sur, posiblemente gracias a la propaganda, esa cosa imposible de emitir antes de 2012, y b) refundar CiU, un partido constituyente del R¨¦gimen del 78, estructuralmente corrupto y cercano, en 2012, al fin de su ciclo.

No creo que el Proc¨¦s sufra cambio alguno tras el 27-S, pues parte de l¨®gica y material similar al ofrecido en 2012. Quiz¨¢s, habr¨¢ novedades pol¨ªticas ¡ªno s¨¦, ?CDC y ERC seguir¨¢n mucho tiempo unidas?, ?Llu¨ªs Llach votar¨¢ austeridad?, ?habr¨¢ un Gobierno de izquierdas posterior?, ?qu¨¦ podr¨¢ hacer ese gobierno, ahora que, gracias a Grecia, sabemos que los Gobiernos s¨®lo pueden practicar una pol¨ªtica?¡ª, pero me temo que no habr¨¢ soluci¨®n al conflicto. No si no se desborda democr¨¢ticamente. Algo dif¨ªcil, si se observa que la opci¨®n mayoritaria al respecto consiste en la canalizaci¨®n, lo contrario al desbordamiento, en manifestaciones y listas ordenadas.

?Y el 15-M? El rol del Proc¨¦s en Catalu?a ¡ªla paralizaci¨®n y canalizaci¨®n de un conflicto¡ª, parece desarrollarlo con ¨¦xito en el resto del Estado Podemos, despu¨¦s de su congreso de Vistalegre m¨¢s preocupado estad¨ªsticamente por crear un partido que por dejar que la agenda del 15-M ¡ªdemocr¨¢ticamente m¨¢s amplia y sofisticada que la del dret a decidir¡ª, vaya adquiriendo formas m¨¢s complejas y confluyentes, como las formuladas en Barcelona, Madrid, Galicia, Andaluc¨ªa. Mal rollito.