40 a?os despu¨¦s
La historia de CC OO es una historia de valent¨ªa, de orgullo de clase, de personas que se jugaron el tipo por derechos que hoy vuelven a no existir, de h¨¦roes de barrio que se arruinaron la vida por su existencia y estabilidad
En la parroquia de Sant Medir, la Bordeta, es el sitio en el que se funda la Comisi¨®n Obrera Catalana. La cosa: hacer comisiones de obreros para negociar con los jefes problemas puntuales, solucionarlos y, zas, disolver la comisi¨®n. Esta idea sencilla como un botijo se extiende, se infiltra en el Sindicato Vertical y le hace pupita, hasta el punto que el Gobierno prohibe el comisioning en 1967. En 1976, se intenta hacer un congreso fundacional en Madrid. Fraga lo impide, y se celebra, por la patilla, una asamblea en BCN, en la misma parroquia ¡ªuna parroquia muy sindical, que unos meses despu¨¦s dar¨¢ cobijo tambi¨¦n a la CNT, para que se refugie y se refunde¡ª. La cosa de aquella asamblea desafiante, sin permiso, en rebeld¨ªa, consisti¨® en abandonar el movimiento social y pol¨ªtico que era CC OO para convertirlo en un sindicato, esa cosa que, en toda la historia anterior hab¨ªa sido tan improbable e inestable por aqu¨ª abajo. Ahora ser¨ªa estable a tutipl¨¦n. De hecho, Comisiones se convertir¨¢ en un activo de la estabilidad. En breve firmar¨¢ los Pactos de la Moncloa ¡ªprimer pacto entre el Franquismo y la oposici¨®n, en el que se frena la movilizaci¨®n y se fija elegir paro antes que inflaci¨®n¡ª, asistir¨¢ como actor activo y pasivo en la desindustrializaci¨®n de los 80's ¡ªentre susto o muerte, no elegimos inflaci¨®n, en fin¡ª, y protagonizar¨¢ regiones de la estabilidad como el caso Caja Madrid, o el no-caso Caixa de Catalunya. La historia de CC OO es, en fin, una historia de valent¨ªa, de orgullo de clase ¡ªesa cosa exist¨ªa; era bella¡ª, de personas que se jugaron el tipo por derechos que hoy vuelven a no existir, de h¨¦roes de barrio que se arruinaron la vida por su existencia y, lo dicho, estabilidad, esa calidad de la democracia espa?ola que nos ha llevado al abismo m¨¢s radical. Bueno, por todo esto estamos reunidos en la Fabra i Coats, exf¨¢brica barcelonesa al uso. Para conmemorar el 40 aniversario en un acto institucional, que empieza con un v¨ªdeo en el que han sido depurado el tramo Pactos de la Moncloa. La depuraci¨®n del pasado es, en fin, indicio de que algo cambia en el presente.
Inicia el acto la alcaldesa Colau, poco familiarizada con el mundo sindical, como se demostr¨® cuando lo de la huelga del metro. Sinopsis: se presenta como primera alcaldesa, que preside un gobierno feminista y republicano. Mola que llame a lo suyo republicanismo. Ahorra tiempo y fija un marco que, ahora que Podemos ha hecho su particular Asamblea de Barcelona, y ha pasado de movimiento a partido, sit¨²a a lo Colau en un marco din¨¢mico y sexy. Antonio Gutierrez, ex-secre general, explica que vinieron a hacer la asamblea en BCN porque "hab¨ªa m¨¢s libertad y, por lo tanto, m¨¢s seguridad. Ahora, en el Estado, hay menos libertad y, por lo tanto, menos seguridad". FInaliza su discurso pidiendo un Gobierno PSOE-Podemos. Jos¨¦ Mar¨ªa Campos y Maruja Ruiz ¡ªva y dice "el poder tiene mucho poder"¡ª, machacas de CC.OO. en los 70's, emocionan al personal con historias de cuando esto era un movimiento, y ellos eran tan fr¨¢giles como ahora. Una trabajadora de Valeo, una camarera de planta de hotel -finaliza con un sencillo y estremecedor: "viva la lucha de la clase obrera"-, y una empleada del hogar, explican el sindicalismo de la precarizaci¨®n. Tras Joan Carles Gallego interviene Toxo. Expone la Transici¨®n como un ¨¦xito con final infeliz y, por lo visto, no previsto por nadie. Pide reformas en el plano federal, en el plano laboral, contra la ley Mordaza, y por la garant¨ªa de las Pensiones, esa cosa que tal vez son la esencia de aquel pacto lejano, hoy roto, llamado Transici¨®n.
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