El largo trayecto de los vallecanos hacia su destino

El cierre de la L¨ªnea 1 del Metro?entre las paradas de Sierra de Guadalupe y plaza de Castilla ha llenado Madrid de autobuses de la EMT atestados de gente. M¨¢s de 7.5 millones de viajeros utilizan cada mes la l¨ªnea m¨¢s antigua de Madrid, la segunda m¨¢s transitada de la capital tras la Circular. La remodelaci¨®n afectar¨¢ a 25 de las 33 estaciones y contar¨¢ con una inversi¨®n de casi 70 millones de euros.?En la zona m¨¢s afectada por el cierre, Vallecas, donde no hay alternativas para viajar en metro, cada 3 minutos pasa un autob¨²s del servicio alternativo. En las primeras paradas van ligeros de pasajeros, pero a partir de Portazgo se ponen ya hasta la bandera de vallecanos que chasquean, como Gladys, ecuatoriana, que resume lo que piensa la mayor¨ªa con un "?Qu¨¦ fastidio!¡±, que suelta arrastrando la f con disgusto.

Son las 7.42. Antonio, de OHL, la empresa responsable de las obras, est¨¢ informando a los transe¨²ntes en Sierra de Guadalupe. Dice que todo va bien: ¡°Algunos van muy despistaos¡­¡±. Despistaos como Ideldia Garc¨ªa, de 36 a?os y origen cubano, que no se hab¨ªa acordado de que hoy era el primer d¨ªa laborable del cierre de la l¨ªnea. Tiene que ir hasta Estrecho, 21 paradas m¨¢s all¨¢. Pero ahora con el cierre no tiene ni idea de c¨®mo llegar. Abre una aplicaci¨®n en su m¨®vil, pero se da cuenta de que solo le ofrece opciones en el metro. El autob¨²s en el que va, el Servicio Especial S2, termina en Atocha. ?Qu¨¦ l¨ªnea tiene que coger? Una vecina de asiento le dice que cree que es mejor que se baje en Pac¨ªfico y coja la l¨ªnea Circular hasta Nuevos Ministerios y que all¨ª ande un buen rato o coja otro autob¨²s. Ideldia asiente tranquila. Entra a trabajar a las 9.00. Por suerte, todav¨ªa tiene tiempo.

Tras varios retrasos hoy ha sido el primer d¨ªa del cierre, que se prev¨¦ sea hasta el pr¨®ximo 12 de noviembre, fecha en la que se espera hayan terminado unas obras que se concentrar¨¢n en 13,5 de los 23 kil¨®metros de trazado que tiene la l¨ªnea, que cruza la capital de norte a sur. "Ay, qu¨¦ lejos queda", se duele Juan, de 48 a?os, que se acaba de dar cuenta de que se ha equivocado al coger el servicio especial: pretend¨ªa ir hacia Conde de Casal y ahora va direcci¨®n Atocha. Son las 7.55 y entra a trabajar a las 8.30. ¡°Y eso que he salido 10 minutos antes de lo normal¡±, dice con el morro torcido.

A las 8.10, a su paso por Portazgo, el autob¨²s va lleno. Es dif¨ªcil avanzar hasta la puerta de salida y los asientos reservados para embarazadas y personas mayores los ocupa cualquier afortunado que pueda acceder a ellos. Elena L¨®pez, de 57 a?os, no puede m¨¢s y decide bajarse en la siguiente parada y esperar a que pase un autob¨²s menos lleno. ¡°Si total voy a ver a mi hermana¡±, dice.

El retraso en el comienzo de las obras?ha ayudado sin duda con el tr¨¢fico. Al empezar un 4 de julio, en pleno verano, ha habido menos incidencias que si hubiese empezado el corte de la l¨ªnea un 21 de mayo, como estaba primero previsto, o un 18 de junio, fecha a la que se atras¨® para no coincidir con la huelga de Renfe.

Seg¨²n el Ayuntamiento y la Comunidad, la ma?ana ha transcurrido sin incidencias. Diversos colectivos han solicitado en los ¨²ltimos meses a Metro de Madrid que acometiera estas obras por fases en lugar de cerrar las 23 estaciones de golpe, algo que la Comunidad descarta porque no es viable t¨¦cnicamente. El Ayuntamiento, que era uno de los que abogaba por el cierre por fases, y la Comunidad lograron un acuerdo para desplegar el servicio alternativo en la EMT. Hoy han funcionado hasta 60 de ellos y unas 50 personas han informado a los transe¨²ntes de los servicios alternativos previstos.