La Palafrugellidad
En verano, las carreteras de Palafrugell se colapsan. Es la ¨²nica ocasi¨®n en la que se pueden ver Porches Cayenne colapsados. En invierno vuelve a ser una playa ignota
Molar¨ªa empezar diciendo que Palafrugell fue fundado entre los cauces del r¨ªo Pala y el r¨ªo Frugell. Pero en el Empord¨¤, los r¨ªos son como todo en el Empord¨¤. O son bestias o no hay. Y aqu¨ª, pues, no. En ausencia de r¨ªos cachas, empezar¨¦ por el principio. En un principio, como recordar¨¢n, era la nada. Hay una estela que lo atestigua. En Llafranc, Palafrugell DF, se encontr¨® una estela funeraria, escrita o mandada escribir por una mujer. Hu¨ªa en barco, junto a su marido, de la Galia ¡ªla Siria del siglo II¡ª y sus carnicer¨ªas religiosas. El marido hab¨ªa muerto en el periplo. Se detuvieron en Llafranc, para enterrar a ese hombre en la arena y salir pitando. La estela habla de amor constante m¨¢s all¨¢ de la muerte ¡ª¡°para que un d¨ªa yo pueda ver el para¨ªso / mi luz, mi gu¨ªa, debes ser tu¡±¡ª. Por el mismo precio, la estela y la mujer describen donde dejaron a ese hombre para siempre. ¡°En este trozo de playa ignota¡±. En la nada.
Comer, dormir y ver en... Palafrugell
D?NDE COMER:
Casamar, en Llafranc. Chorrocientas estrellas Michelin, y un men¨² degustaci¨®n empordan¨¨s I+D para volverse majara. La carta de vinos hace especial hincapi¨¦ en los del Empord¨¤.
Cou-Cou, en Mont-r¨¤s, a escasos cent¨ªmetros de Palafrugell. Otro acceso hacia la cocina empordanesa/la sensibilidad solucionada. Y otro precio. Cocina tradicional empordanesa, en un local sencillo y parecido a los de mi infancia, antes de que todo el mundo se volviera local, y los ni?os dejaran de correr entre las mesas.
D?NDE DORMIR:
Hostal l'Estrella, C/Quatre Cases, Palafrugell. El patio, olvidado, recientemente se ha transformado en un algo divertido, entre la terraza y el chill-out. Mola. Mucho. Sirven aperitivos y c¨®cteles. Y la posibilidad de ver como los turistas se queman de un d¨ªa para otro.
QU? VER:
La Pla?a Nova. El epicentro del palafrugellismo. Una plaza con esa cosa francesa del Empord¨¤. T¨®mense algo en el Fraternal, un Centre Fraternal edificando cuando la fraternidad exist¨ªa y posibilitaba edificar edificios.
La nada aquella, ahora se sabe, estaba repleta de ¨ªberos indiketas. Y, de romanos. Escipi¨®n desembarc¨® unos kil¨®metros m¨¢s arriba. Seg¨²n el Talmud, todas las almas futuras estaban dentro de Ad¨¢n y de Eva, de ah¨ª la trascendencia de sus actos. Por lo que cabe suponer que dentro de Escipi¨®n estaban todas las lenguas peninsulares, G¨¹rtel, el cas Palau, el Proc¨¦s y la reforma gore del Tribunal Constitucional. Seg¨²n Pla, el Empord¨¤ es estrictamente romano. Sus habitantes son romanos2.0., y no hablan catal¨¢n, sino lat¨ªn. EL empordan¨¨s, con sus terminaciones en ut, ofrece, eso es cierto, la sensaci¨®n de que es una lengua de romanos cabreados. Estas opiniones de Pla, tan excesivas, confirman, tal vez, uno de los dos caracteres empordaneses. El chulo y luminoso. Hay otro. Apagado, tristote, gris. En ocasiones, unos se casan con otros, creando un tipo de matrimonio que solo existe en el Empord¨¤ y ¡ªHades y Pers¨¦fone¡ª en la mitolog¨ªa.
Pla, el gran autor de Palafrugell, es el gran codificador del Empord¨¤. En su d¨ªa codific¨® cosas que ya no existen, como el paisaje. Cuando ten¨ªa visita masculina o mixta ¡ªlas visitas femeninas, por lo visto, recib¨ªan otro protocolo, menos paisajista¡ª, se los llevaba a Sant Sebasti¨¤, ermita y faro desde el que se ve lo que Pla denomina el Empordanet ¡ªun triangulillo que se extiende desde Palafrugell hasta Sant Feliu; la esencia del Empord¨¤¡ª. Les hac¨ªa contemplar el paisaje y, luego, exclamaba, extasiado, algo as¨ª como: ¡°Mireu cuanta propietat parcel¡¤lada¡±. Pla, por cierto, es la pera. Es de los pocos autores del siglo XX que aportan una sensibilidad solucionada, el gran problema de la literatura y, si me fuerzan, de la sociedad catalana. Una sociedad sin la sensibilidad solucionada ¡ªsin la capacidad de verbalizar sus gustos, es decir, su individualidad¡ª es un chollo para el gobernante planetario. Anyway. Pla vivi¨® tanto que tuvo tiempo de ser socialista, chico Camb¨®, falangista o admirador de la propiedad parcelada. Llega a vivir una hora m¨¢s y hubiera sido fundador del Partit Dem¨°crata Catal¨¤. En Palafrugell est¨¢ la casa en la que se cri¨®. Y el Mas Pla ¡ªLlofriu¡ª en el que se pel¨® de fr¨ªo en los inviernos. Fin del fragmento Pla.
Desde el siglo XVIII Palafrugell vivi¨® un fen¨®meno determinante. El corcho. En sus inicios fue la pera. Una revoluci¨®n industrial en la que se pod¨ªa participar solo con un cuchillo. Dicen que la revoluci¨®n industrial dulce fue la francesa ¡ªen Francia trabajaban 12 horas al d¨ªa; menos, por tanto, que en Inglaterra¡ª. Aqu¨ª trabajaban unas 6 horas. Y los domingos y los lunes hac¨ªan fiesta. Es el ¡°fer dilluns¡±, no ir a trabajar por la patilla. Algo posible cuando eras, gracias a un cuchillo, tu propio jefe. A¨²n hoy, en invierno ¡°en verano, no; el verano es, gracias al turismo, una suerte de Revoluci¨®n Industrial inglesa¡ª, los lunes nadie abre. Los tapers, esos tipos due?os de s¨ª mismos, que trabajaban sin m¨¢quinas, contrataban a alguien que les leyera en el curro. Gracias a esas lecturas se hicieron republicanos-federales. Es decir, anarquistas. Proclamaron el Estado. Empordan¨¨s. El Cant¨® de La Bisbal. En el siglo XIX, o en el XXI, cuando alguien ten¨ªa la sensibilidad solucionada y quer¨ªa un Estado, no se enrollaba y lo hacia. Plis-plas.
Los tapers, los lunes, se iban a la playa, con la familia. Hac¨ªan un arroz y cantaban. Cantaban habaneras. Cuando no estaban con sus familias cantaban canciones de putas, hoy desaparecidas, hasta el punto que en Calella hacen un festival de habaneraZzzzz, pero no de canciones de putas. Ese festival es el punto de partida del verano. En verano, las carreteras de Palafrugell se colapsan. Es la ¨²nica ocasi¨®n en la vida en la que se pueden ver Porches Cayenne colapsados. En invierno vuelve a ser una playa ignota. Un sitio donde personas con la sensibilidad solucionada tienen problemas con la propiedad, parcelizada o no. Donde quedas a cenar con tus amigos y te sale esa lengua de romano cabreado. Es mi pa¨ªs. Lo adoro.
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