El poder del tiempo
El artista Jes¨²s Gald¨®n realiza una instalaci¨®n para el castillo de Montju?c que juega con los s¨ªmbolos b¨¦licos
Los rayos del sol lanzan destellos de luz reflej¨¢ndose en el imponente artilugio, colocado en medio del patio de armas del castillo de Montju?c. A pesar de las asombrosas vistas a 360?, la extra?a m¨¢quina atrae los numerosos visitantes como un im¨¢n. La rodean, se consultan, leen la cartela explicativa y con evidente satisfacci¨®n descubren su secreto. Se trata de Las sombras del tiempo,una instalaci¨®n del artista Jes¨²s Gald¨®n (Barcelona, 1976) que consiste en la reproducci¨®n de uno de los ca?ones antia¨¦reos m¨¢s empleados durante la Guerra Civil y la II Guerra Mundial, convertido en un reloj solar.
El castillo de Montju?c, evoluci¨®n de una antigua torre de vigilancia mar¨ªtima convertida en fortaleza en 1640 durante la revuelta contra Felipe IV, ha jugado un importante papel en destacados episodios de la historia de Barcelona. Su escueta arquitectura parece reflejar los horrores que all¨ª se vivieron: bombardeos, detenciones, torturas y ejecuciones, como la del presidente de la Generalitat, Lluis Companys y los 4.000 republicanos fusilados durante la represi¨®n franquista. ¡°Barcelona es la ¨²nica ciudad que ha sido bombardeada desde la fortaleza que deb¨ªa protegerla¡±, indica Gald¨®n, conocido por obras que interpelan la antig¨¹edad y otorgan nuevos valores y significados a nuestro patrimonio. El Ayuntamiento, actual propietario del castillo, le ha invitado a realizar una obra que aporte nueva energ¨ªa al lugar, en el marco de un programa de instalaciones site specific, que arranc¨® hace justo un a?o con una enorme esfera reflectante de Quim Tarrida en apoyo al reci¨¦n inaugurado centro de interpretaci¨®n de la fortaleza.
¡°Me acordaba del patio de armas lleno de ca?ones y me extra?¨® encontrarlo vac¨ªo¡± explica Gald¨®n. Al pasearse por el recinto se dio cuenta que la casi total ausencia de decoraciones contrastaba con la presencia de dos relojes solares colocados en el torre¨®n en 1777, precisamente cuando fue dotado tambi¨¦n de 120 ca?ones. ¡°En el contexto militar el tiempo ha sido siempre un elemento muy importante y a lo largo de la historia los conflictos han ido marcando un tempus que desgraciadamente sigue marcando sus horas en m¨²ltiples conflictos alrededor del mundo¡±, a?ade Gald¨®n.
?El artista ha realizado la obra, como si fuera una maqueta de papel recortable, dibujando todos los elementos en lat¨®n dorado, que luego ha sido cortado a l¨¢ser y doblado hasta alcanzar las formas requeridas. De ese modo la boca del ca?¨®n que m¨¢s aviones derrib¨® durante la II Guerra Mundial, sigue mirando hacia el cielo en direcci¨®n norte, pero ahora sirve para marcar la hora exacta con la sombra que proyectan sus tres metros de longitud en la circunferencia de siete metros de di¨¢metro que le rodea. ¡°He elegido el lat¨®n por sus connotaciones de querer y no poder, por el af¨¢n de ostentaci¨®n que se oculta tras el brillo y por la simbolog¨ªa del oro que vincula el poder y la fascinaci¨®n del hombre por las armas y el paso del tiempo¡±, concluye el artista. Las sombras del tiempo permanecer¨¢ en Montju?c hasta el 31 de marzo, si bien la uni¨®n entre obra y emplazamiento resulta tan acertada que el Ayuntamiento podr¨ªa tomar en consideraci¨®n la posibilidad de mantenerla de forma permanente. En cambio, quedan s¨®lo un d¨ªa para ver otra obra de Gald¨®n, Filacteri d¡¯infrallengua,una intervenci¨®n para la Biblioteca de Catalunya, inspirada en el libro hom¨®nimo de Carles Hac Mor.
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